Las luces y sombras de la carrera de Sabino Aguad
miércoles, 20 de marzo de 2019
Cristóbal Valencia M.
Deportes
El Mercurio
El directivo, alguna vez llamado el "Rey Midas" del fútbol chileno, pasa por su momento más difícil en su tercer ciclo en Azul Azul, donde su futuro está en entredicho. Sus cercanos lo defienden: "Es un enfermo del deporte", aseguran.
La renuncia de Frank Kudelka a Universidad de Chile dejó en una cuestionada posición a Sabino Aguad, el gerente deportivo de los azules. El DT cordobés criticó duramente al directivo en su partida. "Nos tendríamos que haber ido dos o tres, incluido Aguad", dijo, además de decir que no estaba capacitado para su cargo. Su situación se complicó más tras descubrirse que le mintió al directorio de Azul Azul respecto de la fecha de la llegada de Alfredo Arias. Y tras la dimisión de Carlos Heller, su futuro en el club es incierto. "Fue algo confuso. El directorio nunca estuvo informado de los detalles de la negociación y no entiendo por qué. Si uno ve los pasajes de Arias, inicialmente él iba a volver el miércoles a Montevideo. Pero como todo se precipitó, tuvo que quedarse. Yo creo que se marearon. Sabino fue muy importante en su momento, sobre todo en la época de Federico Valdés, cuando ganamos la Copa Sudamericana, pero esta vez los éxitos no lo han acompañado. El próximo directorio tendrá que decidir qué va a hacer con él", revela un director de Azul Azul. Es el peor momento de la carrera dirigencial de Aguad, quien llegó a ser conocido como el "Rey Midas" del fútbol chileno tras sus pasos por Colo Colo y la U. El ascenso En 2006, el ingeniero de amplia trayectoria en varias empresas asumió, tras el llamado de un head hunter , la gerencia general de Blanco y Negro. Gabriel Ruiz Tagle, timonel albo en aquella época, fue clave en su arribo. Estuvo dos años y medio en el cargo. Fue el último período de gloria del Cacique: con Borghi en la banca y Aguad en el escritorio, los albos ganaron tres títulos. Pero la relación de ambos, de a poco, se fue quebrando. En 2008, cuando el ciclo del "Bichi" estaba por concluir, el DT se enfrascó en una disputa con Aguad por el estado del césped del Monumental. Fue la gota que rebalsó el vaso. "Sí, tuve problemas con él. Aguad lleva cinco meses en el fútbol y cree saber más que el técnico, el canchero y los jugadores", disparó el argentino tras su adiós. Un miembro del cuerpo técnico de Borghi en aquellos años asegura: "Aguad no tuvo nada que ver con el éxito de ese equipo. A los refuerzos no los trajo él ni tuvo mérito en vender jugadores. Me preocupa que el medio crea que es un experto en esa materia. Es solo un buen empresario". En 2009 Aguad dio el salto a la U, el club del cual es hincha. Y la historia se repitió: los azules vivieron años de gloria, pero en 2012 se fue peleado con Jorge Sampaoli. El cruce con el casildense le traería problemas años después. En 2015 Aguad estaba de regreso en la U, pero tuvo que volver a irse cuando Sebastián Beccacece asumió la dirección técnica azul. En el entorno del ingeniero lo respaldan. "Es una persona que vive para el deporte. No le gusta el cine, tampoco la música, solo le interesa el fútbol. Dicen que se pelea con los DT, pero si te fijas eso solo paso con Borghi, Sampaoli y tuvo un choque con Beccacece. Y ahora con Kudelka", dicen. Emiliano Astorga dirigió a Palestino cuando Aguad era vicepresidente del club. "Nunca tuvimos ningún problema, en las buenas y en las malas. Todo lo contrario: siempre estuvo dispuesto a traer los jugadores que le pedía y armábamos el plantel en conjunto", asegura. Un cercano a Azul Azul complementa: "Dicen que en la U elige los jugadores por tincada, pero Sabino tiene una secretaría técnica especializada con seis personas que ve a jugadores y DT de todo el mundo. Fue él quien convenció al directorio de traer a Eduardo Vargas. Lo mismo con Marcelo Díaz: en 2011, cuando termina su préstamo en La Serena, Sampaoli no lo tenía considerado y Marcelo quería irse a Huachipato. Sergio Markarián le había dicho a la dirigencia que Díaz iba a ser el sucesor de Walter Montillo y Sabino le creyó y logró convencer a Sampaoli", cuenta.
