Mucho se ha especulado respecto de
las alternativas de solución que deberían
barajar las autoridades chilenas para hacer frente al
recorte de gas por parte de Argentina.
En primer lugar, aunque parezca obvio, la alternativa
más viable es que el gobierno argentino levante
el congelamiento de tarifas de los servicios básicos
y de esta manera incentivar a las grandes empresas a volver
a invertir en generación y distribución
gasífera, y de esta manera asegurar el envío
de este combustible a Chile.
También se baraja el proyecto de Gas Natural Licuado
(GNL) –impulsado por el Gobierno y Enap- que en
lo sustancial consiste en traer gas desde destinos distantes
por vía marítima.
Y por último, entra en escena la Nueva Ley Eléctrica,
que busca asegurar un suministro energético constante
en nuestro país, pero que no ha estado exenta de
polémicas a raíz de los costos que implicaría
para los usuarios residenciales.