Cada abril de los últimos catorce años, el Banco Central ha recibido la cuota de la deuda subordinada del Banco de Chile, que tiene plazo de vencimiento el 2036. Sin embargo, las positivas utilidades proyectadas para la entidad financiera, controlada por el grupo Luksic y Citigroup, podrían adelantar en casi 20 años el pago de dicho compromiso adquirido durante la crisis bancaria de 1982 y reestructurado el año 1996.
Estimaciones del departamento de estudios de LarrainVial -en base a un crecimiento de la economía local de 6,3% en 2011 y de 4% anual en los siguientes siete años- muestran que el último pago se podría realizar en 2019 con cargo a las utilidades del año anterior, período en que las ganancias del banco alcanzarían los $823.661 millones (ver tabla).
Con el objetivo de darle mayor dinamismo a las operaciones del Banco de Chile, en 1996 se creó la Sociedad Matriz de Banco de Chile (SM-Chile) con el único fin de dar solución a la deuda subordinada, además de controlar el 14,7% de las acciones del banco.
También se formó la Sociedad Administradora de la Obligación Subordinada (SAOS), filial de SM-Chile y que actualmente posee el 34,6% de las acciones del Banco de Chile, títulos que están prendados a favor del Banco Central para garantizar la deuda.
En este mismo proceso se definió un período de 40 años para pagar la obligación -en UF y a una tasa de interés de 5% al año- en cuotas anuales de 3,1 millones de UF, monto que se pagaría con los dividendos que generarían las acciones del Banco de Chile que posee SAOS. Sin embargo, el año pasado el instituto emisor recibió una cuota mayor a la estipulada (4,8 millones de UF) disminuyendo la obligación subordinada hasta 40,8 millones de UF.
Para este año, estiman en LarrainVial, la cuota de la deuda subordinada sería de 5,1 millones de UF -gracias a que las utilidades del banco cerrarían 2010 en los $392.459 millones-, monto que seguiría subiendo durante los próximos ocho años.
Consultada SM-Chile respecto a la posibilidad que se adelante el pago, no aceptaron referirse al tema. Sin embargo, fuentes ligadas al grupo confirmaron que, dado el ritmo de utilidades proyectado para el banco, es muy probable que se finiquite la totalidad de la deuda durante esta década.
Disolución de sociedades
Una vez consumada la deuda subordinada, SAOS y SM-Chile se disolverán, esta última dividida en cuatro series de acciones.
La serie B -la más transada del mercado- representa a una acción del banco en manos de SM-Chile y a 2,3 títulos en propiedad de SAOS. Una vez pagada la deuda, entre los accionistas de SM-Chile B -entre ellos el grupo Luksic y Citigroup- se distribuirá el 91,69% de las acciones de Banco de Chile que garantizan actualmente el pago de la obligación subordinada en SAOS.
Además, recibirán las acciones "CHILE" en manos de SM-Chile que resten después de que se hayan distribuido los títulos del resto de las series.
En el caso de los poseedores de acciones serie A, tendrán derecho una acción del banco y un 4,73% de las que posea SAOS; mientras en la serie D ese porcentaje es de 3,58%. La serie E, en tanto, sólo recibirá una acción de Banco de Chile.
Recomiendan comprar acciones de SM-Chile Un positivo 2010 registraron las acciones de Banco de Chile. La reactivación de la economía impulsó los papeles que cerraron el año pasado con una rentabilidad de 63,55%, tendencia que se ha mantenido: en las dos primeras semanas de enero acumula un avance de 5,80%.
Sin embargo, fueron los títulos de SM-Chile los que más se han destacado. En 2010, la serie B subió 124,6% y este año acumula un alza de 10,42%. Mientras las series A, D y E ganaron 200%, 152,7% y 77% el año pasado.
Y las perspectivas son mejores, por lo que el analista senior de LarrainVial, Javier Pizarro, recomienda comprar estos papeles por sobre los de Banco de Chile.
"El precio de los títulos continuará aumentando como consecuencia del importante descuento que presenta respecto del valor neto de sus activos y debido a las buenas perspectivas de Banco de Chile, que permitirían que la deuda subordinada se extinga el año 2018", señala.
Una vez cumplido dicho plazo y que se disuelva la sociedad matriz, el experto agrega que la principal consecuencia será un fuerte aumento de la liquidez de la acción de Banco de Chile, que alcanzaría el 33%. Lo anterior, explica Pizarro, es una buena noticia debido al bajo nivel actual (12% sin incluir las acciones de Jacob Ergas).
"Por otro lado, el banco se ha caracterizado por ser bastante más conservador que sus pares, lo que tiene el potencial de cambiar una vez que su matriz no cargue con la deuda subordinada", dice.
Cifras 40,8 millones de UF
es el total de la deuda que al año pasado registra SM-Chile, matriz de Banco de Chile, con el Banco Central.
3,1 millones de UF
es la cuota que tiene que pagar la entidad financiera por la deuda subordinada. El año pasado, sin embargo, desembolsó UF 4,8 millones.