martes, 22 de enero de 2019
El_Mercurio
Una de las aristas más beneficiadas es la que se refiera a hospedaje, alimentación y movilización, que sumó US$ 47,6 millones.
A poco más de dos meses de que parta la versión 2019 del festival Lollapalooza, la espera se hace cada vez más difícil para los ansiosos fanáticos que cuentan con sus entradas listas desde agosto. Y es que luego de desembarcar en el país en 2011, su popularidad no ha hecho más que crecer. El año pasado fue la primera vez que cumplió con una edición de tres días y los números así lo graficaron. De acuerdo con un estudio que encargó Lotus Producciones, el impacto económico de la versión 2018 del festival superó los US$ 66,2 millones en el país. Esto, entre ingresos directos, indirectos e inducidos. De hecho, los ingresos indirectos representan la mayor parte de esa suma, con más de US$ 47,6 millones entre gastos por hospedaje, alimentación y movilización, entre otros. Número se duplica La cifra total del impacto económico representa el doble que en 2015, la última vez que se realizó este cálculo, cuando los ingresos totales sumaron US$ 32,4 millones, también dados en mayor parte por los gastos asociados. El estudio además calculó que los visitantes tienen un gasto promedio de $180.000 fuera del evento mismo (hospedaje, alimentación, etc.), lo que sumado al traslado, la entrada y los mismos gastos dentro del festival da una suma de $400.000. "El fanatismo es producto de una mezcla entre lo que ofrece Santiago, la fecha, más lo que ofrece el festival después de ocho años en términos de infraestructura musical", señala el gerente general de Lotus, Sebastián Meza, quien proyecta que el impacto aumentará un 10% para la versión de este año.
US$ 47,6 millones fue la suma de ingresos indirectos, asociados a movilización, hospedaje y alimentación, entre otros.
US$ 16,2 millones fue el monto total de ingresos directos, referentes al pago de patentes, arriendo de terrenos, contratación de servicios, etc.
