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Recorrido por la emblemática población Lo Hermida contó con representantes del pueblo mapuche:

Asistentes valoran cercanía de Celestino Aós en su primer Vía Crucis en Arzobispado de Santiago

sábado, 20 de abril de 2019

Equipo de Ciudad y Regiones
Nacional
El Mercurio

Mensaje del administrador apostólico tuvo como ideas centrales el apoyo a los más necesitados y la equidad. Chilenos y migrantes participaron de la actividad.



A pesar de que un resfrío afectaba su voz de marcado acento español, el administrador apostólico de Santiago, Celestino Aós, lideró ayer su primer Vía Crucis en la capital. La tradicional actividad, en que se representan 14 estaciones que recorrió Jesús previo a su crucifixión, se realizó junto a la comunidad de la población de Lo Hermida, en Peñalolén.

Fieles y niños de distintas nacionalidades recibieron al capuchino con muestras de afecto. En varias ocasiones durante el trayecto se acercaron a saludarlo y pedirle bendiciones. "¿Cómo lo están pasando?", les preguntó Aós a los pequeños cuando se acercó a conversar con ellos.

El religioso -que vistió su habitual túnica café, pero con una estola roja- afirmó que estas tradiciones y fechas deben dar pie a acciones de ayuda con los más necesitados: "Todo aquel que sufre merece nuestra atención y en sectores populares como este, la Iglesia vive y testifica este carisma del amor". En la oportunidad, Aós destacó el trabajo que realizan en la población las organizaciones 12 Canastas y CAM, que trabajan con los más vulnerables y adultos mayores.

El administrador apostólico entregó además un mensaje donde la equidad fue un concepto central: "Nuestra dignidad no consiste en haber nacido hombres o mujeres, en Chile o más allá de la frontera (...) Consiste en que Dios nos quiso".

También pidió bendiciones para los pueblos originarios. En la cuarta estación -en que Jesús es negado por Pedro- participaron mapuches y también se narró ese momento del recorrido en mapudungun. "Don Celestino nos vino a dar como un golpe de vitaminas", dijo luego Gemita Huenchuñir.

Margarita Gamboa también valoró la presencia del sacerdote: "Es una forma de que él llegue a la gente más humilde y de que ellos vean que sí están comprometidos con nosotros".

Cristián Valenzuela, que asistió con su esposa y sus dos hijos, también interpretó la elección del lugar como una señal de la Iglesia Católica de retomar la cercanía con los feligreses: "Que ellos vengan acá es como para renovar la imagen de la Iglesia con el pueblo".

Junto al administrador apostólico, estuvo el párroco de la parroquia Jesús Servidor, Pablo Palma. El también capellán de La Moneda agradeció la presencia del capuchino. "Es una alegría tremenda (...) que venga y conozca los proyectos comunitarios y el trabajo pastoral".

"Este es un signo que habla por sí mismo y que el obispo esté acá es un gran gesto", destacó.

Recorrido costero

En La Serena también se realizó la tradicional actividad, encabezada por el arzobispo René Rebolledo. Más de 500 fieles recorrieron las estaciones preparadas por cada una de las comunidades, capillas y movimientos.

En la capital de Coquimbo, la particularidad del Vía Crucis es que parte de su trazado es frente al mar, por lo que varios turistas se sumaron al trayecto.

En Concepción, en tanto, el recorrido partió en la cruz monumental de la ciudad, ubicada a 20 cuadras de la catedral.

Distintos grupos de fieles se turnaron para cargar la cruz en las estaciones, la última de ellas frente al principal templo penquista. Allí, el arzobispo de Concepción, Fernando Chomali, acompañado de algunos sacerdotes locales, la cargaron hasta el interior del recinto para desarrollar la última parada: el relato de la Pasión y Muerte de Jesucristo.

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