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Kramp-Karrenbauer, la "mini Merkel", se lanza a la sucesión de la Canciller

jueves, 08 de noviembre de 2018

Carmen Valero El Mundo
Internacional
El Mercurio

La secretaria general de la CDU oficializó su candidatura para presidir su partido, que elegiría a un nuevo líder en diciembre.



Sin red de seguridad, consciente del riesgo a quedarse sin nada, la secretaria general de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Annegret Kramp-Karrenbauer, se lanzó oficialmente ayer a la carrera por la sucesión de Angela Merkel. "Mi tiempo en la secretaría general del partido ha terminado, cualquiera que sea el final de este proceso", afirmó AKK -como se le conoce dentro de su formación-, al formalizar su candidatura a la presidencia de la CDU.

Kramp-Karrenbauer, apodada fuera de la CDU como "mini Merkel" y que asumió la secretaría hace solo ocho meses, lo quiere todo o nada. Esa es la actitud con la que ha forjado su larga trayectoria política. Por el puesto que, de facto, dejó ayer vacante, AKK renunció a la jefatura del gobierno del estado federado del Sarre. Su decisión fue difícil de entender. Era la única líder de la CDU que ganaba elecciones, una punta de lanza en las provincias. Pero solo fue un paso atrás para tomar un nuevo impulso hacia delante, y detrás de esa decisión estaba la Canciller Merkel. Entre tanto, su poderosa mentora ha caído en desgracia y su designación será una carrera.

A diferencia de la secretaría general, a la que accedió por candidatura única y con el apoyo masivo de sus colegas, AKK cuenta en esta ocasión con media docena de contrincantes, entre ellos, y por ahora, dos pesos pesados. Se trata del ministro de Sanidad y exponente del ala más conservadora de la CDU, Jens Spahn; y de Friedrich Merz, exjefe del grupo parlamentario conservador, que regresa tras una pausa de nueve años en el sector privado.

Merz, político brillante, con carisma, muy elocuente y marcado perfil económico, encabeza en estos momentos las apuestas. Su posicionamiento ante Merkel asegura que con él en la presidencia, la CDU tomará un nuevo rumbo.

Aun así, es pronto para menospreciar candidaturas y menos la de AKK, aunque ella, un sucedáneo de Merkel, suponga para el partido más de lo mismo. Es pronto también para cantar victoria, pues en las cinco semanas que restan hasta la elección puede haber sobresaltos y el primero, no se sabe muy bien ni cómo ni por qué, ya lo ha tenido Merz.

La fiscalía alemana registró el martes la sede de Blackrock, el gigante estadounidense especializado en la gestión de fortunas y en cuyo consejo de vigilancia se sienta Merz desde 2016. La investigación, según ha precisado la fiscalía, se refiere a un presunto delito fiscal -posiblemente evasión- ocurrido entre 2007-2011. "Esto no tiene nada que ver con el señor Merz. No hay ningún elemento o duda contra él", explicó la fiscalía, sin revelar de qué se trata ni por qué el registro se produce seis años después. Merz ha asegurado que colaborará con las autoridades. Pero acotó sus responsabilidades. "Lo sucedido se remonta a 2007-2011. Soy presidente del consejo de vigilancia desde 2016", recordó. Puede que el daño no esté hecho.

"Si tengo el honor de ser elegida presidenta de la CDU, me gustaría contar con el ministro Spahn en la ejecutiva del partido. La aportación de Friedrich Merz en todos los asuntos económicos, en innovación y digitalización será fundamental", dijo AKK al unirse a una competición para la que pidió "fair play" y para la que ha limpiado de piedras el camino. Deja de ejercer la secretaría para no ser acusada de sacar provecho del cargo. No ha formalizado su candidatura en la sede de la CDU, sino en la sala de un hotel alquilada por ella. Ha cuidado hasta el último detalle.

La renuncia de Merkel a un nuevo mandato ha generado en el partido un proceso que no se daba desde 1971, cuando la lucha por la presidencia se libró entre más de un candidato. La situación se vive con dinamismo, no como una revolución.

La elección se efectuará, como siempre, de acuerdo a los estatutos y estos no contemplan la celebración de primarias. Hasta el decisivo congreso federal de la CDU en Hamburgo el 7 y 8 de diciembre, se celebrarán ocho conferencias regionales para que la militancia conozca de primera mano a los postulantes y sus programas. A final, sin embargo, no votarán los 417.000 afiliados que tiene la CDU en todo el país, sino el millar de delegados que irán al congreso. El mismo sistema para la elección del sucesor o sucesora de AKK en la secretaría general puesto clave para el que ahora solo cabe esperar candidatos.

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