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Eduardo Guilisasti, que este año cumplirá tres décadas al mando de Viña Concha y Toro, encabeza este listado. La permanencia promedio en este puesto en Chile supera apenas los siete años, lejos de los dos dígitos de hace algunos años. Especialistas explican que esta mayor rotación es parte de un fenómeno global que deja al país en un nivel similar al de Estados Unidos. Los líderes de este ranking comparten sus recetas.

De los 30 gerentes generales de las empresas IPSA, solo seis llevan más de 15 años en el cargo y diez menos de 12 meses

domingo, 24 de febrero de 2019

Jéssica Esturillo.
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio




Cuando un trabajador de la mina Chuquicamata cumple treinta años de labores recibe un reloj de oro. El año pasado, Codelco les dio esta distinción a 159 funcionarios. Si esta tradición -una de las que perduraron tras la nacionalización del cobre- se extendiera hoy a los gerentes generales de las empresas IPSA e IGPA, habría solo un galardonado: Eduardo Guilisasti Gana, que en abril cumple tres décadas como el máximo ejecutivo de la Viña Concha y Toro, a la que ingresó a los 26 años.

"No hay una receta universal, se mezclan distintos factores", dice Guilisasti para explicar este período. El empresario, que es parte de la familia controladora de la vitivinícola añade que en su caso ha buscado un determinado desarrollo "entregando resultados de crecimiento y rentabilidad creciente en el tiempo, aunque por cierto sujeto a los vaivenes del ciclo agrícola propio de nuestro negocio".

En el caso específico de las 30 empresas del IPSA solo seis gerentes generales llevan más de 15 años en el cargo. Tras Guilisasti se ubican Enrique Cueto, que según los registros de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), lleva 25 años como CEO de Latam; Renato Peñafiel, con 23 años a la cabeza del Grupo Security, y Patricio Jottar, con 21 años en la gerencia general de CCU, el brazo de bebidas y alimentos del grupo Luksic.

Cierran la lista Eduardo Navarro, que este año completará 16 años como máximo ejecutivo de Empresas Copec -siendo el colaborador más cercano de Roberto Angelini, que preside el grupo Angelini-, y Lázaro Calderón, que hace 15 años lidera Ripley Corp.

En promedio, los gerentes generales de las empresas del IPSA están 7,1 años en el cargo y en contrapartida a la longevidad de los casos mencionados, hay diez de los máximos ejecutivos de este índice que asumieron esta responsabilidad hace menos de 12 meses, otros nueve se mueven entre uno y cinco años, y cinco están en el lapso de entre seis y 14 años.

Entre las 83 empresas del IGPA analizadas -pero descontando a las 30 que están en el IPSA-, la media de los gerentes generales sube ligeramente a 7,3 años. De esta forma, 11 gerentes generales de las 53 empresas de este indicador están hace más de 15 años en esta posición. Lidera John Grael, con 27 años a la cabeza de Molymet. Le siguen Francisco Pérez Mackenna, con 21 años en Quiñenco, y Álvaro Correa, de Almendral, con 20 años. En este caso, seis gerentes generales fueron designados hace menos de doce meses; 19 llevan entre uno y cinco años, 12 están entre seis y diez años y los cinco restantes tienen entre 11 y 14 años de antigüedad.

También hay casos entre las sociedades cerradas, como José Guzmán, que hace dos décadas lidera Agrosuper, donde trabaja hace 30 años.

La alta rotación es parte de un fenómeno global

A ojos de especialistas, el promedio de permanencia de los gerentes generales en Chile está en un nivel adecuado. De hecho, es similar al de Estados Unidos, donde también está en torno a los siete años, comenta el consultor y director de empresas Luis Hernán Paúl, quien agrega que esto es parte de un fenómeno global donde no es sorprendente que la longevidad de estos cargos se haya reducido, especialmente considerando que hace algunos años estaba por sobre los dos dígitos.

Lo ideal, dice, es que los gerentes generales se mantengan por períodos más prolongados que siete u ocho años, porque en definitiva "no hay ninguna razón para cambiar a un gerente general que funciona bien y va acorde al desarrollo de una industria", apunta Paúl, mientras el exejecutivo de Falabella Retail, consultor y director de empresas Agustín Solari comenta que la profesionalización de los directorios hizo que esas designaciones sean cada vez menos emocionales, primando la gestión objetiva.

"En general hoy los gerentes generales no se contratan esperando a que duren 20 años. La profesionalización de los directorios ha hecho que los nombramientos de ese cargo tengan características estratégicas de alta prioridad, ya que lo importante es que puedan llevar a cabo los planes estratégicos", explica Solari.

Al respecto, Hugo Caneo, del Centro de Gobierno Corporativo de la Universidad de Chile, dice que la gestión del gerente general debe estar permanentemente bajo la evaluación de los directorios, "sopesando por una parte su necesaria experiencia y, por otra, la necesaria ductilidad y capacidad de aprender para comprender que la innovación es parte fundamental de dicha posición", dice.

