"Si pierdo un partido es como si se hubiese muerto un familiar"
sábado, 20 de abril de 2019
Claudio Herrera
Deportes
El Mercurio
El argentino se va a los extremos. "Sé que está mal, pero lo vivo así", admite. Un jugador de choque que alucina con la Copa Libertadores y superar a River Plate. "Sueño con jugar en un grande", lanza.
E nclavado en Floresta, en el hogar de los Fernández casi todos se desviven por River Plate. Un clan futbolero (Juan Manuel, el hermano mayor, llegó a jugar en la Sub 20 de Argentina), donde Julián Rodrigo, el volante de Palestino, se fanatizó con el club del barrio. "Con mis amigos íbamos a ver de chicos a All Boys, me hice hincha y tuve la suerte de jugar ahí, y defendía los colores como si fuera mi vida", cuenta el argentino de 24 años. En los foros del ascenso trasandino algunos recuerdan al "León" como un jugador batallador, pero que a menudo se le "salía la cadena". "Me pasaba mucho en All Boys, al ser fanático jugaba con una presión extra, todos mis amigos eran hinchas del club y si pierdo un partido es como si se hubiese muerto un familiar. Hoy también me pasa, pero adentro de la cancha lo controlo. Sé que está mal, pero lo vivo así. Lo hablo con mis cercanos: sé que comparar la muerte de un ser querido con un juego no tiene nada que ver, pero lo estoy tratando de corregir. Me gusta que la gente me identifique con roce y el trajín, ganar una dividida y dársela al 'Mago' Jiménez, pero acá he empezado a jugar más. En toda mi carrera había hecho tres goles y en Palestino llevo nueve", cuenta. El bonaerense conoció el estrés en La Cisterna. "En mi primer torneo nos salvamos de bajar en la última fecha con Wanderers, en el siguiente lo mismo ante Huachipato, imagínese el sufrimiento, porque si bajas es una mancha que cuesta sacar. Por suerte hicimos una gran Copa Chile que hoy nos tiene en la Libertadores. Es un desgaste lindo, vivir estos partidos es único y lo disfrutamos porque hemos estado a la altura en el grupo más difícil de toda la Copa, pese a que muchos nos daban por muertos". -¿Qué tienen a favor? "Grandes jugadores y un técnico ganador, que sale a jugar con cualquiera, porque lo más fácil en la Copa es meterse atrás. Y no es que ande haciendo charlas que te motiven, no, Ivo (Basay) con su forma de ser transmite hambre de ganar". -¿Pasar a octavos equivale a salir campeón en Chile? "No sé si salir campeón, porque nunca tuve la sensación de ganar un torneo nacional, pero si clasificamos vamos a dar mucho que hablar y puede servir para lanzar nuestras carreras. Yo sueño con jugar en un grande, ya sea en Chile, Ecuador, Perú o Argentina. Antes, claro, está la Católica, que hoy es el mejor equipo del país, pero jugar en La Cisterna nos da tranquilidad y tenemos la responsabilidad de ganar". -¿Si trasladan el nivel de la Copa al torneo deberían pelear arriba? "Sí, en los papeles debería ser, pero ojalá no quedemos fuera nunca de la Copa y si llega a pasar quizás sea un golpe duro. El torneo chileno no es fácil, todos intentan jugar. Me he llevado sorpresas, a (Luis) Jiménez solo lo conocía de nombre, pero es un fenómeno, agradezco tenerlo de nuestro lado. Me gusta mucho vivir en Chile, después el fútbol es igual en todos lados, tu familia es la que siempre te banca , porque cuando pierdes un partido te llegan dos mensajes y cuando ganas son mil. Es como una burbuja, pero yo no espero nada de nadie".
