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Compromiso país

jueves, 04 de abril de 2019


Editorial
El Mercurio

Chile requiere mayor diálogo social, y este ha sido un buen paso.



Después de más de cinco meses de reuniones, fueron entregados esta semana al Presidente Piñera los diagnósticos y líneas de acción definidos por las dieciséis mesas que se conformaron en el contexto del llamado Compromiso País. Esta iniciativa fue impulsada por el Gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo Social, para abordar las graves problemáticas sociales a las que se enfrentan distintos grupos de chilenos, identificadas a partir del mapa de la vulnerabilidad que se elaboró el año pasado. Dicho mapa develó situaciones tan diversas y dramáticas como, por ejemplo, la de los 4 millones 900 mil adultos que no han completado su escolaridad; los casi 150 mil adultos mayores dependientes que, siendo parte del 40% más pobre del país, viven solos; el 47,2% de las viviendas rurales que no tienen acceso a la red de agua, o las 46 mil familias que viven en campamentos.

Cada una de las mesas se abocó a una de esas 16 problemáticas, conformando equipos que incluyeron a representantes del sector público, como ministros y jefes de servicio; hombres y mujeres de empresas tanto en el rol directivo como ejecutivo, y exponentes del mundo académico. A ellos se sumaron especialistas de organizaciones sociales que trabajan cotidianamente con los segmentos más vulnerables del país. Este diseño ha permitido un enriquecedor intercambio de puntos de vista entre actores diversos, en una modalidad de trabajo que supone una actitud de apertura hacia la sociedad civil por parte del Estado, junto con una comprensión de los actores privados respecto de su rol social. En total, han participado en la iniciativa unas 250 personas, las que sostuvieron 235 reuniones y desarrollaron 35 salidas a terreno. Resultado de ello ha sido un documento de 93 páginas, en el que se definen 50 líneas de acción para enfrentar los problemas abordados, con algunos planes piloto ya en funcionamiento. Este positivo balance sugiere la posibilidad de replicar la experiencia para abordar otras temáticas e incluso evaluar si pudiera ser conveniente el diseño de un marco institucional que la proyecte.

En el caso específico de Compromiso País, corresponderá, en una nueva etapa, avanzar en la profundización de las propuestas planteadas, pasando al diseño de estrategias de intervención frente a las distintas temáticas, considerando indicadores y plazos. Ciertamente, una iniciativa que busca hacerse cargo de las más graves vulnerabilidades que afectan a sectores de nuestra población ha de evitar crear expectativas poco realistas, cuya solución demanda inevitable gradualidad. Del mismo modo, es preciso evitar que las propuestas se aterricen como extensas listas de tareas y gastos que solo correspondan al Estado; no solo porque resultaría inviable financieramente, sino también porque los privados han sido convocados tanto para diagnosticar como para aportar soluciones.

Con miras a evitar riesgos de esa naturaleza, resulta fundamental el rol del Ministerio de Desarrollo Social para articular intereses y visiones muchas veces contrapuestas, como ha estado desempeñándolo hasta ahora. Chile requiere de mayores niveles de diálogo social, y Compromiso País constituye un importante paso en esa dirección.

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