Menos de mil postulantes llegan al I. Nacional en medio de violencia que afecta a emblemáticos
miércoles, 14 de noviembre de 2018
Patricio Miranda y Sofía González
Nacional
El Mercurio
En 2017 hubo 1.019 interesados, mientras que este año 809 niños culminaron el proceso para entrar al liceo. El rector, el sostenedor y exalumnos apuntan a los episodios violentos como la principal causa de la caída.
Esta tarde, los apoderados de los jóvenes seleccionados para ingresar al Instituto Nacional tendrán su primera reunión. Sin embargo, la concurrencia no será tan masiva como en años anteriores. Esto, porque para la admisión 2019 el establecimiento tuvo menos interesados: para el año académico 2018 postularon 1.019 jóvenes y para el próximo, lo hicieron 809. En consecuencia, también cayó la cantidad de seleccionados: si para estudiar este año en el establecimiento se eligieron 739 adolescentes, para 2019 fueron 680. La lista de espera también se redujo a solo 12 estudiantes, en contraste a los 42 del año pasado y que equivalían a casi un curso completo. En un año marcado por hechos de violencia en los liceos emblemáticos de Santiago, el alcalde, el rector y connotados exalumnos del liceo -con más de 200 años de historia- coinciden en que esos episodios son un factor en la baja de las postulaciones. Causas "Doce años ininterrumpidos de tomas y acciones de movilización naturalmente tenían que pesar cuando una familia tome una decisión (para postular)", afirma el rector Fernando Soto. El alcalde y también sostenedor del recinto, Felipe Alessandri, secunda el punto: "Cuando los apoderados ven que hay suspensión de clases, violencia extrema, que hay bombas molotov, optan por otro establecimiento". Con todo, asegura que la baja se revertirá el próximo año: "Este es un paréntesis, son las consecuencias que se arrastran de hace varios años, cuando se autorizaron las tomas y se permitían charlas de movimientos extremistas". Exalumnos opinan El exministro de Educación Sergio Bitar (PPD) lamentó el poco interés por postular al liceo y afirmó que responde a "una agitación de grupos minoritarios que crean la imagen de desorden, provocando menos días de estudio y, por consiguiente, una baja en el rendimiento". El excontralor Ramiro Mendoza añade que esto es un síntoma que no solo afecta al I. Nacional, sino que a toda la educación pública. "Las condiciones de paralización y las dificultades en la realización regular de las clases han hecho que muchos padres, que seguramente tenían la vocación de seguir en estos colegios emblemáticos, empezaran a tener una desconfianza", sostiene. Para el escritor Marco Antonio de la Parra, los apoderados "prefieren poner a los alumnos en lugares más conservadores, con menos agitación", donde hay "expectativas más claras respecto a lo que va a ser un año académico". También, advierte que la situación "tiene posibilidad de revertirse. Pero de darse otro ciclo de violencia, la cosa puede tener problemas serios". Toda la cuadra "Hace 10 años, había filas por toda la cuadra para postular", afirma Mario Benavides, presidente del Centro de Exalumnos del recinto, quien además criticó la Ley de Inclusión. Asegura que con la normativa "se trató de emparejar a la educación pública y no destacar lo que significan las naves insignia, como nuestro colegio", critica. El rector Soto compartió las críticas. "Si se acaba la selección, van a entrar niños de manera aleatoria, cuyos compromisos con sus proyectos formativos y el de sus familias es muy escaso", advierte. "Le están quitando el espacio a aquellos que, aún siendo de familias tanto o más humildes, quieren a través del esfuerzo y la perseverancia seguir un proyecto como el del Instituto".
88 alumnos que iniciaron el año en el Instituto se retiraron.
