Las labores domésticas invisibles, que van desde organizar los horarios de la familia, cocinar y hasta estar pendientes de las necesidades emocionales de los hijos, sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres y eso deteriora su bienestar y su salud mental, según un estudio dado a conocer ayer. Un grupo de investigadores de las universidades estatales de Oklahoma y Arizona entrevistaron a 393 mujeres estadounidenses y casi 9 de cada 10 respondieron que se sentían las únicas responsables de organizar su hogar. Esa labor "invisible" se vinculó fuertemente con la angustia de las participantes, con sus sentimientos de vacío y también con bajos niveles de satisfacción con su pareja y la vida, de acuerdo con el estudio.