Hasta un tercio de la población ha sufrido un desmayo
miércoles, 14 de noviembre de 2018
C. G.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio
El síncope, o pérdida súbita pero temporal de la conciencia, constituye el 3% de las consultas en los servicios de urgencia.
Debilidad, palidez en el rostro y náuseas son algunos de los síntomas característicos que preceden al síncope. Lo que comúnmente se conoce como desmayo, se debe a una disminución repentina del flujo sanguíneo cerebral y es un problema más común de lo que se cree, que puede ocurrir a cualquier edad y cuyas consecuencias a veces son de cuidado. "Al perder la conciencia, la persona tiene el riesgo de un traumatismo cráneo encefálico y/o fractura de cadera, algo no infrecuente en las personas mayores. Si ocurre conduciendo un vehículo, las consecuencias pueden ser desastrosas", cita como ejemplo el doctor José Pardo, cardiólogo electrofisiólogo del Hospital Militar. Por su impacto en el bienestar de los pacientes, será el tópico central del Symposium de Cardiología 2018, que se realizará el jueves 15 y viernes 16 en Santiago. "Escogimos el síncope por ser un problema muy común como causa de consulta en el servicio de urgencia y de hospitalización, que además suele ser de alta morbilidad y mortalidad", cuenta Pardo, uno de los directores del evento junto al doctor Sergio Quintanilla, del equipo de Neurología del Hospital Militar, y al doctor Rubén Aguayo, de la Unidad de Arritmias del Hospital San Juan de Dios. Al evento se espera que asistan más de 150 especialistas de todo el país. En esta oportunidad, además, se contará con la presencia del doctor Win Shen, director de Cardiología de la Clínica Mayo de EE.UU., considerado un líder mundial en el tema. Estrés y calor Pese a su frecuencia, "no conocemos la real incidencia del síncope en Chile", advierte el doctor Aguayo. "En la literatura norteamericana y europea se señala que se presenta hasta en un 30% de la población; constituyendo el 3% de las consultas en los servicios de urgencia". Si bien se sabe que esto está relacionado con una falta de irrigación cerebral, "desgraciadamente, aun con la tecnología disponible en nuestro medio, hasta en un tercio de los pacientes no podemos encontrar la causa", comenta el doctor Quintanilla. Es el llamado síncope vasovagal, habitual en la gente joven sin cardiopatías, la causa más frecuente de este cuadro, agrega el experto. Sus desencadenantes más comunes son el estrés, largos períodos de pie y la exposición al calor, entre otros. En segundo lugar, la causa más común "es la presencia de un trastorno eléctrico cardíaco, que se resuelve con el implante de un marcapasos y que es más frecuente en las personas mayores de 60 años, con múltiples factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión, diabetes y colesterol alto". Precisamente, los avances en el manejo de este problema van orientados al diseño de equipos de registro del ritmo cardíaco causante del síncope, que se implantan bajo la piel y que pueden durar hasta cuatro años. "La historia clínica, el examen físico y un simple electrocardiograma de reposo son la tríada básica para un correcto diagnóstico y adecuado tratamiento", puntualiza el doctor Pardo.
