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Primer viaje internacional del Presidente, quien asumió el 1 de enero:

Bolsonaro enfatiza en Davos su promesa de mayor apertura comercial para Brasil

miércoles, 23 de enero de 2019

Amanda Marton Ramaciotti
Internacional
El Mercurio

El mandatario sostuvo que trabajará "por la estabilidad macroeconómica, respetando los contratos, privatizando y equilibrando las cuentas públicas". También vaticinó que los gobiernos de izquierda no prevalecerán en América Latina.



En su debut internacional como Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro defendió ayer en el Foro Económico Mundial en Davos su receta liberal para el país, pero no dio detalles de cómo pretende abrir la mayor economía de Latinoamérica.

"Este es mi primer viaje internacional que realizo tras mis elecciones, prueba de la importancia que doy a las pautas que este foro ha promovido y priorizado", empezó el mandatario, quien originalmente había dicho que su primer destino sería Chile. "Este viaje también es una gran oportunidad de mostrar al mundo el momento único que vivimos en mi país y presentar a todos el nuevo Brasil que estamos construyendo", agregó.

Bolsonaro, quien ganó las elecciones de octubre y asumió el 1 de enero con un fuerte apoyo de economistas liberales por sus promesas de reformas tras dos años de recesión en Brasil, utilizó apenas seis de los 45 minutos que tenía disponibles para su presentación en el discurso inaugural del foro. A pesar de la expectación que había, el mandatario no detalló el plan económico que su ministro de Finanzas, Paulo Guedes, llevará a cabo, aunque sostuvo que goza de "credibilidad para realizar las reformas que Brasil necesita".

Los inversionistas esperaban que en Davos, Bolsonaro profundizara especialmente respecto de su reforma a las pensiones; hoy Brasil tiene un sistema de reparto, que complica las cuentas públicas. Su jefe de gabinete, Onyx Lorenzoni, explicó que antes de embarcar a Suiza, Bolsonaro vio una propuesta y que cuando vuelva "probablemente dará el veredicto al respecto". Según Folha de São Paulo, hay divergencia entre el equipo económico y los siete ministros militares sobre el alcance de la reforma, que podría incluir un cambio en la edad de jubilación.

El mandatario, quien durante sus más de 20 años en el Congreso fue conocido por sus posiciones a favor de una economía estatista, también sostuvo ayer que su gobierno trabajará "por la estabilidad macroeconómica, respetando los contratos, privatizando y equilibrando las cuentas públicas". "Brasil aún es una economía relativamente cerrada al comercio internacional, y cambiar esa condición es uno de los mayores compromisos de este gobierno (...), facilitaremos la vida de quienes quieran producir, invertir y generar empleo", añadió, en un intento por tranquilizar las dudas sobre su gestión.

El jefe de Estado incluso dijo que cuando finalice su mandato -el 31 de diciembre de 2022-, Brasil será uno de los 50 mejores países del mundo para hacer negocios. Actualmente, la nación ocupa el lugar 109 en el ranking Doing Business, del Banco Mundial. "La meta de Bolsonaro es bastante osada. El gobierno de Michel Temer consiguió subir, en dos años, 16 posiciones en ese ranking , lo cual ya fue considerado un gran logro... Bolsonaro quiere, en cuatro años, subir 59 lugares", comentó a "El Mercurio" el economista Marcelo Moraes, del Instituto Mercado Popular.

El Presidente también anunció que Brasil se convertirá en un defensor activo del rol de la Organización Mundial del Comercio (OMC) -cuyo director general, Ricardo Azevedo, es brasileño- para que se reduzcan las prácticas comerciales desleales entre los países, y prometió hacer compatible el desarrollo económico de Brasil con la preservación del medio ambiente.

Mirada regional

Bolsonaro, el primer mandatario de derecha en Brasil desde el fin de la dictadura militar (1985), sostuvo ayer que su gobierno representa "un punto de inflexión" que luchará contra lo que llamó el "sesgo ideológico" de las administraciones del izquierdista Partido de los Trabajadores de los expresidentes Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016).

"No queremos una América bolivariana como hace poco existía en Brasil con los gobiernos anteriores. La izquierda no prevalecerá en esta región, lo que es muy bueno en mi opinión, no solo para América del Sur, sino también para el mundo", afirmó. El Presidente también vaticinó que la ciudadanía de los distintos países de la región optará por alternativas de centroderecha y derecha en futuros procesos electorales.

Bolsonaro sostuvo que ha estado en contacto con sus homólogos de Argentina, Mauricio Macri; Chile, Sebastián Piñera y Paraguay, Mario Abdo Benítez, con quienes comparte "la visión de una Sudamérica fuerte". Además, tiene previsto reunirse durante los próximos días con los mandatarios de Colombia, Iván Duque; Ecuador, Lenín Moreno y de Perú, Martín Vizcarra.

Durante su campaña electoral, el mandatario ya había adelantado su objetivo de llevar adelante un "bloque liberal conservador" en América Latina, donde lo "liberal" viene por lo económico y lo "conservador" por lo político. Diogo Costa, analista de la Fundación Índigo de Políticas Públicas, dijo a este diario que el Presidente brasileño buscará ser "la antítesis de la Venezuela de Nicolás Maduro, y luchará por un fuerte liderazgo de derecha".

Bolsonaro no ha dudado en calificar de "dictaduras" a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, e incluso, optó por no invitar a sus mandatarios a su ceremonia de investidura.

''Este viaje es una gran oportunidad de mostrar al mundo (...) el nuevo Brasil que estamos construyendo". ............................................................................................ Jair Bolsonaro, PRESIDENTE DE BRASIL.

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