Proyecciones

A juicio de la Investigadora del Programa Económico de Libertad y Desarrollo, Rosanna Costa, el FEPP no es una herramienta efectiva. “La verdad es que con su utilización sólo se da una señal de que el petróleo es mas barato, por lo que los consumidores finales lo usan más de lo que usarían si se fijara el precio efectivo”.

De esta manera, según aclara, se produce una especie de imagen ficticia, lo que a juicio de analista no contribuye a nada más que a producir distorsiones.

El senador Alejandro Foxley, miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, tiene una opinión distinta. Afirma que el uso correcto de este instrumento podría llevar a que éste no se transformara en un sistema de subsidios.

Para él, bastaría con que los técnicos de Haciencia tuvieran una “antena fina” para entender y proyectar las decisiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que marcan la tendencia internacional de precios del crudo.

Carlos Ominami, también miembro de la Comisión de Hacienda, coincide con este análisis. Afirma que los diseños del fondo han sido imperfectos y que por eso se ha tendido al subsidio.

No obstante plantea algunas alternativas. Por ejemplo, que los dineros para financiar al FEPP podrían salir de los recursos adicionales que hoy percibe el Estado por la mayor recaudación de IVA de los combustibles, y agrega que una buena forma de usar este dinero es subsidiar sólo algunos productos como el kerosene doméstico, el gas licuado y la gasolina de 93, para no financiar gastos que posiblemente vayan en beneficio de las clases más adineradas.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Distribuidores de Combustibles (Adico), Luis Ávila, plantea que si el Estado está teniendo ganancias con las sucesIVAs alzas del precio del petróleo, debería retribuir de cierta forma a todos los consumidores. Para ello propone que el Estado ponga a disposición de los consumidores parte de recursos adicionales que ellos mismos le están generando.

Alternativas

Al momento de buscar otras soluciones, Rosanna Costa cree que no sería bueno reemplazarlo por otro mecanismo similar. “Solo eliminarlo”, ya que hay una pregunta de fondo: ¿por qué estabilizar este precio y no otro?.

Además, según destaca, diversos estudios han demostrado que es muy difícil saber cuál es le precio del petróleo a largo, uno de los planteamientos centrales de este mecanismo.

Pero hay quines opinan diferente. Los diputados Pablo Lorenzini y Antonio Leal se reunieron tiempo atrás con el ministro Nicolás Eyzaguirre y le propusieron una nueva idea: hacer compras de crudo a futuro.

Ambos creen que lo óptimo sería traspasar esta tarea a la Enap, para que realizara compras a futuro pensando siempre en manejar un precio relativamente estable.

Aunque el economista Juan Guillermo Espinosa, está de acuerdo con este planteamiento, advierte que las compras deberían hacerse dentro de un marco acotado para que no produzcan efectos negativos como los que trajeron las ventas a futuro del cobre.

Pero ésta no es la única iniciativa que se ha propuesto. El diputado Julio Dittborn, planteó la alternativa de mitigar las alzas a través del alivio a los impuestos específicos.

Sin embargo, Costa propone que los impuestos al combustible deberían fijarse en relación con la contaminación que producen y no sólo con el problema financiero que provocan.

Sin embargo la voz de las autoridades ha sido clara. Nicolás Eyzaguirre señaló en mayo de este año, luego de reunirse con la Comisión de Hacienda del Senado, que se están estudiando formas de estabilización del precio del petróleo que “sean menos onerosas” que el FEPP.

Para ello se buscan fórmulas “que no importen recursos fiscales, que son escasos, pero que permitan dar una señal más estable de los precios de los combustibles para consumidores e inversionistas”.

Advirtió, que lo primordial, es que el estado no va a subsidiar el precio de los combustibles.

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