J ames Brudenell, conocido como Lord Cardigan, popularizó estos chalecos abotonados luego de usarlos en la Guerra de Crimea, en 1856. Han pasado 163 años y el cardigan sigue presente en los clósets de hombres y mujeres, lo cual confirma su atemporalidad y su gran capacidad para adaptarse a todo tipo de personalidades y estilos. A Coco Chanel le debemos el interés femenino por esta versátil prenda; a Gucci, su reinvención más reciente. Los cardigans con un 50% de lana natural y un 50% de fibras sintéticas ofrecen la mejor relación precio-calidad.