El problema de los derechos de agua

A fines de octubre HydroAysén se enfrentó a otro obstáculo importante: la Dirección General de Aguas (DGA) le negó los derechos de agua adicionales solicitados para concretar su proyecto.

Los antecedentes de dicha solicitud se remontan a agosto de 2007, cuando el gerente general de la empresa, Hernán Salazar, dio a conocer en Cochrane que tras algunos ajustes, el proyecto no inundaría las 9.300 hectáreas estimadas inicialmente, sino que sólo utilizaría 5.910 hectáreas.

Esta reducción estaba ligada a la obtención de derechos adicionales de agua, los que permitirían hacer viables los cambios. Sin embargo, el 29 de octubrede 2008 la DGA de Aisén rechazó las cinco solicitudes presentadas por la empresa.

Dicho dictamen corresponde a una resolución en primera instancia, por lo que puede pedirse una reconsideración en la propia DGA e incluso una reclamación ante la justicia.

En la eléctrica destacaron que el dictamen “no altera la normal tramitación del proyecto en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, por cuanto esos derechos se requerirán sólo cuando comiencen a operar las centrales”.

La empresa también anunció en la oportunidad que estaba evaluando y preparando las acciones a seguir para asegurar las obtención de estos derechos adicionales.

Ante esta situación, el ministro de Energía, Marcelo Tokman, afirmó: “… ha habido un primer pronunciamiento, pero entiendo que existen diversas instancias en las cuales la empresa puede insistir en su solicitud”.

El argumento de la DGA para rechazar la solicitud consiste en que los derechos en cuestión son incompatibles con otros derechos. Esto se debe a que Endesa poseía derechos de agua en la zona desde 1990, los que fueron transferidos a HidroAysén. El cambio de titulares dio origen al obstáculo.

“Los referidos derechos ya existentes son incompatibles con la constitución del derecho solicitado, debido a que los puntos de captación y restitución solicitados por la empresa se encuentran dentro del área de inundación de los derechos constituidos en el año 90”, asegura el dictamen. El documento precisa que “sobre las mismas aguas existen derechos de aprovechamiento otorgados en condiciones tales que implican un obstáculo legal a los derechos solicitados”.

HidroAysén estimó que la dirección regional incurrió en omisiones que no se ajustan a derecho y, por lo tanto, cree que esa decisión podría ser reconsiderada por la propia autoridad.

El conflicto medioambiental: “Patagonia sin represas”

El proyecto ha generado la reacción de Organismos No Gubernamentales (ONGs) y ambientalistas, quienes han creado una mediática campaña para evitar su realización, llamada “Patagonia sin represas”. Aún así, según una encuesta Adimark publicada en noviembre pasado, un 51% de los chilenos está a favor de la construcción de las centrales en Aisén, mientras que el 29% se opone.

Las razones que sustentan la mediática campaña medioambiental van de la mano con evitar consecuencias que puedan ser irremediables en esta zona de la XI Región, como el impacto socio-cultural sobre las comunidades de los sectores que serían inundados. Estos grupos, a pesar de ser reasentados en otras áreas, tendrían “secuelas sociales negativas” y su cultura se vería degradada, según el organismo que defiende la Patagonia.

El principal tema que preocupa al movimiento es el medioambiental y el impacto que HidroAysén podría tener sobre las especies que habitan en esos ecosistemas. A esto se sumaría el daño que el proyecto causaría sobre parques y reservas nacionales, como Laguna San Rafael.

La oposición que ha tenido que enfrentar Endesa y Colbún se asemeja a los problemas que entre 1996 y 2002 afectaron la puesta en marcha de la central Ralco en el Alto Bío Bío, VIII Región. En esa oportunidad, Endesa – empresa que desarrolló el proyecto - tuvo que superar la resistencia de los grupos de interés que se oponían a las consecuencias que podía traer la construcción de la mega represa, como perjudicar el espacio natural de los Pehuenche, además de impactos similares a los que actualmente se reclaman a HidroAysén.

Beneficios para la zona comprometidos por la empresa

La compañía ha declarado que contribuirá a la región donde se levantarán las centrales con lo siguiente:

• Mejoría sustancial de la infraestructura vial y de comunicaciones, especialmente entre Cochrane y Villa O’Higgins.

• Mejora y habilitación de pistas de aterrizaje existentes por requerimientos del proyecto.

• Construcción y mejoramiento de infraestructura portuaria en la zona del Estero Mitchell (Sector Yungay-Río Bravo).

• Mejoría en la cobertura de telecomunicaciones.

Energía de menor costo para la Región de Aisén.

• Oportunidades de empleo: en su peak, se generarán del orden de 4.000 puestos de trabajo.

Desarrollo de la economía local principalmente en el área de servicios (hotelería, alimentación, transporte y comercio).

Oportunidad de educación- capacitación laboral: programas de educación técnica y becas pára facilitar la inserción al proyecto y capacitación para fortalecer actividades económicas tradicionales de la región.

• Mejoras en la infraestructura local de salud para complementar la existente en la zona.

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