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Martín Palermo, ex director técnico de Unión Española:

"Era notoria la intención de Díaz de querer ocupar mi lugar"

martes, 13 de noviembre de 2018

Raúl Neira B.
Deportes
El Mercurio

El estratega argentino explica los motivos que gatillaron su renuncia: no reforzar el equipo con los jugadores que pidió; una cita de la dirigencia con el plantel a la que no fue invitado; búsqueda de futbolistas para 2019 sin que nadie le preguntara, y, por sobre todo, el deseo de Fernando Díaz, el gerente deportivo, de ser el entrenador, lo que se concretó la semana pasada.



Palermo nunca titubeó frente al arco rival. Hoy, no de "9", sino como entrenador, tampoco duda respecto de las causas que provocaron su adiós a Unión Española: "Se venía gestando desde hace tiempo. Mi renuncia fue generada por situaciones que fueron pasando".

-¿Cuándo empezó todo?

"Con la venta de (Pablo) Aránguiz y (Pablo) Galdames, y no ver respuesta para reforzarnos como debíamos", responde categórico. Pero también explica: "Me vi en una negativa por la situación económica del club. Y cuando decían que estaban buscando refuerzos, no eran los que pedía... También está la llegada de Luis Pavez".

-¿Qué pasó ahí?

"Fue decir 'traemos a alguien por traer', porque fue un poco así la respuesta que me dieron cuando no se podía contratar ningún jugador de los que pretendíamos. Para no quedar mal, porque era el único equipo que no se había reforzado, trajeron a Pavez. No me gustó esa manera de actuar".

-Dijo que no llegaron los jugadores que pidió...

"Pedía jugadores creativos, de las características de quienes se habían ido y, por otro lado, me enteraba que buscaban otras características de futbolistas... Lo sé, porque uno se relaciona con representantes, son ellos los que llaman para ofrecer jugadores, y me enteré que buscaban otros".

-¿Con qué dirigente mantenía contacto?

"En su momento, con Jorge Segovia (N. de la R: el dueño del club). Pero cuando se vendieron jugadores y a Jorge le propuse reforzarnos, el contacto fue con Santiago Perdiguero (presidente hispano). Obviamente, Perdiguero estaba relacionado con Fernando Díaz (ex gerente técnico) y como la toma de decisiones era entre ellos, a mí se me hacía mucho más difícil".

-¿Por qué, finalmente, decide irse?

"Otra circunstancia fue saber que hubo una reunión en Ecuador con Segovia, donde se proyectaba el 2019, y yo no estaba dentro de esas posibilidades. Fue sentirme que no estaba siendo parte del futuro de Unión Española. Supe que estaban buscando jugadores para el próximo año y conmigo nadie había hablado. Ahí dije 'mi etapa en Unión está terminada'".

-Esa reunión de Segovia fue con Fernando Díaz.

"Sí. La gente del club me decía las cosas. Todo se sabe. Le digo más: después del partido ante Universidad de Concepción viví una situación muy rara: una charla de los dirigentes con los jugadores y no fui parte de ella. Supe que se les exigió clasificar a la Copa Sudamericana. Fue antes del partido con Everton y no me hicieron parte. Después de esa reunión, llamé a Segovia pidiéndole un incentivo económico por parte del club para los jugadores. Salió de mí proponer eso, pero hubo una negativa".

-¿Qué dirigentes se reunieron con los jugadores?

"Luis Baquedano con Perdiguero. Y los jugadores sintieron no un apoyo, sino una presión de ganar el siguiente partido, porque las posibilidades de entrar a un copa se estaban perdiendo".

-Al principio tenía diálogo directo con Segovia. ¿Qué pasó después que ya no fue así?

"El diálogo se mantuvo, abierto como siempre fue, pero hay que ver qué le decían o qué informe le llegaba después de cada partido...".

Líos con el gerente

Palermo confiesa que en la relación con Johnny Aswhell, el anterior gerente hispano, "nunca hubo problemas. Después todo fue cambiando... Es difícil trabajar sabiendo que alguien quiere ocupar tu lugar".

-Usted se refiere a Fernando Díaz. ¿Lo habló con él?

"No. Era siempre notoria su intención de querer dirigir, de querer ocupar mi lugar. La relación se hizo nula y se perdió el diálogo directo. Me mantuve enfocado en el plantel. Los jugadores sabían de la situación".

-Ellos se alinearon con usted, porque nunca más dejaron entrar a Díaz al camarín.

"Sí. Fue una de las posturas que los jugadores tomaron. Se lo comunicaron y de ahí en más no tuvo acceso al vestuario. Fue decisión de ellos, consensuada conmigo y planteada a la dirigencia".

-Usted dice que Díaz siempre quiso ocupar su lugar. ¿Qué pensó cuando, finalmente, fue anunciado como nuevo DT de Unión la semana pasada?

"Era lo que yo suponía y fue una decisión del club, de Segovia y del directorio. Está todo a la vista... ¿Mi opinión? Tenía la intención de ocupar mi lugar... Yo estoy muy tranquilo. En el fútbol hay que ser honesto, creíble. Lideré un grupo de jugadores en forma frontal, leal. Siempre fui así".

-Díaz es presidente del Colegio de Técnicos de Chile...

"Eso va en cada uno, en cómo le nace actuar a cada uno. Es difícil ponerme en la cabeza de una persona y saber por qué actúa o por qué hace las cosas así".

-¿Influyeron estos problemas en la campaña del equipo?

"Sí. Cuando no están todas las partes enfocadas en un mismo compromiso, termina repercutiendo. Que los jugadores resuelvan que el gerente deportivo no entre más al camarín hace difícil una convivencia".

"Supe que estaban buscando jugadores para el próximo año y conmigo nadie había hablado. Ahí dije 'mi etapa en Unión está terminada'".

"Por momentos nos sentimos muy solos, el equipo y yo, y no encontrábamos respuestas en la dirigencia, más allá de que tratábamos de solucionar el tema en la cancha".

"En junio le plantee al club la posibilidad de irme a Peñarol, pero tenía que pagar la cláusula de salida: 500 mil dólares. Se le hacía muy difícil pagar mi contrato y ese dinero".

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