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Podrían pasar meses encarcelados:

China profundiza la tensión diplomática por el caso Huawei con la detención de dos canadienses

viernes, 14 de diciembre de 2018

Nicolás García de Val
Internacional
El Mercurio

La medida fue interpretada como un mensaje de molestia de Beijing a Washington, en medio de las negociaciones por la guerra comercial.



El conflicto diplomático entre China, Canadá y Estados Unidos escaló ayer con el anuncio de la detención de dos ciudadanos canadienses en territorio chino, acusados de ser una amenaza a la seguridad nacional. La movida fue vista como una herramienta de presión para que Ottawa libere a la jefa financiera de Huawei, Meng Wanzhou, arrestada en Vancouver por un pedido de extradición estadounidense.

La Cancillería china confirmó ayer la detención del exdiplomático Michael Kovrig y del empresario Michael Spavor y aseguró que "sus derechos e intereses legales están siendo salvaguardados". No está claro, sin embargo, si tienen acceso a un abogado.

Para China, las "amenazas a la seguridad nacional" pueden ir desde el espionaje hasta las críticas al Partido Comunista. En principio, el gobierno podría retener a los canadienses en cárceles ocultas hasta por seis meses, aseguró The Washington Post.

Spavor -quien promueve inversiones en Norcorea- fue detenido en la provincia de Liaoning, en la frontera coreana, el lunes; el mismo día que arrestaron a Kovrig, exdiplomático y analista del International Crisis Group, según dijeron ayer las autoridades chinas.

El gobierno canadiense está en contacto con Beijing, confirmó ayer el Primer Ministro Justin Trudeau: "Siempre vamos a defender a los canadienses que están en situaciones difíciles en el extranjero". Su ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, confirmó que hablaron con Spavor hace unos días, pero "no hemos vuelto a tener contacto con él".

La disputa diplomática comenzó el 1 de diciembre con la detención de Meng, durante una escala de su vuelo a México, en Vancouver. Ella está acusada por Estados Unidos de haber cometido fraude para violar las sanciones comerciales impuestas por Washington a Irán.

Después de tres días de audiencias, la jefa financiera de Huawei fue liberada bajo fianza, mientras espera que se decida sobre la petición de extradición presentada por Estados Unidos. Pero esto no parece haber logrado aliviar las tensiones.

Beijing no vinculó los dos casos, pero según analistas parece evidente que el arresto de los canadienses está relacionado con la detención de Meng.

Medios y expertos atribuyen la ofensiva de Beijing a una represalia indirecta contra Washington. "China quiere mostrar su molestia por la detención de Meng y la posible extradición a EE.UU., pero no quiere ir contra ciudadanos estadounidenses directamente, debido a las delicadas negociaciones comerciales. Por eso optó por apuntar a los canadienses", dijo a "El Mercurio" Timothy Heath, investigador de defensa internacional y experto en China de RAND Corporation.

No es la primera vez que estos tres países se ven involucrados en una situación así. En 2014, Canadá detuvo a Su Bin, un ciudadano chino acusado por EE.UU. de robar información militar. Poco después, Beijing respondió arrestando a Julia y Kevin Garratt, una pareja canadiense que llevaba 28 años viviendo en China, acusándolos de espionaje. El abogado de la pareja, James Zimmerman, siempre pensó que fueron arrestados para forzar a Canadá a que no extraditara a Su. Cuando el chino dejó de pelear la extradición y fue enviado a EE.UU., los Garratt fueron liberados casi inmediatamente.

En una entrevista con Reuters, el Presidente estadounidense Donald Trump dijo que podría "intervenir" en el caso Huawei, si es que eso beneficiara de alguna manera sus negociaciones con Beijing. Si quisiera, el mandatario podría presionar a los fiscales de su país para que no solicitaran la extradición de Meng, pero la posibilidad fue rechazada por el Departamento de Justicia.

"Lo que hacemos es hacer cumplir la ley. No nos metemos en comercio", dijo John Demers, el fiscal general adjunto de la División de Seguridad Nacional de EE.UU.

Varios asesores de Trump le pidieron mantenerse al margen del asunto, informó ayer The Wall Street Journal, mientras que el gobierno canadiense también le pidió a su socio que no "politice" el caso.

"Los comentarios de Trump sobre intervenir podrían complicar más las cosas, pues Canadá podría ser reticente a extraditar a Meng si el caso es visto como político, en vez de puramente legal. Si la ejecutiva no es extraditada, los canadienses podrían ser liberados, pero complicaría los esfuerzos de EE.UU. por contrarrestar las violaciones chinas de sus leyes nacionales", dijo a este diario Rodger Baker, analista de Stratfor.

Las declaraciones del Presidente estadounidense tampoco cayeron bien entre los chinos, que aseguraron que el caso de Meng es un "secuestro político". "Washington se equivoca si piensa que puede tomar a Meng como rehén y ofrecer su rescate para obtener concesiones en las próximas negociaciones comerciales", dijo el diario estatal China Daily en su editorial.

BOICOT
En China se han multiplicado los llamados para hacer boicot turístico a Canadá, un popular destino para la población del país, en respuesta a la detención de Meng, dijo The Global Times.

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