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71° Campeonato Nacional de Rancagua:

Una final de película

lunes, 15 de abril de 2019

Arnaldo Guerra Martínez
Rodeo
El Mercurio

La historia del triunfo de Pablo Aninat (27) y Alfredo Díaz (26) en el último Champion de Chile y los próximos pasos del criadero El Peñasco de Santa Sylvia y de la collera campeona, Peumo Marcado y Doña Inés.



A lfredo Díaz González, como buen comunicador audiovisual, tiene la película clara de por qué ganó la final del rodeo.

"La clave fue correr muy tranquilos, sin cometer errores. Pudimos abstraernos de todo; de lo dura que es la final y los puntajes tan altos, de la medialuna llena y de la intensidad y la euforia en las graderías que hacen que cueste mantenerse concentrado", comenta este corralero de 26 años, ganador del 71° Campeonato Nacional de Rodeo junto a Pablo Aninat, otro joven huaso, de 27 años, técnico agrícola, que 11 años después de haber conseguido un tercer lugar, cuando tenía 16 años, subió de nuevo al podio, pero ahora a lo más alto.

Los nuevos monarcas lograron el título con 40 puntos buenos montando a Doña Inés y Peumo Marcado, representando al criadero El Peñasco de Santa Sylvia, de Marcos Villalón.

Fue cumplir un sueño, dicen.

"Lo único que queríamos era correr más de un toro. Pero cuando fuimos avanzando, dijimos: hemos trabajado todo el año para estar aquí, así que 'aperremos', mostremos personalidad y huevos, como se dice en el fútbol, y confiemos en nuestros caballos", comenta Díaz.

"Para todos los que vivimos de esto, las ganas son siempre de ser campeón. Y más en mi caso, que ya tenía un tercer lugar de muy chico, que ahora obviamente uno disfruta o asimila más. Gracias a Dios se pudo conseguir", dice Aninat.

La dupla, en una tarde inspirada, rompió todos los pronósticos. Dejaron a los campeones de la temporada anterior, Gustavo Valdebenito y Cristóbal Cortina, en Compadre y Caballero, del criadero Peleco, en el segundo lugar, con 37 puntos. Terceros quedaron Mario Matzner y Germán Varela, en Maricachi y Tío Lalo, 36.

El talento de Aninat

El relato de Alfredo Díaz de las cuatro carreras de la final con Aninat sirve para rememorar la tarde en que pasaron a la historia del rodeo.

"Los 8 puntos del primer animal nos dieron mucha tranquilidad. En el segundo, cuando hicimos 11 puntos, nos reíamos porque dijimos ya, démosle, porque si corremos el cuarto hacemos requisito para correr el próximo año y así adelantamos pega. Esa era nuestra expectativa. Después vino el tercer toro y la cuota de suerte, porque salió un animal medio complicado que nos quiso hacer una tijera, pero la pudimos salvar. Y llegamos a 30 y así nos vimos corriendo el cuarto toro, entre los siete mejores de Chile, y con puros cracks al lado... Dijimos: que gane la cabeza y no nos pongamos a hacer leseras. Y pasó mucho de eso cuando empezaron a correr las primeras colleras, todas se empezaron a caer", comenta.

En el último animal esa suerte y la tranquilidad los guiaron.

"Cuando nos tocó, ya era fácil superar a Matzner y Varela, y con eso asegurábamos la cuenta, aunque igual corrimos muy precavidos y concentrados", dice.

En el cuarto toro jugó a favor la experiencia de Aninat.

"Mi compañero mostró todo su talento en una primera atajada que fue muy difícil y después para atrás en que casi se le detiene el toro. Cuando nos dan los 10 puntos, dijimos: ya, vamos a tener que bailar cueca, pero no estábamos muy preocupados de los puntajes", comenta Díaz.

Con sello Zunino

"El objetivo que nos planteamos con Leopoldo Díaz, que es la persona encargada de los caballos que llegó en julio de 2018 al criadero, era llegar a la final de criadores y a la final de Rancagua. Y quedó cumplidísimo todo", señala Marcos Villalón, dueño del criadero El Peñasco de Santa Sylvia, de Los Ángeles, quien relata que fue el destacado criador Ítalo Zunino, ya fallecido, quien más influyó en lo que es hoy su plantel.

Villalón -un serenense que desde pequeño se las arregló para tener caballo, aunque fuera prestado- se dio maña para desarrollar su criadero con la ayuda de amigos.

Primero fue Alfonso Trivelli. De él obtuvo su primera yegua de cría, la Consentida, hija del Chamanto. Años después tuvo que irse a Alemania por trabajo, y su amigo Ítalo Zunino le pidió que le dejara la yegua.

