DIEGO GRUNDWALD
Subgerente de estudios LarrainVial
(26 de Noviembre de 2007)
 
Próxima estación: ¿recesión?

Hace una semana las bolsas colapsaban en reacción a un estudio de Goldman Sachs que recomendaba vender la acción de Citigroup. Esta ha sido la tónica de las últimas semanas: un mercado extremadamente sensible a las noticias relacionadas con el sistema bancario de EE.UU.

 

Como vimos en los datos del PIB del tercer trimestre en EE.UU., el impacto de la crisis subprime siguió acotado al sector inmobiliario, pues -salvo la inversión residencial- los otros componentes del crecimiento contribuyeron positivamente. En línea con lo anterior, vimos que el 65% de los resultados de las empresas del S&P 500 sorprendieron positivamente en el tercer trimestre.

Si le sumamos un mercado laboral que (aunque más moderado) sigue robusto, podríamos argumentar que el mercado ha estado sobrerreaccionando a las malas noticias, pues, en rigor, US$ 200-400 billones (rango de pérdidas estimadas) equivalen a apenas una caída del 3% en la capitalización bursátil de EE.UU. En esta misma línea, se podría decir que no es tan terrible que los bancos pierdan plata y, más aún, que la Fed no tiene por qué salir a rescatar a los bancos que tomaron malas decisiones.

Sin embargo, sí es preocupante que los bancos sufran pérdidas de la magnitud que se están estimando, ya que son inversionistas apalancados y deben ajustar sus balances ante pérdidas de capital si es que quieren mantener sus ratios de apalancamiento. De esta forma, una pérdida de US$ 200-400 billones para un ratio de apalancamiento promedio de 10% por parte de los bancos comerciales de EE.UU. se traduciría en una reducción en la oferta de créditos de US$ 2.000 a 4.000 billones.

A la fecha se han registrado pérdidas por algo menos de US$ 40 billones y ya han surgido señales concretas de endurecimiento en las condiciones para otorgar créditos. Si se materializan las pérdidas estimadas, se generaría una dispersión mayor en las restricciones del mercado del crédito en EE.UU., lo que, junto a la estrechez vista en el mercado de intermediación financiera -en el contexto de una economía que se desacelerará este trimestre con un consumidor más débil- no es para nada bueno. En este sentido, las probabilidades de que EE.UU. entre en recesión el próximo año han aumentado.

En línea con lo anterior, ahora son más quienes pronostican una recesión para EE.UU. en 2008. Pero nuestro escenario base sigue siendo que EE.UU. simplemente se desacelerará, pues confiamos en que la Fed reaccionará oportunamente y en que el sector corporativo y las exportaciones (gracias a la debilidad del dólar y la solidez de las economías emergentes) seguirán en buen pie. Con todo, en el corto plazo, para los mercados lo principal será ver si la Fed da señales de moderación en su discurso, pues sigue mostrando una disposición casi nula a bajar la tasa en diciembre.

 

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