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Tara Pacific tomó el pulso a los arrecifes y el impacto del aumento de la temperatura del mar entre Panamá y Japón:

Más de 15 mil muestras de coral obtuvo una expedición que recorrió el Pacífico durante dos años

viernes, 16 de noviembre de 2018

Richard García
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Hay zonas como las islas Samoa donde el daño llega hasta el 90%, pero en otras, como el entorno de Hawai y de Rapa Nui, las estructuras coralinas todavía tienen buena salud.



Los antiguos mineros del carbón llevaban canarios a los piques porque son aves muy sensibles a la presencia del gas metano y el monóxido de carbono. Si el animal no cantaba y, por el contrario, se desmayaba, era señal de peligro.

Los arrecifes de coral hacen las veces de canarios del mar, ya que acusan rápidamente el impacto de cambios en la temperatura al perder su color (o blanqueándose), y eventualmente morir. De ahí que la expedición francesa Tara Pacific, que navegó durante dos años las aguas del Pacífico, entre Panamá y Japón, ida y vuelta, seleccionó los arrecifes de coral como objeto principal de su estudio. Su objetivo: tomarle el pulso a la salud del mayor océano del planeta.

"El cambio climático ha afectado globalmente los arrecifes de coral, pero todavía quedan refugios casi intactos", dice a "El Mercurio" el biólogo Chris Voolstra, investigador de la King Abdullah University of Science and Technology (KAUST) de Arabia Saudita. Él fue uno de los científicos que navegaron mayor tiempo en la expedición.

"Entre los arrecifes de coral más afectados están los de Samoa", precisa Voolstra. Este archipiélago situado al noreste de Nueva Zelandia presenta un blanqueamiento de 90% por el aumento de la temperatura del mar.

En el archipiélago de Okinawa, al suroeste de Japón, la pérdida registrada fue de 70%, mientras que en el archipiélago Tuamotu, situado al este de Tahití, en la Polinesia Francesa, el blanqueamiento supera 50% de la superficie de arrecifes.

El coral adquiere su color de un protozoo que vive en él, pero cuando ocurren cambios ambientales como un aumento de la temperatura, este microorganismo muere o es expulsado. Las colonias pueden recuperarse, pero toma tiempo. Afortunadamente, en otras zonas el escenario es mejor, como en el entorno de Isla de Pascua. "Son abundantes y parecen sanos, pero viven muy pocas especies. Realmente la mayoría está conformada por dos géneros, los Porites y Pocillopora. Unos son grandes y los otros más pequeños".

Otra zona donde el blanqueo todavía no ha afectado las colonias de corales es el archipiélago de Hawai. No obstante, hay preocupación por una especie de tumor que se ha detectado en algunos ejemplares. Los científicos todavía desconocen de dónde viene, cómo se propaga y qué impacto podría tener en ellos un aumento de la temperatura.

A Voolstra la solución al problema le parece simple: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel planetario y así reducir el aumento de la temperatura.

No solo exploraron los arrecifes bajo el agua, también las islas asociadas a ellos, como Ducie, un atolón deshabitado a mitad de camino entre las islas Pitcairn y Rapa Nui. "Mi esperanza era ver un arrecife de coral verdaderamente inalterado", explica.

En parte, no se equivocó, ya que en sus aguas encontraron enormes cantidades de peces, langostas y tiburones que probablemente nunca habían entrado en contacto con seres humanos. Sin embargo, las playas estaban llenas de desechos plásticos. "Es poco probable que en la actualidad queden áreas libres de él, porque las corrientes los llevan a todas partes, incluso a islas lejanas como esta", dice Voolstra. A él lo que más le preocupa es el microplástico, producto de la pulverización de objetos mayores. "Hoy está presente en todos los océanos y en todos los animales, incluyendo los que nos sirven de alimento".

Uno de los experimentos de Voolstra es determinar cuándo comenzó la propagación del plástico en los océanos, y particularmente en los corales. "Una de las cosas interesantes de los corales es que se puede medir en ellos algo parecido a los anillos de crecimiento de los troncos de los árboles, así podemos regresar en el tiempo y definir con precisión en qué año o, al menos, en qué década comenzó a llegar el plástico al mar".

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