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La mirada del experto Luis Benavente

"Era un político que imponía respeto y liderazgo"

jueves, 18 de abril de 2019

Nicolás García de Val
Internacional
El Mercurio

El politólogo peruano asegura que el partido del expresidente tiene ahora una "oportunidad" de renovación.



Con dos períodos presidenciales y como líder del partido más longevo de la política peruana, la figura de Alan García marcó la historia reciente del país.

Para el director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente, el líder del Partido Aprista Peruano (APRA) "era una figura muy importante en política" de su país, que "imponía respeto y liderazgo". Su muerte, dijo, no dejará indiferente a nadie, pero será su legado económico y no el político el más reconocido.

"García tuvo un fracaso económico en su primer período (1985-1990), pero en su segundo (2006-2011) era otro hombre. Ya no era un socialista impetuoso, sino un promotor del mercado y un defensor de la inversión privada. Logró algo que no se le reconoció del todo: el progreso económico".

En el último año de Alejandro Toledo -predecesor de García-, la economía peruana creció 6,3% tras haber sufrido una fuerte caída a inicios de 2001, según cifras del Fondo Monetario Internacional. En 2010, al final del segundo período de García, la economía creció 8,5%.

El legado político de "Caballo Loco", como le decían sus opositores, es mucho más oscuro. "Creo que no hizo mucho bien a la política peruana, no promovió el cambio ni a nuevos políticos. Él tenía una habilidad política realmente impresionante y muchos de sus adversarios se lo reconocían, pero no creo que los padres les digan a sus hijos: 'mira el ejemplo político de Alan García, que fue un paladín de la democracia y de la honestidad", asegura Benavente.

El fallecido expresidente era la gran figura de su partido, era imposible hablar de uno sin mencionar al otro, por lo que el futuro de la colectividad está en el aire tras lo ocurrido ayer.

No obstante, asegura el politólogo, la tragedia puede ser una oportunidad para el APRA, que hoy solo tiene 5 de los 130 escaños en el Congreso. "El partido podría renovar su liderazgo. Va a tener dos opciones: buscar a un nuevo líder -hombre o mujer-, joven, carismático, que no tenga manchado su nombre y el partido se irá para arriba. O usar una figura vieja, un dinosaurio que los mantenga en el sótano de la política".

Si el APRA no aprovecha esa oportunidad de renovarse, su futuro corre peligro. "No creo que desaparezca, pero sí va a estancarse. Si no logra el 5% de los votos en las presidenciales de 2021, perdería su inscripción en el registro de partidos. Pasar de haber tenido la presidencia dos veces a perder el registro electoral es algo bastante humillante", manifestó Benavente. En las elecciones de 2016, García obtuvo 5,83% de los votos; en la de 2006 había pasado a segunda vuelta con 24,32% (que ganó después con el 52,62%).

En un país donde todos los expresidentes y varios altos políticos están investigados por casos de corrupción, la muerte de García impactará con fuerza. "Creo que en ellos (los políticos investigados) va a haber una especie de espíritu de solidaridad con García, porque van a hacer como propio el drama del expresidente", asegura Benavente. "Su mismo final, tan controvertido, estamos en shock ; creo que ese mismo final es parte de un legado traumático", concluye.

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