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Alfonso Swett, padre e hijo: una historia tejida entre fútbol, juguetes, zapatos, campamentos y gremios

domingo, 31 de marzo de 2019


Economía y Negocios Domingo
El Mercurio




En la calle Alonso de Ovalle, en el centro de Santiago, se escuchaban muchas sirenas de carros de bomberos. Un joven Alfonso Swett Saavedra, entonces funcionario del Banco Edwards, fue a mirar qué pasaba. Era 1964. El incendio ya había consumido una casa completa, Swett ofreció arrendar dicho terreno, y luego construyó allí una playa de estacionamientos, que sería uno de los primeros emprendimientos de este empresario, hoy presidente de Forus -una de las compañías de retail más grandes de Chile, y que vende icónicas marcas, como Hush Puppies-, y padre del presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett Opazo.

Swett Saavedra (75 años) cuenta que a los 16 años empezó en negocios, distribuyendo quesos y mantequilla entre su familia y amigos, y al año siguiente, cuando muere su padre, Ricardo, empezó a trabajar. El destino fue el Banco Edwards, por tres años, y luego la americana ESSO Stardard Oil, donde se le dio la oportunidad de estudiar como contador. "Yo no estudié en la universidad, pero estas compañías tenían estructuras para formar empleados", cuenta sobre un trabajo en el que se mantuvo hasta los 24 años, cuando se independizó.

Era una época en que el capital escaseaba, por lo que era necesario ahorrarlo. "Eso fue lo que hice yo. Se podría decir que mi inicio como empresario fue el 66", relata, cuando formó una compañía de seguridad industrial y equipos de soldar, con un socio, y en la que aprovechando las nuevas leyes de protección laboral comenzaron a fabricar cascos de seguridad y máscaras respiratorias, entre otros.

El negocio incluso creció fuera de Chile, en Venezuela, Argentina, y viajó a Australia para representar los casos de seguridad North.

En 1974 a Swett Saavedra, que ya estaba capitalizado en dólares incluso, le ofrecieron entrar a Elecmetal comprando un paquete -hoy son los segundos mayores accionistas, tras la familia Claro-, y también agrandó el negocio de seguridad e incursionó en los juguetes, con representaciones de firmas como Mattel, lo que duraría hasta los 80.

Toms, como se llamó el negocio de importación de juguetes, llegó a tener cerca de 10 tiendas propias en Santiago, compitiendo con fabricantes locales como Otto Krauss. Así es como empieza su aventura en el incipiente retail chileno, el que más tarde se convertiría en uno de los pilares de los negocios familiares.

No fue hasta 1981 en que apareció el negocio del calzado, cuando su amigo Jaime Celedón le cuenta que una empresa americana quería hacer un estudio de mercado sobre el calzado en Chile. "Me pidió que se lo hiciera. Yo le dije: no tengo idea de zapatos, pero te ayudo". El resultado fue que los americanos -la firma Wolverine- les ofrecieron la representación de Hush Puppies en Chile, lo que cristalizó en un acuerdo en participaciones de 30% los americanos y 70% Swett, que duró hasta los 90, cuando los inversores extranjeros les vendieron su parte.

El negocio comenzó en una época en que en Chile se fabricaba calzado incluso para exportar, con el detalle que Swett quiso darle una impronta especial: sacar al chileno del zapato negro o café, e ir a la moda y estilo casual. La empresa llegó a tener dos plantas y más de mil trabajadores. Hoy Forus - cuya denominación proviene de "for us"-, maneja 29 marcas y está en cuatro países.

Swett Saavedra también presidió el club deportivo Universidad Católica, y aunque sigue yendo al estadio y vinculado emocionalmente y por la historia como hincha, está alejado de cualquier cargo de la sociedad anónima deportiva. Es que su convicción y su razón de estar en el club era cumplir un rol social, y no por la rentabilidad. Esa cercanía con el club cruzado llegó a su hijo, Alfonso Swett Opazo (51 años, ingeniero comercial de la Universidad Católica). "Nuestra vida de niños estuvo siempre girando en torno al Club Deportivo UC. Los fines de semana jugaba a los autitos con Mario Lepe (excapitán del equipo)", recuerda el presidente de la CPC, sobre un proyecto que tenía una eminente orientación social, que lo marcaría a él mismo en la adolescencia.

Su "primera empresa": organizar alimentación para un campamento en plena crisis de los 80

En efecto, cuando Swett Opazo a los 15 años estaba en primero medio -en 1982 y en medio de la crisis y cesantía de proporciones que vivía el país-, decidió hacer lo que llama su "primera empresa". Organizó un comedor para dar alimentación (desayunos, almuerzos y comida) a 450 niños del campamento Arturo Prat en el paradero 14 de Vicuña Mackenna. Mientras los compañeros de clase del colegio Verbo Divino de Alfonso Jr. iban a fiestas y vivían la adolescencia en pleno, él reunía dinero en su curso, luego en los paralelos y en todo el colegio para su cruzada social. Una vocación que incluso preocupaba a sus papás, que veían que su hijo dedicaba su juventud a los campamentos y no a la vida propia de un joven.

