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Hay 28 diagnósticos, como déficit atencional o dificultades en el lenguaje:

Más de 360 mil niños de colegios con subvención del Estado tienen necesidades educativas especiales

domingo, 27 de enero de 2019

Patricio Miranda Humeres
Nacional
El Mercurio

Expertos advierten una "sobrederivación" y falta de coordinación entre los profesionales del Programa de Integración Escolar (PIE), en el que son inscritos estos alumnos.



Para muchos, mantenerse concentrado por largos períodos de tiempo, o incluso articular oraciones completas en la etapa escolar, se vuelve un desafío imposible. Y otras condiciones, como ceguera o discapacidades auditivas, se vuelven barreras que dificultan el proceso de aprendizaje.

Según datos solicitados por Ley de Transparencia, el año pasado fueron 364.129 los estudiantes ingresados al Programa de Integración Escolar (PIE) del Ministerio de Educación, por contar con Necesidades Educativas Especiales (NEE). Ese número equivale, según los datos proporcionados por la cartera, al 11% de la matrícula de los establecimientos que reciben subvención.

La cifra es la más alta si se consideran los últimos cuatro años. En 2015, año en que la matrícula total era mayor a la actual, la cantidad de inscritos en el programa era de 279.454.

Son 28 los diagnósticos que considera el plan. Entre los más frecuentes está la discapacidad intelectual grave o severa y la dificultad específica del aprendizaje (ver infografía). Este último, de hecho, es el con mayor prevalencia: 103.213 inscritos en 2018, casi 4 mil más que el año anterior.

Herramientas

Según Carolina Salamé, directora de Psicopedagogía de la U. Mayor, el hecho de que los alumnos sean ingresados en el PIE no asegura, necesariamente, que se cumplan los objetivos del programa.

A su juicio, uno de los principales es la formación de los profesores. "Hay muchos docentes que no se les orientó ni focalizó en las NEE, entonces no saben enfrentarse ni tienen las estrategias metodológicas para trabajar en la sala de clases para incluir a estos niños", afirma.

Sobre el aumento de quienes están en el plan, Salamé advierte que existe "una sobrederivación ante cualquier sospecha o tema puntual", que no necesariamente implica algún trastorno o dificultad que califique para ingresar al programa.

Ricardo Rosas, investigador del Centro de Justicia Educacional de la UC, secunda el punto y critica la forma en que se aplica el PIE. "Los establecimientos deberían tener un presupuesto que les permita acoger y tratar a todos los niños con NEE y no recibir un presupuesto especial por niño", opina.

Incluso plantea que se pueden producir incentivos perversos. "La subvención que recibe un niño por tener una NEE transitoria, por ejemplo, es tres veces la subvención normal", dice. "Entonces, qué profesional que depende de un sostenedor va a querer quitarle el título de transitoria, si va a recibir un tercio del dinero que tenía antes", explica.

Otro de los problemas que ambos expertos advierten, es la poca colaboración entre los profesores y los profesionales contratados por el PIE. "Se requiere un trabajo interdisciplinario", manifiesta Salamé.

Rosas añade que el PIE permite a los colegios contratar especialistas, pero "el actor principal del proceso educativo es el profesor y, con esto, queda totalmente fuera". Así, menciona que en algunos casos, los especialistas están en la sala de clases, "pero no conversan con el profesor. Entonces, en la práctica, el niño no está siendo incluido".

Admisión

La ministra de Educación, Marcela Cubillos, afirma que están elaborando una propuesta "para garantizar no solo cupos a los niños con NEE, sino que efectivamente queden en colegios preparados para integrarlos".

Así, apunta a que este es uno de los aspectos del Sistema de Admisión Escolar que se buscará modificar "cuando se tramite el proyecto Admisión Justa y se propongan cambios al sistema centralizado que creó la Ley de Inclusión".

La titular de Educación plantea, además, que están trabajando en otra iniciativa para los alumnos de colegios particulares pagados. "A diferencia de la educación pública, en la educación particular el problema es de cupos. Pocos colegios particulares pagados tienen programas de inclusión y las familias tienen muchas dificultades para encontrar colegio para sus hijos", señala.

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