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Patología es actualmente la principal causa de enfermedad hepática en menores:

Una dieta baja en azúcar mejora el hígado graso en los niños

miércoles, 23 de enero de 2019

JANINA MARCANO
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Evitar el consumo de alimentos y bebidas azucarados, así como los jugos naturales de fruta, disminuye la grasa y la inflamación en este órgano, según comprobó un estudio.



Aunque es una patología que hasta hace poco la sufrían los adultos de forma casi exclusiva, el hígado graso no alcohólico es cada vez más común en los niños.

El fenómeno, impulsado -en parte- por el aumento de la obesidad, ha provocado que esta alteración sea ahora la principal causa de enfermedad hepática a nivel pediátrico.

Y aunque la patología no tiene un tratamiento establecido para los niños, los resultados de una investigación publicada ayer en JAMA demuestran que un cambio de alimentación provoca mejoras significativas.

Científicos de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.) comprobaron que una dieta baja en azúcares libres, como la fructosa que se concentra en los jugos de fruta, además de los agregados comúnmente a los alimentos y bebidas industriales, dio como resultado una mejora significativa de la enfermedad de hígado graso.

Los investigadores estudiaron a 40 niños de entre 11 y 16 años que presentaban la patología, quienes fueron divididos en dos grupos: uno cuyo consumo de azúcares libres fue restringido al 3% de sus calorías totales diarias, y otro que mantuvo su dieta.

Los resultados indicaron que el primer grupo presentó una reducción de la enfermedad de hasta un 25% dos meses después de iniciada la intervención.

"Creemos que al limitar el azúcar disminuye la producción de grasa en el hígado, permitiendo que este procese mejor la que ya está presente y le da la oportunidad de reducir la inflamación y el daño celular", comenta a "El Mercurio" Jeffrey Schwimmer, autor principal del estudio, profesor de Pediatría y director de la unidad de hígado graso en el Rady Children´s Hospital.

Prescindible

Según el médico, es importante atender a la población infantil que "tiende a tener muchos azúcares añadidos en su dieta diaria, aunque este no es un nutriente requerido".

Algunas fuentes importantes de azúcar incluyen bebidas gaseosas, pan y otros productos horneados, además de yogures, salsas para pasta y aderezos de ensalada, dice el especialista. "La reciente ley de etiquetado de alimentos de Chile debería ayudar a los padres a evitar los productos altos en azúcares", agrega.

Eliana Reyes, nutrióloga de la Clínica Universidad de los Andes, explica que el régimen probado en el estudio equivale a un consumo máximo de 15 gramos de azúcar al día que es igual a tres cucharaditas de té.

Esto, para un menor sano cuya dieta sea de dos mil calorías.

"Si bien son pocos niños en este estudio, es un gran aporte porque demuestra que la dieta es una excelente intervención nutricional y que la génesis de esto (hígado graso) está en el consumo excesivo de azúcares", opina Reyes.

Catalina Hernández, profesora del Departamento de Nutrición de la Universidad de Chile, aconseja tener especial cuidado con la fructosa.

"El control de su ingesta es clave porque ella se metaboliza en el hígado y de forma rápida, de manera que, cuando damos cargas muy altas de fructosa, se genera grasa en el hígado", explica.

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