Asamblea en Roma llama a no obstaculizar procesos de denuncia
sábado, 23 de febrero de 2019
Patricio Miranda Humeres
Nacional
El Mercurio
Foco de la jornada estuvo puesto en la responsabilidad eclesial en estos casos.
La lectura de un testimonio de una víctima abrió el segundo día de la asamblea mundial que se realiza en el Vaticano para tratar el tema del abuso a menores en el seno de la Iglesia Católica. "Cuando fui abusada por un sacerdote, mi madre Iglesia me dejó sola. Cuando necesitaba a alguien en la Iglesia para hablar de mi abuso y soledad, todos se escondieron. Me siento aún más sola, porque no sé a quién acudir", fue lo que escucharon las 190 personas en el encuentro en Roma, que lidera el Papa Francisco y al que asiste el secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, Fernando Ramos. La jornada de ayer se centró en la responsabilidad de la institución frente a los abusos. Expusieron los cardenales Oswald Gracias (India), Blase Cupich (Chicago) y la subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, Linda Ghisoni. En sus presentaciones, todos hicieron hincapié en la necesidad de informar los casos y no obstaculizar los procesos de denuncia. De hecho, durante su exposición, Cupich planteó la creación de una línea telefónica exclusiva o un sitio web "para recibir y transmitir las acusaciones directamente". Junto con ello, enfatizó en que se faciliten los procesos de denuncia y que, en el caso de que los religiosos incurran en malas prácticas, las Conferencias Episcopales adopten normas "para informar a los fieles de la acusación contra el obispo en cualquier etapa del proceso". En el caso de las víctimas, afirmó que "se deben hacer esfuerzos para asegurar que reciban consejería psicológica, que creo debe ser financiada por la diócesis del obispo acusado". En Chile, en tanto, el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, ha seguido de cerca la reunión. Según el diácono, "una de la mayores quejas de los sobrevivientes que se han reunido en Roma es que las víctimas no están enteradas de qué está ocurriendo con sus casos", algo que, advierte, se podría resolver "con la buena voluntad de todos los actores involucrados". Coiro también se refirió a las críticas de los denunciantes y víctimas chilenos: "Con 16 años transcurridos y 48 condenas de casos terminados donde hay un miembro del clero considerado culpable de abuso, es evidente que la mirada no puede ser complaciente en lo absoluto".
"Si el trabajo se hubiera hecho acorde a las expectativas de las víctimas y la misión de la Iglesia, instancias como esta no habrían sido necesarias".
Jaime Coiro Vocero de la Conferencia Episcopal de Chile
