Discusión con Insaurralde ante Iquique, clave en la partida de Lucas Barrios
jueves, 06 de diciembre de 2018
Raúl Neira B.
Deportes
El Mercurio
Sucedió el 19 de agosto, en Calama, cuando Colo Colo perdió con los "dragones celestes". El zaguero reprochó a la "Pantera" los goles perdidos y el ariete lo encaró. La intervención de Héctor Tapia evitó una pelea, no así la molestia del argentino-paraguayo.
D ía a día surgen nuevos antecedentes que explican el enmarañado adiós de Lucas Barrios, una vez que terminó la participación de Colo Colo en el torneo nacional con el triste 0-2 ante Universidad de Concepción. La última historia tiene que ver con el partido que los albos disputaron frente a Deportes Iquique, el 19 de agosto, en Calama. Ese mediodía, el Cacique cayó en el último minuto de adición y después de que Juan Manuel Insaurralde se matriculara con el 1-1 parcial, sobre el filo del tiempo reglamentario. Los ánimos en el camarín popular estaban calientes. El aire se podía cortar con un cuchillo. "¡No podemos ser tan pelotudos, cómo vamos a perder con estos muertos... Diez mil goles nos perdimos, la c... de tu madre" , gritó el "Chaco", enfurecido, descolocado. Justo en ese instante, Barrios ingresó al vestuario y no perdió un segundo en encararlo. - "¿Me estás diciendo a mí, me estás diciendo a mí? - "No, no..." . - "Sí, me estás diciendo a mí, me estás diciendo a mí la re p... madre". La "Pantera" se fue encima del defensa trasandino y estuvieron a punto de darse combos. Solo la intervención del técnico Héctor Tapia, quien los separó, evitó una pelea de incalculables proporciones. Barrios se mordió la rabia y a su círculo más íntimo le confesó otra molestia que vivió ese día y en la semana previa. "Vinimos a la altura, a jugar con calor, mientras a las figuritas las están cuidando...", bramó, en alusión a Jorge Valdivia y Esteban Paredes, quienes no se presentaron en el Zorros del Desierto porque estaban a una amarilla de la suspensión y en la fecha siguiente recibían a Universidad de Chile. "Por eso, el lunes dijo que aun sin pretemporada siempre estuvo dispuesto a jugar", comentan sus más cercanos. En la vereda opuesta apuntan que "el nivel que mostraba Lucas en los entrenamientos, donde le costaba hasta parar una pelota, fue mermando nuestra confianza". Además, Insaurralde -que en 2017 se agarró a puñetazos con Jonathan Silva, en una práctica de Boca Juniors- pertenece al riñón de los referentes del plantel y muy, pero muy cercano al capitán de la escuadra. "Era imposible que Barrios siguiera conviviendo con el 'Chaco', sabiendo que este siempre tendría el apoyo de Esteban Paredes", dicen en Pedrero.