Cuando volvió, le dijo: "Aquí está tu criadero". Le tenía la yegua con cinco crías, entre ellas Doña Inés, la nueva campeona nacional.

Una vez que la empezaron a trabajar, rápidamente dio muestras de su calidad.

Pero, en ese momento, llegó un consejo de Ítalo Zunino: "Para la yegua y mándamela, porque le vamos a poner potro". El elegido fue Cuenta Cuentos, el potro regalón de Zunino y la cría fue Peumo Marcado. Es decir, madre e hijo ganaron el Champion de Chile 2019. Y más aún, en la serie Criaderos clasificaron los tres a la final: Peumo Marcado y Doña Inés por el criadero El Peñasco de Santa Sylvia, y Cuenta Cuentos y Timbero, por Agua de los Campos y Maquena.

"Esto no se vive todos los días", concluye un entusiasta Marcos Villalón, quien ya promete para la nueva temporada otra collera en la pelea: Hortensia con Encino Regalón.

En primera fila

Pablo Aninat está ciento por ciento dedicado a los caballos. De hecho, también llegó a Rancagua con Schawky Eltit con el caballo Don Roro, que preparó íntegramente, pero no pudo avanzar a la final.

Su trabajo diario lo divide entre sus caballos y los del criadero de Villalón.

"Al criadero en que yo trabajo con los campeones voy lo más que puedo, aunque los caballos los prepara don Leopoldo Díaz, el papá de mi compañero", dice Pablo Aninat, un corralero que llegó la primera vez a Rancagua a los 14 años.

En el momento del triunfo, la dedicatoria es para su padre, Mauricio.

"Ha sido perseguir lo que él me enseñó con la misma pasión y con las mismas ganas. La meta que tiene uno como hijo es igualar al papá. En 2008 logré correr el cuarto toro y ser tercero y él también tenía un cuarto toro, en 2004. Y ahora pude ser el número uno", dice.

Aninat destaca los logros de El Peñasco. Ha llegado dos veces a Rancagua y en las dos corrió la final, solo con caballos salidos del criadero.

"La yegua Doña Inés es mi regalona. Me ha hecho correr dos finales y en la última me hizo campeón nacional. No perdió ninguna atajada en el champion. La he corrido tres temporadas y siempre hemos tenido buenos resultados. Es una yegua madura, que ya tiene 13 años. Ojalá le podamos sacar embriones porque también dio un buen hijo como el Peumo Marcado", señala Aninat, quien se propone mantenerse en primera línea, pero con los pies en la tierra.

Corralero busquilla

Paso a paso, tal como dijo que fueron tomando las cosas en la final, ha sido la forma que escogió Alfredo Díaz para llegar a lo más alto del rodeo. "Llegué a Rancagua, pero antes pasé por muchas etapas. Estuve como público, como petisero, como portero. Después me integré en labores de prensa -es colaborador del portal caballoyrodeo.cl y trabaja para radios regionales-, y al final puedo decir que el trabajo es la clave", destaca.

Fue la primera final para Díaz, mientras que para el caballo Peumo Marcado era su primera temporada. El año pasado llegó a Rancagua corriendo por el criadero Vichiculen, de Fernando Errázuriz. De ahí, como su padre Leopoldo se fue a trabajar los caballos de Marcos Villalón, él también partió invitado a correr por el criadero.

Un hito para él fue cuando llegaron a trabajar con los hermanos Claudio y Rufino Hernández, en la época en que fueron campeones de Chile. Fue una oportunidad de oro para aprender de la vida, más que de atajadas.

"Yo les agradezco. Me fueron puliendo. Cuando uno es chico es soberbio, comete errores y ellos me enrielaban. Ahí yo aprendí de esfuerzo. Cuando estaba con ellos hice muchas cosas. Iba a trabajar al rodeo, hacía de portero, de colero, donde faltara alguien", señala.

Luego vino su paso a la prensa corralera, con el periodista Enrique Gutiérrez, quien lo convirtió en fotógrafo y después en comentarista y relator de las corridas para radios locales. Antes había estudiado Contabilidad, pero no pudo seguir. Al final estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Santo Tomás. Ha participado en transmisiones, incluso para el programa "Hablemos de Rodeo", de Jorge Inostroza.

19 puntos
marcó Pablo Aninat en la yegua Doña Inés, mientras que Alfredo Díaz, en Peumo Marcado, hizo 17. Con los 4 de salida suman los 40 del triunfo.

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