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Tendencia se refleja en libros y películas:

El futuro lejano siempre se vislumbra oscuro a pesar del progreso

lunes, 28 de enero de 2019

Lorena Guzmán H.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Aunque muchos indicadores muestran que el mundo mejora cada década, el colectivo sigue pensando que el ser humano no logrará construir un mañana feliz.



Por cientos de kilómetros no se divisa ningún asentamiento, solo el amenazador avance de una ciudad que se mueve sobre unas enormes ruedas oruga. Son miles los que la habitan, porque después de una guerra que terminó con casi todas las ciudades del planeta, el moverse constantemente es la única forma de encontrar recursos.

Si bien "Maquinas Mortales", libro llevado al cine, muestra un mañana apocalíptico distinto, el tenor negativo del futuro que presenta no dista mucho de la mayoría de las decenas de libros y películas que han hablado de este tema. Aunque hay una pizca de humanidad en ellos, también lo está la idea preponderante del colapso del planeta y la escasez de los recursos. ¿Por qué siempre nos imaginamos el futuro tan pesimista y oscuro?

Si bien siempre han existido los dos escenarios, el optimista y el pesimista, la gente es más receptiva al segundo, dice Mauro Basaure, académico de Sociología de la Universidad Andrés Bello. "Existe una especie de fascinación con la idea del fin de la humanidad. Es como si necesitáramos que todo tuviera un final", agrega.

Aunque esta idea oscura siempre ha estado presente y en muchas culturas -desde el mundo occidental judeocristiano hasta los mayas-, esta se vio acentuada en la segunda mitad del siglo pasado tras la aparición de la bomba atómica, cuenta el sociólogo. Algo que no solo impregnó el pensamiento popular, sino también el de los estudiosos.

Ya en el siglo XIX, el pensador Robert Malthus planteó la idea de que el crecimiento de la población sería tal que no habría suficientes alimentos para todos. Este fue uno de los grandes hitos que hizo ver el futuro en forma negativa, cuenta Pablo Camus, académico del Instituto de Historia de la Universidad Católica; pero también coincide en que la bomba atómica marcó un antes y un después.

"Con ella, por primera vez el hombre tuvo una fuerza planetaria. Es decir, antes su poder de destrucción estaba limitado, era acotado, pero ahora podía realmente transformar el mundo", dice el historiador. Así surge la crisis ecológica o ambiental.

En la recién estrenada película "Máquinas Mortales" (dirigida por Christian Rivers y protagonizada por Hugo Weaving y Hera Hilmar), Londres es el malo de la película, ya que sus gobernadores buscan abastecer la ciudad atacando a otros, incluido un asentamiento fijo. Esto denota la tensión sobre la falta de recursos, pero también el nivel de transformación del territorio. Otro tanto pasa con la desértica "Mad Max" o con el mundo a punto de morir de hambre de "Interestelar", por nombrar algunos ejemplos.

Fragilidad de la vida

Con el tiempo han aparecido teorías más positivas que dicen que el hombre y su desarrollo tecnológico podrán superar las crisis de sobrepoblación y de falta de recursos, o que incluso el mismo planeta se va a autorregular. Pero el pesimismo se mantiene. "Por mucho que hayan mejorado los indicadores en diversas cosas, persiste la visión negativa", dice Pablo Camus.

Una explicación a esto sería la misma vulnerabilidad de la vida, agrega Basaure. "El milagro de la vida, en el sentido de su fragilidad, es muy complejo porque depende de muchas cosas para que se produzca, desde la composición del aire hasta la presencia de agua", explica. De esta forma, y mirado desde la psicología colectiva, esa fragilidad hace fácil el pensar en la destrucción.

Por lo anterior, en los últimos 80 años esta visión se ha reflejado en una estética que antes no existía. Sobre todo impulsada por ideas de agrupaciones como el Club de Roma, coinciden los expertos.

En 1972 este selecto grupo de científicos y políticos encargó un informe al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, su sigla en inglés) sobre el futuro de la humanidad. Este concluyó que con las tasas de crecimiento económico de ese momento el planeta no iba a aguantar por muchos años más. Eso dio origen al movimiento ecologista. Varias de esas predicciones se han cumplido, pero muchas otras se han revisado según el mundo se ha ido adaptando a su cambiante realidad.

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