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En reciente visita a la Santa Sede:

Administrador apostólico de P. Montt le entregó al Papa detalles de denuncias contra sacerdotes

viernes, 14 de diciembre de 2018

Pamela Gutiérrez
Nacional
El Mercurio

Ricardo Morales se reunió la semana pasada con el Sumo Pontífice en el Vaticano. Allí le dio a conocer los pormenores del complejo momento que vive la arquidiócesis.



Con motivo de la celebración de los 800 años de la Orden de la Merced, el administrador apostólico de Puerto Montt, Ricardo Morales -quien es provincial de la institución-, tuvo la oportunidad de reunirse con el Papa Francisco, a quien le comentó de las acciones judiciales que ha emprendido en contra de dos sacerdotes de la arquidiócesis, como también de la auditoría financiera que se está llevando a cabo.

La conversación, ocurrida el martes 4 en el Vaticano, "fue cordial y amable", según el presbítero chileno.

"Le comenté lo que me ha tocado ir descubriendo en esta arquidiócesis", dice Morales a "El Mercurio".

-¿Qué le contó al Pontífice?

"Le conté de la situación general de la arquidiócesis, cómo estaba hasta hoy. Le comenté también de los procesos y las investigaciones que se han iniciado, las presentaciones que hice en la fiscalía en contra de dos sacerdotes y la auditoría que estamos realizando en la arquidiócesis".

Al consultarle al religioso por la respuesta del Pontífice, señaló que guardaba reserva.

Agresión

Morales fue anunciado como administrador apostólico de Puerto Montt el 10 de junio, en reemplazo del arzobispo Cristián Caro, cuya renuncia fue aceptada por razones de edad.

Y su labor no ha resultado sencilla: el 21 de noviembre, el presbítero mercedario denunció a dos sacerdotes ante la Fiscalía de Puerto Montt. En el primer caso, por presuntas irregularidades financieras en el arzobispado detectadas por la auditoría, y en el segundo, por posibles irregularidades de manejo de recursos en el consultorio San Pablo Mirasol, dependiente del arzobispado, pero que recibe fondos del Servicio de Salud de Reloncaví. Entre los indagados se encuentra el exvicario general del arzobispado.

El 8 de diciembre, al terminar la misa de celebración de la Inmaculada Concepción, y mientras salía del Campo de Oración (Casa Nazareth), Morales fue agredido físicamente, en medio de un tumulto y hubo consignas a favor y en contra de su gestión.

"Me empezaron a gritar, a decir que me fuera, que los sacerdotes a los cuales se está investigando eran buenas personas, que los conocían", dice.

Hubo algunos que se acercaron aún más al sacerdote, y uno de ellos "me pegó una patada en una pierna, que me dejó con lesiones leves".

Por consejo de sus cercanos, el religioso constató lesiones e hizo la denuncia ante la 2ª Comisaría de Puerto Montt. "En un principio, no quería darle más al asunto. Pero pensándolo bien, consideré que no podemos tolerar en el país agresiones físicas, por muy disconformes que estemos frente a situaciones que otra persona pueda pensar. Hemos aprendido como sociedad, como país, que no podemos tolerar la violencia para solucionar los conflictos", señala.

A raíz de las denuncias contra los dos sacerdotes, el fiscal le otorgó protección policial no permanente al administrador apostólico. "Es un carabinero que de vez en cuando viene a preguntar cómo estoy, si necesito algo, y al cual puedo llamar si siento algún peligro".

Además, ambos presbíteros están bajo investigación canónica: uno por posibles irregularidades financieras, y el otro por presuntos abusos sexuales a menores.

Obispos
El Comité Permanente del Episcopado envió una carta de apoyo tras la agresión sufrida por el administrador apostólico.

"Le comenté también de los procesos y las investigaciones que se han iniciado, las presentaciones que hice en la fiscalía en contra de dos sacerdotes y la auditoría que estamos realizando en la arquidiócesis".

"(Sobre ataque sufrido): "En un principio no quería darle más al asunto. Pero pensándolo bien, consideré que no podemos tolerar en el país agresiones físicas".

"Hay que dejar que la justicia actúe. Hoy día no podemos hacer nada para acelerar o apurar esto, porque hay que dejar que el Ministerio Público y la justicia canónica actúen".

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