Mundos imaginarios
sábado, 17 de noviembre de 2018
Texto, Jimena Silva Cubillos. Fotografías, Viviana Morales R.
Taller por taller
El Mercurio
Paisajes que narran historias sencillas, escenas inventadas y también algunas que parecen sacadas de cuentos son las que recrea el paisajista Gonzalo Yávar en recipientes de vidrio de diversos tamaños.
Siempre le atrajeron los terrarios, "esos micropaisajes cultivados dentro de un contenedor, capaces de llenar de vida cualquier espacio". Hasta que -motivado por su amiga Daniela Correa- el paisajista e ingeniero ambiental Gonzalo Yávar, dedicado desde hace más de diez años al diseño y mantención de jardines privados, se animó a crear sus propios terrarios: pequeños y asombrosos ecosistemas. -Ese fue el impulso para concretar una idea que tenía desde hacía tiempo. Para una Navidad armé maceteros de cemento con suculentas, pero no es lo mismo introducirlas en recipientes de vidrio, que actúan como mininvernaderos -dice Gonzalo (ystocker@gmail.com y @verdeterrarium). Ahora combina ese tipo de plantas con cactus, musgos que crecen adheridos a ramas y troncos, trozos de fibras naturales, piedras compradas o recogidas de playas, parques y lugares como el Cajón del Maipo, con las que estructura recorridos y zonas de estar -como si fuera un jardín real-, además de fuentes de agua, escaños, piletas y figuras humanas de pequeño formato hechas de resina pintada, que interactúan en distintos escenarios. Las suyas son creaciones definidas por trazos curvos, donde continúa explorando conceptos asociados al diseño de áreas verdes, como composición, manejo del color, formas y escala. -No recrean un hábitat ni un lugar puntual; son paisajes inventados, que están en mi imaginario y tienen mucho que ver con mi afinidad con la naturaleza. Me encanta la idea de que, al ver los terrarios, la gente imagine que son pedazos de un parque, pero también que los asocien con cuentos -dice el paisajista, quien usa sobre todo plantas como crásulas, sedum, echeverias, colchón de novia y clavel del aire, dispuestas sobre una mezcla de arena, perlita y tierra, encima de una base de piedras.
