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Miguel Pizarro, coordinador de la ayuda humanitaria en Venezuela:

"El único obstáculo para la solución, para el cambio, para la reconciliación, es Nicolás Maduro"

sábado, 23 de febrero de 2019

GASPAR RAMÍREZ
Internacional
El Mercurio

El diputado, nieto de un político cercano a Salvador Allende, agradece el apoyo del Presidente Piñera.



Como coordinador de la ayuda humanitaria en Venezuela, el diputado Miguel Pizarro (Caracas, 1988) pidió varias veces a los militares que dejen pasar la asistencia. En uno de esos llamados, el político de Primero Justicia (PJ), dijo: "O se está del lado del problema, o se acompaña a un pueblo que tiene necesidades".

Pizarro, nieto de un dirigente político chileno cercano al expresidente Salvador Allende, exiliado en Venezuela en 1974, es uno de los líderes jóvenes con mayor proyección. En entrevista con "El Mercurio", el legislador agradece la labor del Presidente Sebastián Piñera, compara el gobierno de Nicolás Maduro con la Unidad Popular y reitera su llamado a los militares.

-Ya suman casi un millón de voluntarios y ayuda de todo el mundo. ¿Esperaban esta respuesta a la convocatoria?

"La respuesta a la convocatoria del Presidente (encargado, Juan) Guaidó tiene que ver fundamentalmente con el movimiento que se ha construido. Aquí ha quedado demostrado, en estos últimos meses, que la lucha no es entre dos bandos políticos o entre dos polos ideológicos. Aquí la lucha es de todo un pueblo que quiere un cambio, futuro, salir de esta emergencia humanitaria, versus un grupo muy pequeño que quiere enquistarse en el poder y mantenerse en él eternamente.

Lo que ha hecho la Unión Europea, EE.UU., el Grupo de Lima, incluso Richard Branson, tiene que ver con la construcción de la coalición libertaria y humanitaria más grande que hemos tenido para un conflicto político de este tipo. Y la respuesta organizativa son esos voluntarios, y también son esos millones de venezolanos que en Venezuela y en todos los países de la diáspora alzan su voz, se movilizan y exigen. Es un sentimiento que, en el fondo, se ha convertido en fuerza y en una enorme capacidad de construir alternativa".

-¿Qué tiene de diferente este movimiento?

"Creo que es la primera vez en mucho tiempo que el movimiento en Venezuela no es contra algo. Es un movimiento a favor del futuro, de las soluciones, de un gobierno que sirva, de un Estado sano, de una política que no sea corrupta. Muchos de los que encabezamos esto somos jóvenes, y para nosotros es también cerrar un ciclo que durante años divorció a la gente de la política, que ha hecho que la política se convierta en un mecanismo de ascenso social y acumulación de riqueza, y no en una herramienta de servicio. También es cerrar un ciclo de indolencia y de régimen dictatorial".

-¿Qué respuesta recibió al llamado que hizo a los militares?

"Es fundamentalmente un llamado a la reflexión de que los militares no están decidiendo entre bandos políticos o ideológicos. Están decidiendo cómo quieren ver a la cara a sus hijos, cómo quieren que sus parejas los vean, cómo quieren que sus abuelos, sus padres los reciban en las casas, cómo quieren que esos uniformes sean vistos por la ciudadanía.

Las Fuerzas Armadas sufren lo mismo que sufrimos nosotros, y creo que uno de los procesos más grandes de aprendizaje que tiene esta etapa política y este movimiento, es que aquí no hay odio, ni venganza ni intolerancia. Aquí entendimos que solo unidos podemos salir de esta tragedia, y que el único obstáculo para la solución, para el cambio, para la reconciliación, es Nicolás Maduro.

Yo creo que las Fuerzas Armadas tienen un gran reto. Se están jugando, en este momento, tal como dice la cita que usted plantea, o se ayuda y se acompaña a quien tiene las necesidades, o se está del lado de la indolencia. Es una decisión de fondo que estamos seguros que va a tener respuesta positiva, que va a haber reflexión en los cuarteles en este punto de inflexión al que hemos llegado, que ha hecho que muchos de ellos hayan desertado de la fuerza, que hayan dejado de reprimir e incluso colaboren de diversas formas en expresiones cada vez más públicas y notorias".

