lunes, 12 de abril de 2010
Victoria Reyes P.
Cristián Arnolds, gerente general de la distribuidora eléctrica, dice que el cambio del sistema en que la autoridad fijaba el precio del nudo, a uno determinado por contratos licitados, impactará el valor de las boletas.
santiago.- Pese a que la infraestructura de la firma distribuidora de energía eléctrica Chilquinta Energía -cuyos principales accionistas son las estadounidenses Sempra Energy y Ashmore Energy International- fue muy afectada por el terremoto, la compañía ve buenas perspectivas para este año.
Cristián Arnolds, gerente general de la firma, cuenta que el presupuesto 2010, ascendente a US$ 40 millones, permanece invariable. "Esperamos un buen segundo semestre", dice. Además, están a punto de establecer una alianza con una empresa de retail para comercializar productos alternativos al negocio eléctrico, tales como televisores, computadores y lavadoras. "Buscamos a alguien que nos pueda complementar en retail para poder vender estos productos", comenta. Estos otros negocios, más otros como el servicio a clientes libres, construcción y mantenimiento de instalaciones eléctricas, significan un 10% de la facturación total de la compañía.
-Este año debutan los precios licitados, y ha trascendido que hay problemas en los mecanismos de operación por indexaciones y cambios en los precios de la energía...
"Estamos de cabeza trabajando en ese tema, que es cambiar un sistema simple de precio de nudo fijado por la autoridad a uno que incorpora contratos licitados. En la operatoria resulta complejo, y estamos viendo con Endesa y Gener el cálculo de precios. Empezamos en abril con los precios licitados".
-¿Subirán las cuentas para el cliente final?
"Sí, este cambio de modalidad va a significar un alza de 4% sin IVA en las tarifas. Esto, para un cliente residencial típico o promedio de Chilquinta. El nuevo sistema de precios se basa en que todos los clientes del Sistema Interconectado Central (SIC) paguen un precio similar como costo de generación, con diferencias que no pueden ser de más de 5% (que a nivel de tarifa final sería no más de 2%)".
-¿A qué se debe el alza?
"Los contratos licitados por Chilquinta actualizados a marzo tienen un precio promedio de 9% más bajo que el precio de nudo actual. Pero se calcula un promedio de los contratos licitados por todas las distribuidoras, y eso da un valor 9% más alto que el precio de nudo actual, y el efecto en la cuenta final es al alza. No podemos bajar las tarifas, pues debemos promediarnos con todos, subsidiaremos a clientes de otras distribuidoras. El mix de contratos de Chilquinta para abril viene de la primera licitación, pero entraron muchos contratos de la segunda licitación, que tenía precios más altos".
-¿Cómo fue afectada Chilquinta por el terremoto?
"Tuvimos un apagón en el SIC, hubo daños en las subestaciones, postes afectados, interruptores que se abrieron, transformadores con problemas, cables fuera de posición y equipos afectados. Hicimos un trabajo intenso para recuperar las instalaciones. Hubo un trabajo de hormiga para solucionar las fallas a nivel de las redes de distribución en las distintas ciudades. Se nos generó un gran cuello de botella en la disponibilidad de gente capacitada; entonces aumentamos en seis veces el personal en terreno y llegamos a tener 300 personas".
-¿Cuánto les costará reparar estos daños?
"Entre reparaciones de equipamientos y gastos adicionales estimamos que US$ 5 millones. Trajimos 50 técnicos de Perú y 20 técnicos de Argentina, y con todo logramos, en una semana, restablecer el suministro en 100% a nuestros clientes. Priorizamos hospitales, clínicas, suministro de agua potable y cárceles".
-¿La industria debe mejorar sus niveles de seguridad para enfrentar desastres de este tipo?
"Hay cosas por mejorar. Lo que pasó con el apagón de Transelec (Charrúa) es porque si un transformador falla el otro no es capaz de absorber toda la carga. Por un criterio de eficiencia se definió que no debía haber un respaldo 100% a nivel de transformación en transmisión. Es válido, pero también es válido repensarlo a la luz de lo ocurrido. Pero todas estas cosas tienen su costo".
-Hay que definir si estamos dispuestos a pagar más por mayor seguridad...
"Además de distribuidores somos transmisores. Si invirtiéramos más y si el esquema regulatorio lo exigiera, podríamos tener mayor seguridad. Es un tema de balanza, cuánto estamos dispuestos a pagar por eso. Igualmente, pienso que la reacción de la industria ante el terremoto fue buena, restablecimos el suministro en una semana. Se vio que las normas de construcción están bien, la transmisión quedó más endeble".
-La demanda eléctrica cayó 10,6% en marzo. ¿Cómo afecta esto las proyecciones para el año?
"Tenemos clientes que están consumiendo sólo un 30% de lo normal. Obviamente que cayó la demanda en marzo y las empresas nos demoraremos en tener al 100% de nuestros clientes de nuevo conectados. Marzo, abril y mayo serán malos, pero en el segundo semestre esto se normalizará. En vez de crecer al 6% que proyectábamos antes del terremoto, creceremos al 4%".
-¿Cómo analiza el anteproyecto enviado por el ex ministro Tokman, que introduce eficiencia energética en la operación de distribuidoras eléctricas?
"Es positivo porque hay que buscar una fórmula para generar un incentivo para la eficiencia y una penalización cuando no se cumplan determinados objetivos. Pero hay que presentar una propuesta bien estudiada, porque no es fácil saber por qué un cliente está consumiendo menos. Puede ser que alguien consuma menos porque está viajando más fuera de Santiago, y no por ahorro. ¿A quién premiamos en ese caso?".
