Un hombre entró ayer a la Catedral Metropolitana de Campinas (São Paulo, Brasil) y abrió fuego después de una misa, matando a cuatro personas e hiriendo a otras cuatro antes de suicidarse. El autor, identificado como Euler Fernando Grandolpho, estaba armado con una pistola 9 milímetros y un revólver calibre 38, con los que efectuó al menos 20 disparos contra las personas que estaban terminando sus oraciones. La policía abrió una investigación para esclarecer la motivos que llevaron a Grandolpho, quien no tenía antecedentes penales y actuó solo, a cometer el crimen. "Era una persona fuera de cualquier sospecha en circunstancias normales", afirmó el comisario José Henrique Ventura, encargado del caso.