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Atunes en aguas de la Región de Los Lagos y viñedos al sur de Puerto Montt:

Cambio climático muestra ya efectos en agricultura y pesca

sábado, 23 de febrero de 2019

Audénico Barría
Nacional
El Mercurio

Anchovetas disminuyen su tamaño, mueren mariscos y se aprecian algas nocivas en toda la costa. Sequía, falta de lluvias y calor provocan modificaciones en cultivos agrícolas.



El calentamiento global está mostrando ya algunas de sus consecuencias a lo largo de Chile. Al derretimiento de los glaciares, la disminución de las lluvias, el aumento de la sequía y la mayor frecuencia de las marejadas se han sumado otros efectos en el mar y en la tierra.

Así lo afirma el director del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), Luis Parot, quien señala que si bien hay un aumento de la temperatura del Océano Pacífico Sur Oriental, existe una excepción entre el sur de Perú y Antofagasta, donde se ha generado un aumento de los vientos hacia el Ecuador, provocando un enfriamiento del agua y como consecuencia la anchoveta ha disminuido su tamaño.

Añade que la mayor frecuencia e intensidad de El Niño está modificando periódicamente el hábitat de diversas especies marinas, como ocurrió con la sardina común, que se desplazó de Bíobío a La Araucanía y Los Ríos, y el atún, que de la zona central bajó a la Región de Los Lagos. Más perjudicados han sido organismos bentónicos como las machas, que mueren en mayor cantidad debido a la exposición a aguas con poco oxígeno.

El fenómeno también ha provocado una mayor floración en el mar, que aumenta la presencia de toxinas, extendiendo el área en que habitualmente se presenta la marea roja: se han descubierto algas nocivas a lo largo de todo el litoral del país. Las marejadas anómalas que han aumentado su frecuencia, indica un informe del IFOP, no solo dañan la infraestructura costera, ya que también generan efectos catastróficos en bancos y poblaciones de locos, machas, algas y erizos.

En tanto, la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) del Ministerio de Agricultura señala que los ciclos productivos de diversos cultivos se han visto afectados, como las producciones de granadas que se han visto perjudicadas por las alzas de temperatura. Y los exportadores de fruta se quejan de que las olas de calor están acortando los tiempos de guarda.

El doctor Carlos Ovalle, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), precisa que uno de los impactos más claros del cambio climático en la agricultura es el desarrollo que está tomando la fruticultura y la viticultura en el sur.

"En particular el incremento de la superficie de cerezos en La Araucanía, Los Lagos y Los Ríos es un buen ejemplo. Lo mismo ha sucedido en los últimos años con las vides, donde se han establecido más de 100 hectáreas de viñedos entre La Araucanía y Los Lagos. También se han realizado plantaciones de prueba en Chiloé y hay proyectos en Chile Chico, en la Región de Aysén", indica.

La experiencia vinera más austral hasta ahora es la Viña Puelo, en Cochamó, al sur de Puerto Montt, donde el enólogo Álvaro Cabezas señala que se ha venido experimentando desde 2014 y se ha logrado producir un Pinot Noir de excelencia.

"El 2018 fue el cuarto más caluroso del mundo en el registro climático de 139 años que mantiene el National Oceanic and Atmospheric Administration de Estados Unidos".
Doctora Ana María Córdova Departamento de Meteorología Universidad de Valparaíso

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