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Pedro Ibáñez y el secreto detrás de Explora: "De alguna manera, marcó una forma de conocer el país, de sacarle partido y aprovechar las verdaderas ventajas nuestras"

domingo, 31 de marzo de 2019


Economía y Negocios Domingo
El Mercurio




Pese a que se declara un "jubilado de los negocios", el estilo y la multiplicidad de los emprendimientos de Pedro Ibáñez Santa María (74 años, casado con Elisa Bulnes y padre de 6 hijos) se mantienen hasta hoy.

Como emprendedor, ha incursionado en áreas muy diversas y la educación es una de ellas. La Escuela de Negocios de Valparaíso nació al alero de la Fundación Adolfo Ibáñez en 1953, con fondos destinados por su abuelo, Adolfo Ibáñez Boggiano y por aportes de la familia Ibáñez Ojeda, mientras que la Universidad Adolfo Ibáñez fue creada por la misma fundación en 1988. También Ibáñez estuvo vinculado a la producción de alimentos.

Hace ya seis años se desprendió de su emblemática compañía en esta área, Tresmontes Lucchetti, lo que marcó, según relata, su retiro del mundo de los negocios. "Estuve toda mi vida ocupado de los negocios. Me fui saliendo de a poco, y terminé saliendo el 2013", cuenta. En sus inicios, esta compañía era Córpora Tresmontes a secas, y manejaba marcas muy conocidas, como los jugos Zuko o café Monterrey, además de varias viñas. En 2003 se convirtió en Córpora Tresmontes Lucchetti, luego de que Pedro Ibáñez comprara esta última firma de pastas al grupo Luksic. Y 10 años más tarde, en 2013, el empresario porteño vendió Tresmontes Lucchetti al grupo colombiano Nutresa, por US$ 758 millones de la época.

Pero el rubro alimentario sigue siendo parte de la carpeta de negocios de la familia. La nueva generación, liderada por su hijo Maximiliano Ibáñez, creó y abrió el año pasado la cadena de comida saludable Fork. "Ese negocio lo está desarrollando (Maximiliano) con todo un grupo de ejecutivos jóvenes que tienen una visión muy atractiva", asegura Pedro Ibáñez.

Por cierto que la mayor impronta del estilo multifacético de Ibáñez está en el turismo, con la cadena hotelera Explora, que fundó hace más de 25 años, y que marca una verdadera disrupción en la oferta turística chilena, pues catapultó al país como uno de los destinos más relevantes en el orbe para el turismo de intereses especiales, para aquellos viajeros que buscan lugares remotos de exploración.

Hoy, ya consolidada, Explora tiene cuatro hoteles, tres en Chile -en Atacama, Patagonia y en la Isla de Pascua- y uno en Perú, en el Valle Sagrado. Y maneja un proyecto en desarrollo para levantar un quinto hotel en la Patagonia Argentina: "No hemos empezado todavía, pero la idea es hacer algo. Es en El Chaltén, estamos estudiando todavía el proyecto", revela Pedro Ibáñez, quien reconstruye cómo inició esta aventura.

"Partimos en el año 92-93, hace más de 25 años. En aquel entonces todavía no se hablaba con tanta claridad y precisión sobre este concepto del emprendimiento. Uno iba haciendo cosas en la medida que se iban presentando", cuenta.

"A los que nos tocó vivir en el Chile anterior a 1973, sabíamos que para poder subsistir en el mundo empresarial había que tener una cierta diversificación de actividades. Porque algunas veces estaban buenas las importaciones, otras veces las exportaciones, otras veces era mejor la industria, etc. Siempre uno miraba, por lo menos lo que me pasó a mí, de ir balanceando las actividades, de manera que tres o cuatro lo fueran manteniendo a uno relativamente a flote", dice.

En este contexto, Pedro Ibáñez rememora que estuvieron "un tiempo allegados a una línea aérea (Ladeco), donde se discutía mucho el tema del turismo por razones obvias. Pero lo primero que nos dimos cuenta era que el pasajero de una línea área no tenía nada que ver con el turismo que se podía hacer en Chile. Si uno miraba lo que era el turismo, Chile no tenía ninguna condición especial para fomentarlo, lo que se hace cuando uno va a Europa, donde hay ciudades muy bonitas, entretenidas, donde hay monumentos, catedrales, museos. Si uno le pasaba revista en aquellos años a Chile, uno decía 'bueno, es que tenemos muy buenas playas', pero unas playas donde cualquiera que se metía se congelaba", cuenta con humor.

"Entonces nos dimos cuenta de que lo que uno hace es viajar, explorar. El territorio en los años 90 todavía era súper poco explorado. En el sur estaba partiendo la industria salmonera, uno veía que todas las ciudades de la Región de Los Lagos, y de ahí para el sur, eran ciudades que estaban muy paralizadas. Así que decidimos que si hacíamos un emprendimiento turístico teníamos que hacerlo en torno a otras actividades diferentes del turismo, en torno a la exploración de un territorio que era muy desconocido y muy poco aprovechado. De ahí salió la idea de hacer Explora", asegura.

"Si uno lo mira en retrospectiva, eso resultó interesante, porque de alguna manera marcó una forma de conocer el país, de sacarle partido y de traer gente desde el extranjero que pudiese aprovechar las verdaderas ventajas nuestras. Hoy, Chile ha pasado a ser un destino no turístico, sino de trekking , de exploración, donde la gente viene a hacer una vida al aire libre de carácter deportivo", agrega.

-¿Cómo decidió dónde partir con el primer hotel?

