domingo, 13 de marzo de 2011
José Troncoso Ostornol, desde Lima
Economía y Negocios
El empresario destaca el cambio que vive Perú. "Desde que nosotros llegamos en 1993, hemos visto que realmente la gente trabaja bien, el gobierno ha mantenido una política en el tiempo y les ha dado extraordinarios resultados", afirma.
Casi una vez al mes, Eduardo Elberg toma los controles de su avión Citation que está posado en Viña del Mar. ¿El destino? Un non stop al aeropuerto internacional Jorge Chávez de Lima, Perú. El ex controlador de la cadena de supermercados Santa Isabel maneja hoy un holding con una fuerte presencia en el vecino país, lo que lo obliga a viajar constantemente allí.
Elberg, quien confiesa que recibió del grupo holandés Velox unos US$150 millones por su participación en Santa Isabel, ha diversificado su portafolio de inversiones, el que maneja a través del holding Algeciras.
Una de sus últimas apuestas es un hotel en la ciudad de Cusco en sociedad con la cadena Marriott. El proyecto no ha sido fácil: la inversión inicial de US$32 millones se ha elevado a más de US$46 millones. "Ha sido muy difícil. Por ejemplo, para hacer las excavaciones, que pensábamos realizarlas con máquinas, tuvimos que hacer cuadrículas de 50 centímetros y excavar a mano con arqueólogos permanentes", cuenta Elberg, quien habló con "El Mercurio" el viernes recién pasado en Perú, tras inaugurar un centro de distribución en sociedad con los empresarios chilenos de Bodega San Francisco, Sergio Barros y Federico Silberberg.
Se estima que el hotel abrirá finalmente sus puertas durante el primer semestre del próximo año. Esta será la tercera incursión del grupo en materia hotelera en Perú: hoy tiene el 40% del hotel Marriott de Lima y controla, en la misma ciudad, el hotel Foresta & Suites.
Pero va por más. A finales de este año comenzará a levantar un hotel Courtyard (una división de Marriott) en la zona de San Isidro de la capital peruana. En esta ciudad la firma también maneja edificios de oficinas y centros comerciales vecinales.
En Chile, el holding participa en el negocio de los malls vecinales en sociedad con la empresa Patio. Además, es socio de la cadena hotelera Atton, a través del fondo de inversión Capital Advisors en el que participan junto a los grupos Angelini y Said.
Nuevos países donde llegar
"Sí, estamos viendo Colombia. Estamos en una fase de exploración", responde el empresario cuando se le consulta sobre la posibilidad de llegar a nuevos mercados.
¿Los negocios que le parecen atractivos? "El bodegaje, siguiendo la sociedad que tenemos con Bodegas San Francisco en Perú (...) y el negocio automotor", precisa.
¿E ir a Argentina? "Por ningún motivo (risas). Nadie en su sano juicio va a ir a invertir a Argentina. Nosotros tenemos un negocio inmobiliario: compramos un fundo de 1.600 hectáreas en las afueras de Buenos Aires antes del corralito, lo que nos hizo perder hasta el modo de andar. Bueno, no perdimos porque el terreno (en sociedad con otros inversionistas chilenos) todavía lo tenemos y se está parcelando. Pero no vamos a ganar un peso en quince años".
Afinando motores
Pero además ingresará a un nuevo rubro: lanzará en los próximos meses su propia financiera automotriz en Chile, con el objetivo de potenciar la venta de autos que realiza a través de Auto Summit (con las marcas Ford, Peugeot, Mitsubishi, Chery, MG, entre varias otras).
"Estamos en la etapa de desarrollo y debiésemos tener funcionando nuestra financiera durante el segundo semestre de este año", detalla Solari, quien agrega que Auto Summit logró duplicar su tamaño en los últimos dos años.
Junto a esto, Elberg está replicando el negocio de la venta de autos en Perú, en alianza con SK Bergé, con las marcas Kia, Chery y MG.
"La tasa de penetración del mercado vehicular peruano es de 20 personas por auto, mientras que en Chile es de cinco a uno. Está todo por crecer. Además, está por eliminarse el derecho de importación de autos usados hacia el año 2013", destaca el gerente de Algeciras.
Refugio personal
Junto con la aviación, los hobbies de Elberg son el trote y la escalada. Las dos últimas actividades las practica en un fundo de 20 mil hectáreas en Panguipulli.
Sus planes eran desarrollar aquí un proyecto de conservación y ecoturismo, el cual desechó. "Ya tengo 62 años. No quiero entrar en proyectos nuevos que me signifiquen un desgaste importante personal. Y ese sector, donde se podría desarrollar un proyecto de ecoturismo, es como mi refugio personal, entonces, es como meter un negocio en mi reducto personal y no tengo la voluntad de hacerlo", explica.
Elberg no hace el quite a ningún tema, excepto cuando se le pregunta sobre su patrimonio.
"Nunca he sacado las cuentas. Queremos pasarlo bien, sin estrés, sin estar exigiéndoles a los de más abajo. No nos interesa crecer al 20%, al 30% o al 5%. Es a lo que salga haciéndolo bien", dice.
Sobre su sucesión, bromea y apunta a Andrés Solari: "Él va a ser el presidente del directorio".
Ya más en serio, explica: "Estamos preparando una estructura formal para que la organización no se desarme, no para el ingreso de los hijos (tiene cuatro) a los negocios".
"Todos creemos que Toledo gana"
El empresario se muestra sorprendido por el crecimiento que ha experimentado la economía peruana.
"Lo atribuyo a un ordenamiento del estado. Desde que nosotros llegamos en 1993 hemos visto que realmente la gente trabaja bien, el gobierno ha mantenido una política en el tiempo y les ha dado extraordinarios resultados", afirma.
A su juicio, un cambio de Gobierno no debiera cambiar las buenas perspectivas para el vecino país.
"El único que podría hacer algo distinto es (Ollanta) Humala, y no va a salir. Todos creemos que (Alejandro) Toledo gana", dice.
Poco interés en volver al retail -¿Le interesa volver al negocio del retail?
"No, para nada, nunca más (ríe). Es un negocio complicado. Los que están hoy en el mercado son muy, muy grandes y partir de nuevo en eso es una aventura que no estoy en condiciones de enfrentar. Tampoco tengo las ganas".
-¿Qué le parece la concentración en la industria de supermercados?
"Tengo la impresión que es gente que no se va a poner de acuerdo en subir los precios. Es decir, la competencia siempre va a existir. Va a haber unas cuatro o cinco cadenas en Chile, las que cada vez competirán más por pequeños espacios. Por ejemplo, Unimarc está llegando a los barrios más pequeños. Yo vivo en Viña del Mar, en Recreo Alto, y ahí se puso un local OK Market de Unimarc, que lo manejan tres personas. Por eso, la competencia cada vez va a ser más feroz".
