Un estudio desarrollado en dos períodos, por profesionales de la Conaf en Puerto Williams, demostró que la leña almacenada en un secador pierde más humedad, y en la mitad del tiempo, que aquella que queda apilada al aire libre. Con esto se logra una mejor eficiencia. La primera fase del estudio fue entre octubre de 2017 y marzo de 2018 y el otro en el primer trimestre de este año. Así se obtuvo un 30% de humedad con condiciones apropiadas de secado en tres meses, la mitad del tiempo que se necesitó para llegar al 35% de humedad en la leña apilada a la intemperie. "Una leña se considera seca al registrar un contenido de humedad desde 25% hacia abajo. Esto nos sirve para transferir este conocimiento a los vecinos en sus propios hogares", destaca el director regional de la Conaf, Mauricio Véjar.