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Mujeres en la ciencia y sus dificultades:

La polémica sexista tras la histórica fotografía de un agujero negro

jueves, 18 de abril de 2019

A. Ibarra y R. García
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Katie Bouman, investigadora del MIT, fue crucial para crear el algoritmo que permitió la hazaña. Sin embargo, en las redes sociales surgieron voces que minimizan su rol.



Katie Bouman (29) fue uno de los rostros tras la proeza técnica que asombró al mundo el miércoles pasado, cuando se dio a conocer la primera imagen de un agujero negro. Su fotografía acompañó historias periodísticas de cómo la investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) fue crucial en el desarrollo del algoritmo clave para obtener la imagen.

Bouman ya era un referente antes del miércoles. En su charla TED "Cómo tomar la fotografía de un agujero negro" (en YouTube y que data de 2016) explica detalles del proyecto. En esencia, para captar la imagen de un elemento tan lejano como el de la galaxia Messier 87 (53 millones de años luz) se necesitaría un telescopio del tamaño de la Tierra. "En su lugar, tomamos ocho telescopios de todo el mundo que fueron construidos para otros propósitos y los unimos para actuar como un solo plato", dijo Bouman en una entrevista a PBS (TV pública estadounidense).

Voces de odio

Tras aparecer en los medios, pronto comenzaron a surgir voces en las redes sociales que cuestionaron su trabajo. Decían que Bouman solo había sido responsable de una pequeña parte de (casi) un millón de líneas de código que tenía el software utilizado en la hazaña y que el verdadero héroe era Andrew Chael (28). Que Bouman se llevaba los créditos solo por ser mujer y no ser un "hombre blanco heterosexual".

El mismo Chael, en su cuenta de Twitter, desmintió tales afirmaciones, comenzando porque eran tan solo 60 mil líneas de código y que no sabía con exactitud cuántas escribió ella y cuántas él. "Katie fue una pieza fundamental en nuestra colaboración en cada paso", dijo Chael, quien añadió que le parecía irónico que lo eligieran a él para este ataque a su colega y amiga, siendo que es homosexual, y no un "hombre blanco heterosexual".

Jorge Ibsen, jefe de computación de ALMA, explica cuál fue el rol de Katie Bouman. "Ella lideró los esfuerzos en la verificación de las imágenes y la selección de los parámetros de la imagen final. Es también uno de los coautores del tercero de los seis papers relacionados con el hito y que fueron publicados en The Astrophysical Journal Letters".

Según Ibsen, este tipo de hallazgos "requieren de equipos multidisciplinarios que incluyen profesionales de las ciencias de la computación e ingeniería eléctrica, como es el caso de Bouman. Ellos tienen el potencial de encontrar paralelos que pueden ser transferidos desde y hacia otras áreas del conocimiento, fuera de la astronomía", añadió.

Concuerda el astrofísico y divulgador científico español Javier Armentia, autor de una columna en el diario "El País" titulada "Agujero negro sexista: "Esto no es producto de una noche de inspiración de una persona, pero todos entendemos que entre los 200 que firman los artículos y la gente que trabajó en los observatorios y procesando las imágenes, hay muchas historias personales", dice a "El Mercurio".

"El periodismo usa el factor humano para contar la épica de estas hazañas, que son áridas y muy técnicas. Katie Bouman encarnó un espíritu joven. Ella, desde hace tiempo, nos venía explicando lo que se estaba haciendo en el proyecto con mucha claridad", agrega.

Según el científico español, tras el movimiento del Mee Too y el 8M, ha surgido un fenómeno en las redes sociales en que "las científicas y las divulgadoras son cuestionadas al punto de decir que solo por ser mujeres obtienen protagonismo".

Todo el episodio donde se vio involucrada Katie Bouman ha pasado antes, argumenta Armentia. "Los canales en YouTube de mujeres que divulgan ciencia reciben muchos insultos, cosa que no pasa en los de hombres. Bouman es una víctima de esto. Es un fenómeno triste porque enturbia una bellísima historia y le resta importancia a lo que está en el fondo: que la colaboración internacional de hombres y mujeres es la que permite avanzar en el conocimiento".

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