-¿Por qué Maduro va a dejar el poder, considerando que tiene la asesoría y el ejemplo del modelo cubano para perpetuarse?

"No importa que tenga asesoría cubana, que tenga fortaleza de inteligencia militar, la historia demuestra que cuando los países quieren cambiar, conquistan sus cambios. Y hay elementos clave.

La primera, la alternativa (oposición) ha aprendido de sus errores, y a partir de eso, de la renovación política generacional y de las formas de accionar, ha tenido una nueva manera de construir un movimiento y hacer presión. Segundo, aquí no hay una lucha de clases. Aquí los más pobres son el motor de un cambio necesario donde los más ricos han entendido que la única forma de que un país progrese es que todo el mundo tenga las mismas oportunidades y que el que más tiene ayude al que menos tiene.

Tenemos esperanza, no por tontería o por autoayuda, sino porque hemos construido un movimiento, un plan y una estrategia que se está desarrollando y que tiene acompañamiento del mundo entero, que tiene la determinación absoluta de los venezolanos de que el tiempo es ahora y que nos ha correspondido a todos empujar hasta que esto cambie, aun a sabiendas de nuestros riesgos personales. Este país decidió cambiar y esa decisión hoy está acompañada por todos los sectores, y esperamos que una parte de quienes hoy son los soportes del régimen, también tomen esa decisión y entiendan que una transición ordenada es lo mejor que nos puede pasar a todos".

-¿Ve alguna similitud entre la Unidad Popular y el gobierno de Maduro?

"En el caso de la UP, el gobierno de Maduro intenta hacer el paralelismo, dicen que son exactamente lo mismo. Yo creo que hay una coincidencia de fondo: lo errático de creer que todo se puede controlar desde el Estado y desde el poder, que los procesos revolucionarios decretados desde la ortodoxia ideológica están por encima de cualquier reflexión o de cambio en la población. Esos mismos errores que cometió Allende en el cierre de su carrera, que lo llevó a construir cosas parecidas a las que tenemos acá como el Clap (comida y productos subsidiados), los controles de precios, etc., son errores que se repiten por quienes son rehenes de una narrativa que el tiempo y la historia han derrotado".

-¿Cómo evalúa el papel del gobierno de Chile?

"Agradecemos muchísimo al Presidente Piñera y al canciller (Roberto) Ampuero. Esa decisión del Presidente Piñera y el Gobierno chileno de acompañar, de resguardar en su embajada a Freddy Guevara, un hermano de generación y un diputado perseguido por el régimen, habla del compromiso de los chilenos.

En mi caso, compromiso incluso familiar, sanguíneo. Nosotros también agradecemos al pueblo chileno que ha recibido una gran cantidad de venezolanos. Parte de mi familia, mucha gente querida, parte de quienes fueron parte de mi equipo de trabajo, hoy tienen en Chile una oportunidad, aunque no se adecúen al verano o al invierno. Pronto los venezolanos regresarán a su país, y les agradeceremos a los chilenos como ustedes agradecen a Venezuela por el cobijo y refugio recibido durante la dictadura de Pinochet. Yo soy un hijo de esa realidad, yo soy un hijo de ese proceso".

"Tenemos esperanza, no por tontería o por autoayuda, sino porque hemos construido un movimiento, un plan y una estrategia que se está desarrollando y que tiene acompañamiento del mundo entero".

"En el caso de la UP, el gobierno de Maduro intenta hacer el paralelismo, dicen que son exactamente lo mismo. Yo creo que hay una coincidencia de fondo: lo errático de creer que todo se puede controlar desde el Estado y desde el poder, que los procesos revolucionarios decretados desde la ortodoxia ideológica están por encima de cualquier reflexión o de cambio en la población".

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