Las áreas de rehabilitación del Zoológico Nacional y Buin Zoo partieron el año saturadas
lunes, 21 de enero de 2019
Manuel Hernández G.
Nacional
El Mercurio
Los aumentos de incautaciones por parte de la PDI y el SAG influyeron en la cifra de especies silvestres enviadas a centros veterinarios para su recuperación.
Hace 10 días el puma rescatado en Lo Barnechea fue liberado, pero antes de eso, recibió atención médica en el centro de rehabilitación del Zoológico Nacional. Allí le realizaron exámenes de sangre, ecografías y radiografías para verificar su estado de salud y, al cuarto día, regresó a la vida silvestre. Sin embargo, hay otros animales que presentan mayores complicaciones, y deben pasar más tiempo bajo observación en el recinto veterinario. La directora del Zoológico Nacional, Alejandra Montalba, informó que durante 2018 recibieron 750 animales silvestres para ser rehabilitados y ya superó su capacidad para acoger nuevas especies con necesidad de intervenciones médicas. "Ahora tenemos 120 especies, principalmente aves rapaces y, como estamos en época de reproducción, nos llegan muchas. Estamos operativos, pero con la capacidad de carga copada", dijo. En la Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre del Zoológico Buin Zoo (UFAS) también tienen saturados sus servicios. La médico veterinario de la UFAS, Carolina Sánchez Saavedra, explicó que el año pasado recibieron 150 animales y "aunque estamos con condiciones óptimas, no hay capacidad para atender más pacientes". Las especies silvestres que reciben con mayor reiteración ambos centros de rehabilitación para animales son aves, mamíferos, reptiles y anfibios. Contra el tráfico Hay animales que llegan a los centros de rehabilitación por ciudadanos particulares, ya que rescatan a las especies cuando están fuera de su hábitat. Sin embargo, los organismos públicos encargados del resguardo son la Brigada sobre Delitos contra el Medio Ambiente y el Patrimonio Cultural (Bidema) de la PDI, y el Servicio Agrícola Ganadero (SAG). El jefe de la Bidema, Pablo Ibarra, detalló que en los pasos fronterizos descubren a personas con interés de ingresar aves, reptiles e incluso monos de forma ilegal. "Esas situaciones configuran dos delitos: tráfico ilícito y maltrato animal, porque, por ejemplo, hay casos de gallos de peleas o loros en bidones de combustible. Vienen amarrados, apiñados, con pocas condiciones de oxígeno, sin alimento y sin agua. Hasta en tubos de PVC intentan ingresarlos", dijo el subprefecto. Ibarra precisó que durante 2017 se incautaron 23 animales silvestres nativos y exóticos, mientras que en 2018 la cifra aumentó a 519, lo que representa un incremento de 2.156%. "El año pasado se aumentó drásticamente la cifra porque nos unimos a una operación mundial con la Interpol denominada 'Thunderstorm'. Fue en mayo y solo ese mes realizamos nueve procedimientos, incautando 349 aves exóticas". Además, el SAG informó que el año pasado atendieron 3.296 casos de fauna silvestre herida o enferma en el país. Valparaíso fue la región donde el SAG realizó más rescates de animales silvestres, seguido por Biobío (493), Coquimbo (296) y Región Metropolitana (270). El organismo indicó que, dependiendo del estado de salud de los ejemplares, pueden ser liberados tras la atención de sus funcionarios, o derivados a centros como la Unión de Ornitólogos de Chile o el Comité Prodefensa de la Flora y la Fauna. Cuando un animal llega a un centro de salud, su recuperación puede tardar incluso meses. "Dependerá de la patología con la que lleguen. Se debe evaluar uno a uno", dijo la directora del Buin Zoo, Catherine Chirgwin.