"Si uno decide ir por la exploración, hay que ir a los puntos máximos. Torres del Paine era un sitio importante en Chile, tal como lo era el desierto de Atacama. Muy notables, muy contrastantes, que hacían una combinación muy potente. Inauguramos la operación en Patagonia en el 93 y el 98, Atacama. El de Isla de Pascua es de un poco después, el 2006".

"Discutimos mucho lo de la Isla de Pascua, porque no estaba en lo que habíamos definido como la identidad chilena en la cordillera de los Andes. En Chile, en 1850-1860 se vivía mucho con la cordillera. La gente atravesaba a caballo, si uno lee los libros de Pérez Rosales se da cuenta de cómo se vivía con la cordillera. Pero luego eso se perdió y cuando yo era chico, la cordillera ya era una cosa que estaba de espalda de uno. Entonces nos propusimos centrarnos en la cordillera, como eje. Así que lo de la Isla de Pascua resultaba un poco confuso, se salía de la línea nuestra, pero era un destino tan remoto, atractivo y misterioso, que nos pareció que complementaba bien una visita del extranjero en Chile".

-¿La idea de vender algo más que noches hoteleras, sino una exploración, parte de los inicios de Explora?

"Sí, partimos con eso y dijimos necesitamos alguna parte donde la gente se quede, algún campamento base. Chile estaba muy lejos, tomaba mucho tiempo llegar y era caro venir. Entonces, descartamos segmentos de posibles clientes que no tenían recursos suficientes para venir y fuimos a apelar a un segmento más alto, al que había que darle no solo una exploración atractiva, sino que pudiesen llegar en la noche y descansar muy bien".

"Nuestra principal clientela estuvo en la costa este y oeste de Estados Unidos, y en Inglaterra. Dije si logramos atraer a los ingleses, que son los más viajeros del mundo, si a ellos les caemos bien, y les gustamos, creo que tenemos ganada la partida. No eran millonarios, pero sí gente de buenos ingresos, culta y que le gusta hacer esta vida al aire libre intensa. Lo llamamos el lujo de lo esencial: una muy buena cama, muy buen agua, para que saliera fuerte la ducha, muy buen bar y un sitio acogedor donde la gente pudiera hacer vida social. Esto era lo que nos gustaba cuando salíamos de excursión en grupo, se daban unas conversas muy entretenidas, y dijimos 'tenemos que replicarlo aquí y ver cómo lo hacemos para que la gente se junte'. Tenemos que lograr que la gente interactúe, en las exploraciones se produce una interacción. La gente sale de excursión y terminan amigos por la vida".

"En Sudamérica hay muchos lugares remotos y ahí es donde estamos explorando"

-¿Cuál podría ser el próximo destino de Explora? ¿Hay algún otro lugar al que usted le gustaría llegar o que esté evaluando?

"Siempre estamos evaluando hartos lugares. Y aquí en Chile, yo creo que hay buenas oportunidades de hacer cosas nuevas, pero también afuera".

-¿Está en los planes ir a un nuevo país?

"Esto no se trata de construir hoteles, se trata de organizar programas de exploraciones en distintas partes. El hotel es un accesorio al programa, en la medida en que encontramos lugares que tienen ventajas de ofrecer posibilidades de exploración interesante. Todos los lugares que escogimos son remotos, porque es donde mejor se pueden desarrollar las exploraciones. En Sudamérica hay muchos lugares remotos y ahí es donde estamos explorando".

-¿Usted mismo es de ir a explorar estos lugares?

"Uno no manda a hacer Explora así como manda hacer Sheraton. Uno tiene que vivir la experiencia, de relacionarse mucho con el lugar, con la gente, la cultura, la historia, conocer el paisaje. Y de acuerdo a eso poder decidir si hay lugar para desarrollar una operación como la nuestra. Yo también, trato...".

-Usted participa en el área educacional. ¿Cuál es su visión sobre la gratuidad en la educación universitaria?

"La gratuidad universitaria es una cosa que se ha rotulado con un título de justa e igualitaria. Y creo que de muchas maneras ha sido injusta, puesto que ha dejado de lado recursos para grupos que necesitaban esta ayuda de forma mucho más urgente, como los niños menores. No sabemos cómo va a resultar, la gratuidad es un proceso que está en desarrollo, así que cuesta poderlo calificar".

-A su juicio, ¿cómo debe ser el proyecto de reforma tributaria?

"El sistema tributario merece ser revisado, por lo cual me parecería una locura muy grande que el Parlamento se negase siquiera a la idea de legislar sobre esto. Eso sería una demostración de poco interés por el progreso del país y me llamaría mucho la atención".

-¿Cuál es la receta para fomentar el emprendimiento?

"Creo que impulsar el emprendimiento significa varias cosas. Impulsar la educación, un ambiente político que sea propicio. Muchas veces en Chile nos encontramos con que las cosas en ese ámbito no son tan propicias como para que la gente se entusiasme a emprender. Hay ideas que limitan y que desprestigian el emprendimiento. Luego, un ambiente económico que también favorezca, permita y entusiasme a la gente a emprender. Que no se encuentren los emprendedores con una burocracia agobiante encima, con un sistema de impuestos no solo altos, sino muy engorrosos. Que se puedan encontrar con gente preparada técnicamente en la línea de estos emprendimientos. Hoy, la educación técnica en Chile desafortunadamente no permite tener un nivel de personas adecuado para trabajar en muchas empresas con actividades modernas".

"El sistema tributario merece ser revisado, por lo cual me parecería una locura muy grande que el Parlamento se negase siquiera a la idea de legislar sobre esto".

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