Cada vez será más difícil encontrar gerentes generales con décadas en una misma empresa, dice el experto en prácticas de management y gobierno corporativo Juan Carlos Hayes, que suma un factor: las nuevas generaciones de ejecutivos ya no asocian la estabilidad con el número de años en una empresa y coincide con que siete años es la media razonable, aunque advierte que podría seguir reduciéndose, porque la edad de los ejecutivos ha caído como consecuencia de la renovación de los directorios. En los países de la OCDE, por ejemplo, en los últimos diez años han reducido su edad promedio en 14 años.

"Hoy no parece tan razonable que alguien esté 30 años en el mismo cargo, porque en alguna medida se pierde la capacidad de adaptación, aunque con menos de siete años como promedio la situación se hace compleja, porque cualquier gerente general requiere al menos cinco años para llevar adelante un proyecto", puntualiza.

Agrega que en Chile falta depuración de los perfiles de los directores hacia gente que esté más acorde a la forma en que los mercados se están moviendo en la actualidad y "los que se están demorando en hacer este cambio están perdiendo valor", sentencia.

Guilisasti: "En una futura sucesión del gerente general el proceso se regirá por los estándares de las compañías abiertas"

De mayor a menor cuatro de los seis gerentes más longevos de las empresas del IPSA comparten algunas de sus recetas para mantenerse en sus cargos, especialmente, en un mundo donde los cambios son cada vez más vertiginosos.

Eduardo Guilisasti rompió su habitual bajo perfil para comentar sobre el hito que está cumpliendo, y a la hora de las evaluaciones asegura que parte de sus logros obedece a las enseñanzas que recibió de su padre, Eduardo Guilisasti Tagle, y la compañía que recibió de sus manos. "De quien más aprendí del negocio vitivinícola fue de él y eso lo he tratado de traducir en la gestión de la empresa. Gracias a ello y al esfuerzo del equipo gerencial muy exitoso que me ha acompañado, hemos llevado a Concha y Toro a estar dentro de las cinco mayores compañías vitivinícolas a nivel mundial y a ser una empresa admirada en el mundo vitivinícola", explica.

Estima que tener vinculación con la propiedad de la empresa es un factor positivo, especialmente en la industria del vino, ya que la producción y comercialización de los grandes vinos están ligadas a tradiciones familiares, dice y agrega que a la vez es un reto que requiere de una constante autoevaluación de la gestión y un cuestionamiento de la forma en la que se está trabajando. "Hay un alto nivel de exigencia personal para no caer en la autocomplacencia", comenta.

Respecto del futuro, dice tener una visión muy positiva porque han preparado a la empresa para su crecimiento. Acerca de una futura sucesión del gerente general, dice que "al interior de la empresa está el talento para liderarla en el futuro" y precisa que el proceso se regirá por los mismos estándares de las compañías abiertas y usando el mismo criterio de alta exigencia con que el directorio ha evaluado su gestión.

La pasión por lo que se hace es la receta de Enrique Cueto para mantenerse por 25 años como gerente general de Latam Airlines Group, la firma que nació en Chile hace 90 años y que se ha convertido en un actor importante a nivel regional, con operaciones en los cinco continentes.

"Durante esta larga trayectoria, nuestro desafío ha sido reinventarnos constantemente, ser flexibles y adaptarnos a una industria dinámica y en constante transformación", dice el ejecutivo que en 2017 y 2018 fue incluido en la lista de Harvard Business Review entre los 100 mejores CEOs del mundo.

Patricio Jottar, uno de los ejecutivos clave del grupo Luksic, destaca que durante su gestión quintuplicaron los principales indicadores de CCU (volúmenes, ingresos, utilidades, valor) y pasaron de operar en dos países a siete. "Se puede dirigir una compañía por muchos años, con la condición de enfrentar cada día como uno nuevo, en que toda verdad se desafía, pues todo cambia. Mirado de esta forma, la buena gestión nunca es rutinaria ni conformista, sino que es siempre fresca y desafiante", dice respecto de sus 21 años a la cabeza de la compañía y añade que se gestiona mirando a futuro porque "el pasado solo sirve para generar aprendizajes".

Sobre su rol en la gerencia general de Empresas Copec, el conglomerado del grupo Angelini, Eduardo Navarro dijo en 2017, con motivo del premio de El Mercurio e EY como ejecutivo del año, que "lo que uno busca no es el éxito, que es algo externo, sino la felicidad, que es algo interno, que uno siente. En ese sentido, estar en esta compañía me ha permitido con mis herramientas, humanas y profesionales, participar en variadas iniciativas que generan enormes beneficios socioeconómicos para el país, las personas y las familias".

El promedio de permanencia de los gerentes generales en Chile está en un nivel adecuado, a juicio de los especialistas en alta administración y gobiernos corporativos.

Eduardo Guilisasti asegura que ser parte de la familia controladora de Viña Concha y Toro es probablemente un factor positivo y Enrique Cueto dice que su gran desafío es alinear a toda la firma hacia la misma meta.

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