viernes, 10 de octubre de 2008
Gustavo Orellana y Camila Infanta
Economía y Negocios, El Mercurio
Padre del ex titular de la Sofofa Juan Claro, fue presidente de Codelco, consejero del Banco Central y hasta aviador. Sus restos están siendo velados en su casa en la comuna de Las Condes.
Con pasos por Codelco, CGE, el Banco Central y decenas de actividades y de empresas creadas a lo largo de su extensa vida, el empresario, abogado y hasta aviador José Claro Vial falleció ayer en Santiago a la edad de 93 años. Nacido en 1915, Claro fue yerno del ex Presidente Gabriel González Videla: su primer matrimonio, que duró 18 años, fue con la hija del Mandatario, Rosita González.
En sus 93 años se dedicó a vivir sus pasiones como la aviación y la marina, las que no sólo fueron parte de su vida fuera de la oficina, sino que también de sus inversiones.
Claro solía comentar la primera gran aventura de su vida: la travesía desde Nueva York a Santiago en un buque que, junto a un grupo de amigos, fueron a comprar a Estados Unidos para una pesquera local. Del viaje se trajo, además de un montón de recuerdos, un tatuaje marinero del que varias veces se sintió "algo arrepentido", pero que nunca quiso borrar.
Su gran pasión fue la aviación. Más de una vez relató que a su luna de miel en Bariloche se fue piloteando su avión Cessna, donde él y su esposa se enteraron de la nominación a la Presidencia de su suegro. Por años, además, fue un activo aficionado a la aviación deportiva.
Prueba de su amor por los aires es el hecho de que Claro fuera uno de los fundadores de la primera línea aérea del país, Cinta Ala.
Hijo de José Claro es el ex timonel de la Sofofa, Juan Claro González, quien se encuentra fuera del país.
Inicio en los negocios
Su carrera empresarial parte en la década de los 40, cuando se dedicaba a ejercer el derecho en el estudio Claro y Cía., carrera que no lo satisfacía del todo. Entonces, se decidió a buscar oportunidades de inversión en rubros no siempre seguros y que eran, además, tan diversos como la aviación, los alimentos y el área naviera.
Entre 1954 y 1958, por ejemplo, se fue a vivir con sus hijos a Greenwich, en EE.UU., destinado por la Sudamericana de Vapores. A su regreso a Chile toma el control de la fábrica de sopas Ipal, junto a un grupo compuesto por Carlos Altamirano, Guillermo Atria y Flavian Lewin. Ellos pronto venderían y Claro se quedaría como el único socio.
Presidente por 36 años de la CGE, sólo abandonó la eléctrica a los 86 años.
Otras facetas de su vida fueron la política y el servicio público. Cercano a la Democracia Cristiana y, en particular, al ex Presidente Eduardo Frei Montalva, participó en el proceso de chilenización del cobre, que consistió en el traspaso al Estado de las minas El Teniente, Andina y Chuquicamata. De allí, aunque tuvo una gestión muy exitosa en la que logró duplicar la producción de cobre en los yacimientos, salió cuando llegó al poder la UP. "Me querían sacar a toda costa, y yo dije que no renunciaba. No quería que bajara la producción. Mandaron una comisión investigadora", declaró en una entrevista reciente. Sin embargo, se fue en 1971.
Sus restos están siendo velados en su casa, en Presidente Errázuriz 3382, Las Condes. Mañana sábado se realizará una misa en su memoria, en la parroquia Santa Elena.
Investigación genética: su última gran pasión
Cercano a la DC, aunque nunca quiso tener filiación política directa, José Claro optó por no tomar un descanso al terminar su presidencia en la Compañía General de Electricidad, y aprovechó de centrarse en lo que siempre le había causado curiosidad y nunca pudo hacer: la investigación genética.
A través de la doctora Lucía Cifuentes, sobrina de su segunda esposa, comenzó a conocer el campo. Y fue en 2001 que ésta le propuso ser socio capitalista de Genytec, empresa que se dedica principalmente a la verificación de paternidad a través de ADN.
Interesado siempre por la tecnología y sus avances, Claro manifestó que uno de sus impulsos para dedicarse a este mundo fue la gran ayuda que manifestó su hijo, del mismo nombre, ante los enfermos de sida, dándoles los recursos necesarios para los medicamentos.
