viernes, 07 de diciembre de 2018
Economía y Negocios Online
Macarena Navarrete, socia principal de EY Chile
Es una cantinela habitual, pero no por eso escuchada: hay que prepararse para la transformación digital y sus innumerables implicancias. Esto no es un problema sólo de Chile: un escaso 22% de los líderes a nivel mundial se sienten bien preparados para liderar en un ambiente laboral complejo y digital, según un reporte de EY, DDI y The Conference Board.
¿Qué planes tienes para aprovechar la transformación digital y adaptarte a los cambios inevitables que están llegando? Recientemente con la Cámara Chilena Norteamericana fuimos a un viaje a Silicon Valley y a Seattle en EEUU, para conocer cómo abordan el impacto de la Inteligencia Artificial (IA). El ser una delegación público-privada nos ayudó a abordar de manera integral los desafíos de la IA.
Es impresionante la cantidad de profesiones amenazadas por la transformación tecnológica. Habrá cambios, no serán fáciles, pero debemos enfrentarlos visionariamente. La transformación digital debe enfrentarse por todos los líderes, no sólo en los directorios, sino que también en el Estado, los centros de educación y las organizaciones sociales. De ahí, el valor de trabajar de manera conjunta el mundo privado y público.
Lecciones de eso nos da EEUU: por ejemplo, el gobierno cuenta con la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología (conocida como OSTP por su sigla en inglés). Ésta asesora al presidente sobre los efectos de la ciencia y la tecnología en los asuntos nacionales e internacionales. Además, lidera los esfuerzos interinstitucionales para desarrollar e implementar políticas y presupuestos sólidos de ciencia y tecnología, y para trabajar con el sector privado, los gobiernos estatales y locales, las comunidades de ciencia y educación superior y otras naciones con este fin. También, ese país generó el Presidential Innovation Fellows, que es un programa de becas competitivo que reúne a los principales innovadores del sector privado, organizaciones sin fines de lucro y academia con los mejores innovadores en el gobierno para colaborar en soluciones que tengan como objetivo ofrecer resultados significativos en meses, no años. La iniciativa se enfoca en generar resultados medibles, utilizando técnicas de innovación de la industria privada como Lean Startup, Design Thinking y Agile Development.
Por otro lado, apostar por centros de innovación para enfrentar la transformación digital es un buen ejemplo para permear esta cultura en las organizaciones. Estos hubs de tecnología deben contar con plataformas compartidas que integren la experiencia global y local en tecnologías disruptivas, tales como ciberseguridad, IA, automatización robótica de procesos (RPA), blockchain, advanced analytics, design thinking, entre otros. Es una manera de tener lo mejor del mundo en todos lados.
No se entiende la demora en enfrentar estos desafíos cuando el 90% de los líderes a nivel mundial considera que las empresas dejarán de existir o deberán reinventar sus modelos de negocios a causa de los cambios digitales.
Sumémosle que Chile se ubica entre los países con más riesgos de automatización de empleos, según la OCDE. ¿Las implicancias de esto? Infinitas.
Hay que ser competitivos, pero en un mundo donde el cambio se volvió constante, hay que tomar medidas, hoy, en Chile. Nuestra economía se basa en industrias tradicionales que están siendo amenazadas por la Revolución 4.0, por lo debemos ser un polo de innovación para mantener el liderazgo en la región y no perder nuestro sitial.
