Proyecciones

Un reciente estudio de la Agencia Internacional de Energía considera que el crecimiento de América Latina se reduciría sólo en un 0,2% y un aumento del 1,2% en la inflación con un barril de crudo US$ 10 por encima de un precio base de US$ 25 por al menos un año.

La mayoría de los analistas coinciden en que mientras los países más beneficiados son los grandes productores como Venezuela, Ecuador y México, existen otros como Chile y Centroamérica que pueden salir perjudicados tanto a corto como a largo plazo.

Para la región es un impacto positivo en balanza de pagos, estabiliza tipos de cambio porque aumenta los ingresos de divisas, asevera Paulo Leme, director de análisis económico para mercados emergentes de Goldman Sachs.

El especialista, sin embargo, advierte dos peligros importantes para las economías de la región. Por un lado, puede aumentar la tasa de inflación de gran parte de los países, por el aumento de precios de combustibles internos. Por el otro, un alza en los precios del crudo puede frenar el crecimiento de Estados Unidos, lo que dañaría a los exportadores de manufacturas y que tienen una estrecha relación con este país, como México, que envía un 85% de sus exportaciones a EE.UU, dice Leme.

Otros analistas comparten tales preocupaciones. Jorge Pinto, director del centro de finanzas globales de la Universidad de Pace, en Nueva York, dice en alusión a los precios del crudo que no son beneficiosos para la región en ningún sentido. Son fuentes de inflación y eventualmente de una muy posible desaceleración de la economía norteamericana e inclusive fuente de inflación en EE.UU. y en toda la región.

En el caso de Venezuela, más del 80% del total de sus exportaciones son de petróleo. Pero gran parte de los ingresos tributarios de Venezuela provienen del petróleo, y el gobierno está incrementando claramente sus gastos, dice el analista de JPMorgan. Pero a diferencia de Ecuador, Venezuela no tiene necesidades de financiamiento externo, tiene un superávit en cuenta corriente, estimado en 6,9% del PIB para 2004.

A su vez, Chile y Centroamérica pueden salir perjudicados tanto a corto como a largo plazo.

Según Leme, el impacto para estos países es negativo porque se deteriora la balanza comercial y aumenta la inflación debido al incremento de los precios internos del combustible.

Pero aclara que, en general, en la región hay más ganadores que perdedores.

 

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