Díaz-Canel cumple un año como Presidente en medio de profundización de la crisis económica
sábado, 20 de abril de 2019
Erika Lüters Gamboa
Internacional
El Mercurio
El primer jefe de Estado después de los Castro enfrenta un difícil momento financiero y aumento del desabastecimiento.
El Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, cumplió ayer un año en el cargo con muy poco que celebrar. El país atraviesa uno de sus más complicados períodos económicos y con tendencia a empeorar todavía más, como reconoció hace pocos días el propio Raúl Castro. Según reportes desde La Habana, hoy las tiendas y almacenes lucen un poco más vacíos y algunos productos básicos, como pollo, huevos, leche en polvo o papel sanitario, son más escasos. Directivos de las firmas importadoras estatales, los que manejan el comercio minorista, dijeron a The Associated Press que el problema se debe a la falta de liquidez. Hasta los diarios estatales tuvieron que reducir su número de páginas la semana pasada, debido a la escasez de papel de periódico. Por eso las palabras de Castro la semana pasada, cuando advirtió que el desabastecimiento de alimentos se agravará, sonaron preocupantes. Aunque las matizó diciendo que la situación no llegaría a los niveles de lo vivido tras la caída de la Unión Soviética. A esa época, su hermano Fidel la llamó el Período Especial: entre 1990 y 1993, la isla se quedó prácticamente sin combustible, con apagones diarios de 12 horas y una escasez grave de alimentos. El Producto Interno Bruto cayó un 36%. Las autoridades cubanas atribuyen la actual crisis al endurecimiento del embargo que Estados Unidos aplica contra Cuba desde 1962 y a la situación que atraviesa Venezuela, su principal socio y aliado político. El miércoles, el gobierno del Presidente Donald Trump anunció que activará el 2 de mayo una norma que permite demandar en tribunales estadounidenses a empresas extranjeras presentes en Cuba que gestionan bienes confiscados tras la revolución de 1959, lo que podría implicar una fuerte disminución de la inversión extranjera en Cuba. "La situación en Venezuela complica las cosas en Cuba, pero la crisis cubana no se deriva de la crisis venezolana, sino que es propia de las políticas fracasadas durante seis décadas de voluntarismo, irresponsabilidad y falta de seriedad; de insistir en la propiedad estatal cuando se sabe que no funciona; de reprimir a los privados, que son los únicos realmente productivos en el país, y de poner al Partido Comunista por encima de todo y de todos", afirma a "El Mercurio" Eugenio Yáñez, economista y politólogo cubano. Raúl Castro impulsó desde 2008 reformas económicas que permitieron el trabajo por cuenta propia, lo que dio paso al surgimiento de pequeños comerciantes, los llamados "cuentapropistas", y lanzó la Zona Franca del Mariel, con el objetivo de atraer inversiones. Hoy, sin embargo, solo el 13% de la fuerza laboral es privada y las exportaciones no crecen con la "dinámica requerida", reconoció el ministro de Economía, Alejandro Gil. Cuba necesita este año 5.000 millones de dólares para la importación de alimentos y combustibles, que se compran a crédito. El problema, explicó Gil, es que Cuba no está al día en el pago de esos créditos. Las deudas impagas ascendían a 1.500 millones de dólares a fines de 2018, según cifras oficiales. Caracas le aporta a Cuba, aproximadamente, la mitad del petróleo que necesita para cubrir la demanda nacional de electricidad y transporte. En tiempos "normales" esta cooperación, que se forjó por un acuerdo entre el exmandatario Hugo Chávez y Fidel Castro, ascendía a 100 mil barriles de crudo diarios. Hoy, esa cifra ronda entre 35 mil y 40 mil barriles. El gobierno de Díaz-Canel no adoptó -que se sepa- un plan B para superar la emergencia. "Esta es una crisis para Fidel Castro, no para Raúl. Fidel habría tenido mucho más capacidad estratégica para dirigir este asunto", afirma Manuel Cuesta Murúa, historiador y activista político socialdemócrata. Lo que ha hecho el gobierno cubano para conseguir petróleo son "movidas erráticas", agrega Cuesta Murúa. "Fueron a Qatar para ver si podrían sustituir un poco el suministro de petróleo, no se sabe cómo les fue allí. Luego, visitaron Argelia, donde hay una crisis y se produjo la caída del Presidente Bouteflika". Según los analistas, desde que asumió Díaz-Canel, el primer dirigente que sin llevar el apellido Castro llegó al tope de la cúpula gobernante, lo único que ha variado es la forma de gobernar. El Presidente, que hoy cumple 59 años, ha demostrado tener un estilo mucho más dinámico y abierto que sus antecesores. Suele asistir a actos públicos, visitar empresas y colegios y cuando se produjo la tragedia aérea en La Habana el año pasado, en la que murieron 112 personas, concurrió al lugar para dirigir personalmente las labores de rescate y consolar a los familiares. "El único cambio real con Díaz-Canel ha sido su estilo de dirección. Pero en lo demás, las políticas y conductas, nada nuevo. Todos los cambios son en lo superficial, lo folclórico, pero nada en lo sustancial. Díaz-Canel no tiene ni conocimientos ni capacidad de liderazgo, ni hormonas políticas, para algo diferente de lo que ha hecho este primer año", afirma Yáñez. Aunque Raúl Castro (87 años) pasó la Presidencia a Díaz-Canel, no ha soltado las riendas del todopoderoso Partido Comunista, que liderará hasta 2021.