Luego vino el momento de decidir qué hacer con su vida. Y pese a que tenía promedio 7 en matemática, sus opciones eran Trabajo Social o estudiar Filosofía, una pasión que tiene hasta hoy. De hecho, su libro favorito es "Ética a Nicómaco", de Aristóteles, que ha leído más de cinco veces. "El papá me dijo que no iba a financiar hobbies , sino carreras. Fue difícil, porque yo tenía talento para los números, pero mi inquietud era social. Entonces, entré a estudiar Economía en la Católica", dice.

Luego de votar por el No en el plebiscito de 1988 -tardó siete años en contarle a su papá-, compitió en el Centro de Alumnos de Economía por una lista de la Concertación en contra del Movimiento Gremialista. Ganó.

Reclutado por quien considera su "maestro", el hoy ministro de Hacienda, Felipe Larraín -y quien le había hecho clases de Monetaria-, llegó a trabajar con el entonces senador RN Sebastián Piñera como asesor, llevándole la agenda económica en el Senado. En 1992 le tocó armar desde cero la Fundación Futuro, también ligada al actual Presidente Piñera, y en paralelo, le administró su dinero personal, siendo el antecesor de Juan Luis Rivera en Bancard.

Fue recién en 1994 cuando entró a Forus, como gerente comercial, debiendo afrontar cuatro años más tarde los embates de la crisis asiática del 98, que le implicaron dar vuelta el modelo de negocios, de fabril a importaciones. Se instaló en 1999 en China por seis meses, en períodos de hasta 45 días continuos, de modo de darle un giro al negocio, luego que las ventas cayeran 30%. Swett se dio cuenta de que las empresas americanas estaban abaratando 30% de costos fabricando en China. Entonces se convenció de que debían dar el salto. Llegó a Taiwán, luego fue a Panyu, en la provincia de Guangzhou, hasta que llegó a fábricas en Zhuhai. Después de eso, se convirtió en gerente de operaciones comerciales de Forus.

Tras hacer su MBA en la Universidad de Duke en 2002, en 2004 regresó para asumir la gerencia general del holding familiar Costanera.

Su hermano Sebastián, el talento comercial tras Forus

El patriarca Alfonso Swett Saavedra detalla que la familia maneja sus negocios a través del holding Costanera, desde donde operan en cuatro áreas de negocios. Forus, que representa el 44%. El área industrial, donde tienen el 23% de Elecmetal. El área agroindustrial, donde tienen cerca del 5% de Hortifrut -allí cohabitan con sus primos hermanos, la familia Moller Opazo-, y también manejan Olisur, una firma productora de aceite de oliva que cuenta con plantaciones en Chile y Portugal, unas 1.500 hectáreas en dicho país, con oficinas en Brasil, Estados Unidos y Canadá, y que factura anualmente unos US$ 30 millones. La cuarta área es la financiera-infraestructura, donde manejan estacionamientos en España y edificios en Estados Unidos, entre otros negocios.

Tras el alejamiento total de Alfonso Swett Opazo de los negocios, fue su hermana Macarena, la menor, la que como gerenta general ha liderado el crecimiento del holding .

En tanto, su hermano Sebastián ha sido quien lidera Forus, con especial talento comercial, y la ha convertido en lo que es hoy, una firma con 29 marcas representadas, 511 tiendas y operaciones en Colombia, Perú, Chile y Uruguay, y que en bolsa vale US$ 674 millones.

Alfonso Swett Saavedra preside el holding y Forus, y es director de Elecmetal.

El consejo del padre al entrar a la vida gremial: "Cuídate"

"Cuídate". Ese fue el consejo que le dio su papá cuando Alfonso Swett Opazo arribó a la CPC. Hoy como presidente del gremio, Alfonso Swett es el más público de los cuatro hermanos (tras él, vienen Sebastián, Carolina y Macarena). Y una de sus luchas que dio para llegar como consejero de la Sofofa tuvo que ver con pedir un recambio, e invitar a los empresarios a mirar las cosas de una forma distinta. Y por eso, anuncia Swett, en las elecciones de consejero a la Sofofa en abril, no se repostulará. Su período en la CPC termina en abril de 2020 en que, por estatuto, no se puede repostular.

"Luché muchos años por un recambio generacional. Voy a cumplir 10 años en el tema gremial, y uno tiene que ser coherente en su vida. He tomado la decisión de no repostularme a la elección de consejero de la Sofofa de abril. Así como yo luché, uno tiene que saber dar un paso al lado para dejarles espacio a generaciones más jóvenes. Espero que en esta próxima elección de consejeros ingrese mucha gente joven y más mujeres", dice.

