Garantía de emociones
miércoles, 12 de diciembre de 2018
René Durney C.
Clasificados Especial
El Mercurio
La versión 2,0 Twin Power Turbo ofrece un manejo deportivo con toda la tradición y prosapia de la marca.
El Mini debe ser uno de los autos del segmento A Premium cuya silueta es la que menos cuesta identificar. Y su nivel de reconocimiento viene desde su primera historia, la típicamente inglesa (1959-2000) y mantenida luego de su paso a manos de la alemana BMW, aunque con un mayor tamaño y una enorme dosis de tecnología a bordo. Tan grande fue el acierto de Alec Issigonis al diseñar este pequeño automóvil de dos volúmenes, que nadie ha osado alterar esa clásica silueta. Por eso, en cuanto a la estética uno solo debe fijarse en los pequeños "detalles" que pueden variar entre una versión y otra dentro de los tipos de carrocerías disponibles en la oferta (3 y 5 puertas, convertible, Clubman, Countryman), o en la mecánica y potencia de los motores del portafolio. Así, nuestro Mini de prueba de esta vez es el Mini Cooper S Sport Pack 2019, con motor 2,0 Twin Power Turbo. Y si queremos diferenciarlo de la versión anterior deberemos fijarnos atentamente en los redondos faros delanteros semi recostados sobre el enorme capó y sus anillos concéntricos, que alojan un juego de luces-día con tecnología LED y un núcleo central con los proyectores principales adaptativos, que impiden el deslumbramiento de quienes vienen en contra. La parrilla de la toma de aire central, así como la inferior, ya no vienen cromadas, sino en negro mate, al igual que el alojamiento de los neblineros. También presenta un reborde negro en los pasa ruedas y el borde inferior de toda la carrocería. En la zaga también hay un bello retoque, especialmente en las ópticas, que reproducen el dibujo la Union Jack (bandera británica), produciendo un brillo muy visible y potente gracias al efecto de los led, tanto en las luces de posición como en las de freno y viraje. En la aparte baja del parachoques trasero hay difusores de calor en los extremos y en el centro: dos salidas cromadas de los tubos de escape. Las llantas deportivas son 17 pulgadas y paquete aerodinámico John Cooper Works. Las medidas exteriores del Mini Cooper S son de 3.850 mm de largo, 1.727 mm de ancho, 1.414 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.495 mm. El interior es casi una cockpit de competición, al que solo le falta la jaula protectora. Basta verlo desde afuera para darse cuenta que este no es un auto para paseos tranquilos ni largas distancias. Este Coooper S es un deportivo en todo el sentido de la palabra. De partida, meterse dentro de las butacas es un ejercicio digno de cédulas de identidad con siete dígitos. Se trata de asientos pensados para un manejo deportivo, con excelente sujeción lateral y un cabezal alto con pocas posibilidades de ajuste de confort, pero altamente eficientes y seguras a la hora de eliminar adrenalina. Y de las butacas traseras mejor ni hablar. Para ir un ratito y siempre que la talla sea mínima, como las de los usuarios para quienes hay sujeciones Isofix para sus sillas (aunque, ¿quién lleva niños a un manejo extra deportivo?). El equipamiento de confort para información, confort y entretención de los ocupantes de las butacas delanteras es amplio y completo. Se mantiene la pantalla central de 6,5 pulgadas para el equipo de audio y la infoentretención. Tras el volante está el cuadro de instrumentos con todas las lecturas técnicas de funcionamiento del auto. En la consola central está la nueva palanca selectora de marchas de la caja automática Steptronic de doble embrague y siete marchas, que puede llevarse también en el modo manual mediante las paletas ubicadas detrás del manubrio (paddle shift). El volante, forrado en cuero y diseño JCW, es regulable en altura y profundidad y dispone de mandos para el audio y la infoentretención. Un poco más hacia atrás de la palanca de marchas está la rueda de mando para seleccionar el modo de conducción, que permite elegir entre los paquetes Mini DrivingModes o Mini Excitement para un manejo económico(verde) o súper deportivo. Obviamente, en un auto de este nivel de precios, la seguridad activa y pasiva es óptima y normalmente obtiene las mejores puntuaciones. De 2 litros es el propulsor Twin Power Turbo que hay bajo el capó del Mini Cooper S. Este turbo de dos entradas permite llevar la potencia a 192 caballos y el torque máximo a 280 Nm desde las 1.250 rpm, que se pone al piso en el eje delantero. Al conducir en el modo deportivo, el motor produce una leve explosión en el paso de marchas más rápidos que efectúa la transmisión steptronic. La aceleración permite que el auto vaya de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y que su velocidad punta sea de 235 km/h. En términos de rendimiento y consumo, la marca asegura que en condiciones de manejo normal, puede dar hasta 20 km/litro y un gasto de 5 litros cada 100 km en carretera, mientras que el rendimiento urbano puede ser de 14 km/litro, es decir necesita 7,14 litros para los mismos 100 kilómeros. Este Cooper S no va a defraudar a quienes ya están en la familia de este simpático deportivo. Y a los que recién se integran, la tradición y prosapia del Mini le garantizan las emociones de manejar un auto diferente.
