Para invertir en un fondo mutuo se debe realizar un aporte en dinero a la sociedad administradora de dicho fondo. Tenga en cuenta que no existe un monto mínimo definido, ya que dependerá del tipo de fondo en que se esté invirtiendo, señala la Superintendencia de Bancos (Sbif).
¿Cómo se invierte?
1- Una vez elegido el tipo de fondo mutuo donde desea
invertir, debe acercarse a la administradora del fondo, donde deberá
llenar un formulario con sus datos personales, los términos de
la inversión (plazos de rescate, comisiones, etc.) y el monto
de su inversión. Lo usual es que al otro día la inversión
se haga efectiva y ya empiecen a correr los plazos para el rescate (si
así lo desea).
2- Al momento de entrar a un fondo mutuo, la inversión siempre se expresará en cuotas. El valor de su inversión será el número de cuotas que se compren multiplicado por el valor que en ese día tenga la cuota (valor que cambia diariamente). Si invierte $1 millón y la cuota vale $10.000, comprará 100 cuotas.
3- El valor de las cuotas se calcula dividiendo el monto que suman el total de los activos del fondo valorizados a precio de ese día por el número total de aportantes. Debido a que día a día la valorización de los activos cambia, el valor de la cuota sube o baja diariamente.
4- Cuando usted decide retirarse del fondo, se hablará de “rescate” de sus cuotas. Usted podrá saber si al final ganó o perdió con su inversión, comparando el valor cuota del día que inició la inversión con su valor al día del rescate. Si al día del rescate la diferencia es positiva, habrá ganado; si es negativa, habrá perdido.
Costos:
1- Comisiones: se trata de un cobro que se hace al partícipe
del fondo y que se expresa como porcentaje de la cantidad que se invierte
y que se puede aplicar al momento de hacer la inversión o de
rescatarla. Las comisiones varían de un fondo a otro y algunos
no cobran.
2- Remuneración: es lo que la administradora cobra por el manejo y administración profesional de los fondos. A diferencia de las comisiones, la remuneración se cobra siempre, y va con cargo a la rentabilidad del fondo.
3- Costos administrativos: algunas administradoras cobran gastos administrativos.
¿Qué fondo elegir?
Como en cualquier decisión de inversión, usted tiene que
considerar sus necesidades de liquidez y perfil de riesgo, además
de la rentabilidad esperada. Entonces:
- Si usted quiere una inversión de largo plazo con retornos altos en el tiempo, y no le teme al riesgo, piense en un fondo de renta variable. Si acaso la volatilidad no va con usted, evite la renta variable o reduzca su inversión en ésta.
- La renta fija está pensada para obtener rentabilidades conocidas, pero en general, menores a las que podrían entregar fondos accionarios. También se recomienda para personas que quieran una ganancia estable en el tiempo, aunque ésta no está asegurada.
- Los fondos mutuos de corto plazo en general compiten con los clásicos depósitos a plazo. La decisión de optar por uno o por otro dependerá de si usted quiere absoluta seguridad, pero amarrado a un plazo fijo (caso en que le convendría un depósito), o en cambio prefiere una ganancia no totalmente asegurada, pero sin atarse a un plazo fijo.
Recomendación: Aunque no podrá asegurar la rentabilidad futura de un fondo basándose en el registro histórico, los expertos recomiendan mirar las tablas de rentabilidad mayores a dos años, para tener una idea de cuán bueno o no ha sido el desempeño del fondo. Además, compárelo con las rentabilidades de fondos similares.
