"No habría quedado tranquilo si no me arriesgaba para ganar"
sábado, 19 de enero de 2019
Diego Aguirre Diez
Deportes
El Mercurio
El piloto chileno defiende su decisión de atacar a fondo en la última etapa del rally, que lo dejó con un tobillo roto y sin podio. Además, el sanantonino relata las angustiantes horas que vivió en Perú: "Se me caían las lágrimas arriba de la moto".
Pablo Quintanilla se baja con mucha dificultad del taxi que lo dejó en el aeropuerto de Lima. Mientras su polola, Fernanda Jordan, le va a buscar una silla de ruedas para movilizarse, el piloto chileno se queja de los dolores en el tobillo izquierdo, fracturado tras la fuerte caída que sufrió en la última etapa del Dakar, que a la postre lo dejaría sin opciones al título del rally. El sanantonino de 32 años repasó junto a "El Mercurio" una de las jornadas más dramáticas de su carrera deportiva. "Ya pasó la peor parte. Después de que me caí fue súper doloroso. Me di cuenta al tiro de que estaba fracturado. Cuando terminó la especial, y la adrenalina bajó, el dolor aumentó mucho. El enlace se me hizo eterno, tuve que parar tres veces porque no aguantaba el dolor. Lo único que pensaba era seguir, que no quedaba nada para terminar. Se me caían las lágrimas arriba de la moto. Me dijeron que la operación es compleja, y la haré lo más pronto posible", dice. -¿Cómo está su ánimo? "Estoy bien, tranquilo. Si bien no cumplí con lo que buscaba, siento que entregué lo mejor de mí en todo momento, en cada kilómetro. La última etapa la podría haber corrido para salir segundo, y claramente hubiese sido mejor que quedar cuarto y lesionado. Pero no habría quedado tranquilo. Lo intenté todo, tomé el riesgo de ir por el primer lugar. En el deporte y en la vida hay que dar lo máximo siempre. Mostré mi mejor versión como deportista en todo sentido. Hay una satisfacción plena". -¿Qué recuerda del accidente? "No mucho. Me encontré con el corte de duna en un valle con algunos relieves. Venía leyendo el terreno y molestaba un poco el brillo de la luz. No tuve tiempo para reaccionar. Vi el vacío y cuando me di cuenta de que no iba a alcanzar a frenar, aceleré a fondo y hasta ahí recuerdo. Los médicos me despertaron, y no entendía nada, no sabía dónde estaba. Cuando pasó un rato, vi que llegó Toby (Price) y me di cuenta de que estaba en la carrera. Gritaba de dolor, pero lo único que tenía claro es que no iba a parar". -¿Es un fracaso no haber logrado el título del Dakar? "No lo tomo como un fracaso, sí como un tropiezo. Llegar a este punto y tener el coraje de ir a buscarlo demuestra convicción e ilusión de conseguir algo importante. No me conformo con poco. Podría haber quedado en la historia como el primer chileno en ser segundo en un Dakar en motos, pero yo quiero algo mayor a eso, y sé que grandes metas requieren grandes riesgos. Hoy no me funcionó, asumo el error". -¿Seguirá en Husqvarna? "Tengo contrato hasta 2021. Lo más probable es que este año no hagamos todas las fechas del Mundial de rally cross country. Tenemos pensado ir a un rally en Rusia y China que tendrá dos semanas de duración. Lo veremos después de unas vacaciones". -¿Lo que pasó con Sam Sunderland lo hace pensar en cambiar de aires (N. de la R: El piloto de KTM apeló por su cuenta a una sanción de ASO, sin la aprobación de su equipo, lo que dejó a Quintanilla fuera del podio)? "Hay hartas cosas que conversar en todo ámbito con Husqvarna y KTM, y hay temas que voy a plantear para ver cómo los tratamos en el futuro. Pero estoy contento y confiado en el equipo, que tiene una muy buena estructura de trabajo y una buena moto. Sé que varios integrantes del equipo están muy molestos con lo que pasó, pero bueno, se hablará". -La hegemonía de KTM en las motos sigue creciendo. ¿Cree que ASO ha sido más blando con esa marca en relación a las penalizaciones en carrera? "Creo que es complicado ganarle a un equipo que domina desde hace muchos años, pero es porque tienen buenos pilotos y hacen un buen trabajo, nada más. Espero ser yo quien corte esa racha el próximo año".
