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El proyecto del Gobierno actualmente se está tramitando en el Congreso:

Colaboradores del Sename denuncian retraso y exigencias excesivas para aumento de subvención

martes, 13 de noviembre de 2018

Lilian Olivares
Nacional
El Mercurio

Estiman que varias instituciones preferirán cerrar por los requisitos con los que saldrá el proyecto de la comisión de Familia. Les exigen educadoras de trato directo especializadas, y les pagan $290 mil.



En una situación "desesperada" se declaran las residencias de las instituciones colaboradoras del Servicio Nacional de Menores. Es que desde el 2 de abril, cuando el Presidente Sebastián Piñera firmó la llamada ley corta destinada a aumentar la subvención de los hogares que sostienen fundaciones privadas u ONG, y le puso suma urgencia, están esperando que se materialice el reajuste del aporte que les entrega el Estado... que no ha llegado.

Se trata de un aumento de $60 mil -se pasaría de $290 mil a $350 mil- lo que entregaría el fisco mensualmente por menor. Según el padre Francisco Pereira, director de la Fundación María Ayuda, "con este incremento estamos llegando a un 50% más o menos del costo real por niño" (ver dato clave).

El problema, explica, es que el proyecto -que fue ya aprobado en la comisión de Constitución, Legislación y Justicia- se ha entrampado en la comisión de Familia de la Cámara de Diputados. En esa instancia están analizando el proyecto "como si fuera una ley para subsanar todos los problemas de la infancia que debe ser protegida", asegura Pereira. Y para ello hay otras leyes, dice. "La comisión quiere abordar todos los aspectos de la ley sin considerar la emergencia de los recursos para salir al encuentro de lo más fundamental, que es por lo menos pagar los sueldos de la gente. La preocupación es que al prolongarse la discusión meses y meses no llega a dar luz esto y la ley tiene que promulgarse".

Como ejemplo, plantea que la comisión espera que estos hogares de fundaciones particulares tengan educadoras de trato directo especialistas y profesionales, pero eso no lo pueden tener porque apenas les pagan unos $290 mil. Además, se pretende que los menores tengan atención oportuna y especializada de patologías, "en circunstancias que no los reciben en los hospitales para casos mentales y tienen que pedir hora a un psiquiatra, que se demora seis meses en darla y ya el chico ha hecho dos crisis y se han provocado situaciones críticas en el hogar, que afectan al conjunto de los niños".

"Hay una urgencia concreta"

Pereira señala que sin el aumento de la subvención, aunque no sea sustancial, es imposible para las fundaciones poder mejorar lo que tienen. A ello se suma, indica, que los jueces siguen derivando casos críticos a hogares de protección simple, que no tienen los medios como para atender a menores con diferencias mentales o con limitaciones físicas.

"Si el Presidente de la República pidió una ley corta es porque hay una urgencia concreta en el tema de los recursos, pero esa ley no puede abarcar todos los aspectos de una ley de infancia. Y después de la comisión de Familia esto debe pasar a la de Hacienda, pero ya entra el tema de Presupuesto de la Nación y se seguirá postergando la subvención", señala el director de la Fundación María Ayuda.

"Lo importante es que esta ley corta salga al encuentro de lo fundamental, que es la entrega de más recursos para que podamos salir de la urgencia. Y la urgencia significa que en todos estos meses, y por tanto en todas las fechas anteriores, estamos funcionando con los mismos recursos del año pasado. No ha habido entrega de nada extra, sino que solamente va a ocurrir cuando se promulgue esta ley", explica.

Y Pereira se vuelve a enfocar en la comisión de Familia y protesta porque observa un sesgo ideológico para el análisis. "Ha habido mucha oposición y muchos detractores de parte de aquellos que piensan que el Estado no tiene que pasarles recursos a estas instituciones".

Aunque la instancia ya aprobó el aumento en la subvención, el director de la Fundación María Ayuda asegura que están poniendo una serie de indicaciones que hacen prácticamente imposible cumplir con las exigencias y que lo más probable es que muchas fundaciones chicas terminen cerrando. "Si ponen tantas restricciones, tantos controles y limitaciones, es imposible trabajar así. Dejémonos de cosas, financiemos el máximo posible a través de recursos estatales y el resto lo vamos a conseguir nosotros como sea. Teniendo los recursos, podemos mejorar".

"Va en contra de la participación de la sociedad civil"

"Estamos profundamente preocupados de lo que está ocurriendo en el Congreso", dice José Pedro Silva, presidente de la Fundación Ciudad del Niño.

Comparte la mirada del director de la Fundación María Ayuda y añade: "Esa ley corta, como está quedando, va en una dirección exactamente contraria a la participación de la sociedad civil en los temas de infancia. Están rigidizando la operación de estas instituciones hasta hacerlas realmente inoperantes", afirma. Y asegura que lo más probable es que muchas no estén dispuestas a seguir.

Precisando sobre las exigencias, señala que son en torno a que cualquier infracción de orden administrativo que puedan cometer permite a la autoridad inhabilitarlas y dejarlas fuera del sistema.

Su crítica de fondo es que ante estos mayores controles y órdenes de cumplimiento de un estándar mucho más elevado, no dan respaldo en recursos e incluso más, dice, se ha incrementado la deuda con los 80 bis, el artículo que los obliga a recibir menores derivados de tribunales aunque no tengan cupo. "La deuda, en el caso nuestro, ha vuelto a estar en los niveles del pasado".

MÁS INDICACIONES
La comisión de Familia revisa hoy dos indicaciones a la ley corta. El 22 podría llegar a la comisión de Hacienda.

"Están aumentando de tal forma el nivel de exigencias, que realmente es una suerte de asfixia operacional, sin mejorar en un centavo la subvención".
JOSÉ PEDRO SILVA
Presidente Fundación Ciudad del Niño

"¡Dejémonos de cosas! Financiemos el máximo posible a través de recursos estatales y el resto lo vamos a conseguir nosotros como sea... así podremos ir mejorando".
PADRE FRANCISCO PEREIRA
Director Fundación María Ayuda

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