Sobre sus planes futuros, y el posible arribo a la política partidista o de cargos de elección popular, Swett responde: "Es importante que un presidente de la CPC no tenga agenda futura. Cuando tiene, empieza a calcular sus pasos. No tengo ningún tipo de agenda, no quiero hacerme la pregunta al respecto. No tengo ningún plan ni en lo gremial ni el lo político. Cero". De hecho, dentro de sus planes inmediatos, una vez alejado de sus cargos gremiales, además de volver a los negocios familiares, está en 2020 hacer el magíster de Derecho de la UC. "En 2020 voy a postular al posgrado en Derecho en la UC. Uno tiene que opinar de muchas cosas, tomar muchas decisiones, y nunca tus conocimientos son 100% completos. Nunca hay que dejar de aprender", reconoce.

Entrando de lleno al análisis político, Swett se pronuncia sobre lo mejor y peor del gobierno de Piñera. "Lo mejor es recuperar el crecimiento. De un país que había crecido en 2017 1,3%, llegar a crecer 4% es tremendamente meritorio. Un país que llevaba cuatro años de crecimiento negativo en la inversión, y subir 4,7%, también es positivo".

Pero hace un contrapunto. "De este 4,7%, sin embargo, maquinaria y equipos, o el reemplazo del camión -que no da más empleo-, subió 8,2%. En tanto, la inversión que sí genera empleo, que es construcción y grandes proyectos, creció solo 2,7%. Y esto explica en parte que el empleo en 2018 haya crecido solo 1,6% y las remuneraciones reales, solo 1,2%. ¿Dónde se quedó rezagado?: en empleo y remuneración. Ese rezago produce un tremendo desafío político de decir 'mire, el país está creciendo, pero a mí no me llega'. Ese rezago, que no es menor, va a marcar en forma importante el 2019-2020", advierte.

Y sobre reforma tributaria, una de las banderas que más ha levantado Swett estos días, recuerda que en la de 2014 no se habló de crecimiento ni de inversión, mientras que ahora, tanto gobierno como oposición, sí lo han incorporado a la ecuación.

"En las 142 páginas de la propuesta de la DC, que leí atentamente, tienen cuatro principios, y uno de esos es procrecimiento, y la integración es una medida procrecimiento y proinversión. La depreciación acelerada e instantánea es una medida procrecimiento y proinversión, igual que la certeza jurídica".

Sobre las medidas que ha propuesto la oposición, Swett destaca: "Hay varias. Por ejemplo, que la depreciación instantánea sea permanente y no transitoria, y ese es un tremendo aporte en mejorar aún más la inversión. Otra idea que rescato con mucha fuerza, que planteó el senador Carlos Montes, es mirar las exenciones tributarias. Lo que más me llama la atención es el beneficio tributario a una fuente muy contaminante como el diésel, que beneficia a los camioneros y no incluye a los ciudadanos".

Respecto de la reforma presentada por el Gobierno el año pasado, Swett cree que es una buena propuesta para debatir y perfeccionarla en el Congreso. "Lo que no me parece es que se quiera discutir fuera del Congreso generando una gran y larga incertidumbre si se va o no se va a aprobar la idea de legislar". Sobre este punto, la no aprobación de la idea de legislar, es donde el presidente de la CPC ha enfocado sus dardos. "El lugar que nos hemos dado republicanamente en Chile para parlamentar sobre estas materias es el Parlamento. Hoy me preocupa más el cómo, por cuánto tiempo y dónde, que el qué estamos debatiendo", apunta.

Eso sí, reconoce que la responsabilidad del retraso en el avance de la iniciativa en el Congreso ha sido de todos, incluido el Gobierno, que recién este mes activó las tratativas con la oposición. "En esto tenemos que ser muy humildes y reconocer que todos tenemos responsabilidad. Tenemos que recuperar en Chile la palabra 'bien común' que se nos ha estado olvidando hace un buen rato. 'Bien común' significa que todos los actores sociales, políticos, gubernamentales, empresa grandes y pymes, sindicatos, tenemos que estar dispuestos a perder algo. Si hay alguno que concurra al encuentro del bien común sin estar dispuesto a perder algo, no vamos a encontrar nunca bien común. Y lamentablemente la forma en que estamos discutiendo está dañando la economía. Yo creo que vamos a tener un crecimiento en el primer trimestre del 2,2%, casi la mitad de todo el año pasado", apunta.

"La no aprobación de una buena reforma tributaria puede significar 1% menos de crecimiento del PIB. Eso es lo que nos estamos jugando hoy, y 1% menos de PIB son dos puntos menos de inversión", remata.

"Voy a cumplir 10 años en el tema gremial, y uno tiene que ser coherente en su vida. He tomado la decisión de no repostularme a la elección de consejero de la Sofofa de abril. Así como yo luché, uno tiene que saber dar un paso al lado para dejarles espacio a generaciones más jóvenes".
ALFONSO SWETT OPAZO

"Se podría decir que mi inicio como empresario fue el 66".
ALFONSO SWETT SAAVEDRA

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