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Desarrollo de la geotermia en Chile: confianza, seguridad y flexibilidad para la matriz energética

miércoles, 14 de noviembre de 2018


Ediciones Especiales
El Mercurio

Esta fuente de energía es autóctona, 100% renovable, no depende de los precios internacionales, garantiza una operación constante de 24 horas al día, y no es vulnerable a los efectos del cambio climático, es decir, contribuye a una matriz energética robusta y limpia.



El abundante potencial de los recursos energéticos renovables existentes en Chile sitúa al país en una posición privilegiada para explotar diversas fuentes energéticas, permitiéndole obtener una matriz de generación más sustentable, reducir la volatilidad del precio de la electricidad y mejorar la seguridad de suministro a través del uso de fuentes autóctonas.

Una de ellas es la energía geotérmica, la cual tiene en Chile el mayor potencial de desarrollo de Latinoamérica, razón por la que el Ministerio de Energía y el Banco Mundial, llevaron a cabo una instancia público-privada, denominada Mesa de la Geotermia, que luego de meses de trabajo entregó interesantes resultados sobre los beneficios y las oportunidades que plantea esta fuente de generación en el desarrollo del mercado eléctrico del país.

Entre las principales ventajas que supone su incorporación destaca que es una de las fuentes de suministro más limpia y sustentable que existen, con emisiones mínimas de gases de carbono, lo que se debe a la ausencia de quema de combustible para producirla. Asimismo, es una energía que cubre de forma eficiente la intermitencia de las centrales solares y eólicas y brinda estabilidad dado que tiene un factor de planta de 92% a 95%, siendo así más alto que el gas (87%) y el carbón (85%).

Otro de los atributos con los que cuenta es que es una tecnología autóctona y no depende de los precios internacionales, lo que disminuye el riesgo de posibles aumentos de precios por los costos de otros combustibles.

MENOR IMPACTO

La energía geotérmica garantiza una operación constante las 24 horas del día y su funcionamiento es independiente de las condiciones climáticas locales, globales y de la época del año, lo que permite incrementar la seguridad, confianza y flexibilidad con que opera el sistema eléctrico nacional. Lo anterior se suma a que esta energía posee una alta rentabilidad social y utiliza menos terreno que cualquier otra fuente de energía, reduciendo el impacto ambiental en los entornos.

Respecto a este tema, Camila Manzano, abogado de Energy Development Corporation (EDC), explica que, al ser una energía que aprovecha el calor contenido en fluido geotérmico que se extrae de la tierra y que luego se reinyecta para preservar el reservorio, no emite productos dañinos para el medio ambiente, generando un impacto mucho menor que otros tipos de energías. Tampoco es una tecnología invasiva, ya que el terreno donde se termina emplazando la planta geotérmica en producción de 100 MW no superan las 700 hectáreas, superficie menor a la que requeriría cualquier otra tecnología para producir la misma energía.

Adicionalmente, el calor que se extrae de la tierra da origen a un gradiente de temperatura que puede ser aprovechado en diversas actividades económicas complementarias. En países como Islandia y Nueva Zelanda la geotermia no solo se utiliza para generar electricidad, sino que además el calor geotérmico da origen a invernaderos, calefacción distrital, termas artificiales y en general cualquier proceso productivo que pueda hacer uso del calor.

En esta línea, Jerónimo Carcelén, presidente del Consejo Geotérmico de Chile, sostiene que esta fuente de energía responde a una política de Estado, tanto por su impacto en el desarrollo económico e industrial, como en los efectos que tiene en la vida cotidiana de las personas.

ALGUNOS PROYECTOS

Todo lo anterior ha llevado a expertos en la materia no solo a reconocer la geotermia como una tecnología madura que cuenta con más de un siglo de implementación, sino que también a viabilizar proyectos que impulsen su desarrollo.

Entre ellos, destaca el Proyecto Mariposa, que está ubicado en la VII Región con 220 MW de potencia estimada y es controlado por Energy Development Corporation (EDC), compañía que se ha especializado en la producción de energía geotérmica, convirtiéndose en la mayor productora del mundo. Otro de los proyectos es Cerro Pabellón, de las empresas Enel Green Power y Enap, que es la primera planta geotérmica en Sudamérica y la primera a gran escala construida a 4.500 metros sobre el nivel del mar en el mundo.

Respecto a estas iniciativas, Camila Manzano señala que el objetivo es que estos proyectos vayan reemplazando al carbón y gas natural, para así garantizar un suministro de energía limpia, autóctona y renovable para las generaciones presentes y futuras. A nivel de competencia, una central geotérmica de 100 MW tiene un costo de desarrollo similar al de una central de ciclo combinado de misma potencia. En general, existe ámbito de competencia entre aquellas tecnologías que además de energía pueden aportar seguridad, flexibilidad y reducción de emisiones.

Lo anterior, fue analizado en el seminario "Chile: Liderazgo Transformador en Sustentabilidad Energética", organizado por el Consejo Geotérmico de Chile, donde la ministra de Energía, Susana Jiménez, recalcó que "la geotermia es una pieza clave en la construcción de un mejor país para las generaciones futuras" y agregó que su desarrollo va de la mano con el proceso de descarbonización que está viviendo el país y uno de los objetivos establecidos en la Política Energética de Chile, de llegar al 70% de energías renovables para el año 2050.

En esta instancia, Jerónimo Carcelén dijo que seguirán dándole continuidad al proceso iniciado por la Mesa Geotérmica, ya que este marcó el inicio del desarrollo de esta energía y generó consenso sobre su potencial.

De esta manera, la industria busca estimular el desarrollo de la geotermia en el país ya que es el mejor complemento para la intermitencia de las fuentes renovables no convencionales, tiene un potencial para instalar más de 3.500 MW -lo que equivale al 17% de la capacidad total del país-, y la tendencia mundial apunta a dejar el uso del carbón como fuente de energía.

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