Investigación finlandesa sugiere que los escolares deberían bailar más en los colegios
lunes, 04 de marzo de 2019
M. C.
Educación
El Mercurio
Es una forma efectiva de ejercitar a los jóvenes, incluso a aquellos que se sienten poco hábiles para las actividades físicas. Su práctica no solo ayudaría a disminuir el sedentarismo, sino a formar niños más creativos y reflexivos.
Hace ocho años, el gobierno de Finlandia decidió poner entre sus prioridades el aumento de la actividad física y la disminución del tiempo de sedentarismo de los niños en edad escolar. Para lograrlo, entre sus planes estuvo el fomento de la danza dentro de los establecimientos educativos: desde clases especializadas, hasta pausas activas en las que un profesor les pide a sus alumnos realizar movimientos improvisados en la sala de clases. "Muchos niños y adolescentes a los que no les gustan las actividades físicas orientadas a los resultados disfrutan de estos movimientos que permiten más libertad, como la danza", plantea un informe que analiza los beneficios de haber incorporado el baile en los colegios de este país europeo. Elaborado por Arts Equal -un programa de investigación de la Universidad de las Artes de Helsinki-, el documento indica que la danza atrae a una amplia variedad de alumnos, algo que no siempre logran otros ejercicios. "No todos los niños sienten que sus habilidades motoras y competencias físicas son buenas en comparación con las de los demás. Es posible que muchos sientan que son lentos y torpes", explica a "El Mercurio" Anttila Eeva, profesora de Pedagogía en Danza y una de las académicas detrás del informe. Con la danza, esa sensación de incertidumbre se iría desvaneciendo. "Es una actividad en la que no se mide velocidad; no se necesitan evaluaciones numéricas de rendimiento. Esto es especialmente cierto en el caso de la danza creativa, del movimiento creativo, la improvisación de movimientos y la expresión corporal", indica Eeva. Como no requieren de habilidades motoras previas ni ningún talento especial, estas formas de baile son las más adecuadas para los colegios, asegura. "Cualquiera puede hacerlo si el profesor es alentador y competente", agrega. "Si bien la danza y la educación física son actividades corporales, difieren de sus propósitos y metodología. La danza en la educación valora las particularidades de cada cuerpo y el contexto en que se realiza. Su interés está en el desarrollo del lenguaje corporal propio y la expresión. No busca formar bailarines", indica María Verónica Canales, directora del Departamento de Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. En cambio, "la educación física tiene fines competitivos y recreativos, siendo la competitividad un aspecto que distancia a quienes no poseen habilidades o talento para su práctica". Fomentar la danza en educación "es fundamental para el desarrollo integral de los niños, ya que potencia sus capacidades creativas, críticas, reflexivas; la aceptación de su propia corporalidad y de otros", agrega la especialista, quien explica que en Chile, el núcleo de Lenguajes Artísticos de las nuevas bases curriculares de Educación Parvularia "integra de manera fundamental el ámbito corporal, por lo que se podría asumir que se valorará que su implementación se realice a través de la danza". En el caso de los más grandes, "en la formación diferenciada Humanístico Científica de III y IV medio aparece la asignatura de 'Interpretación y Creación de Danza' en el Plan Electivo Común. Por tanto, su implementación dependerá de las necesidades e intereses de los propios establecimientos". Según la investigación desarrollada en Finlandia, no se ha visto que los adolescentes se sientan incómodos de moverse o expresarse corporalmente cuando esta práctica es recurrente y compartida. "Se vuelve parte de su plan de estudios escolar, está integrado a la vida cotidiana de las escuelas", comenta Anttila Eeva.
