"Había una vez, en un apartado rincón al ladito de la Patagonia, una idea. Esta idea saltaba entre árboles, tejados, columpios, de lado a lado...", cuenta Francisca Nilo al evocar cómo comenzó a tomar forma este proyecto que dirige: un Museo de la Imaginación Infantil, que abrió en septiembre en Osorno. El museo se emplazó en el interior de la remodelada exestación de ferrocarriles, donde ya funcionan una biblioteca y una pinacoteca municipal. "La idea del municipio es aportar más vida a estos bellos espacios, y ampliar el público visitante", manifiesta Francisca Nilo. Ella es sicopedagoga, pero hija de artistas, y vivió una infancia marcada por la actividad creadora; su padre, Humberto Nilo, dirigió la Escuela de Arte de la Universidad de Chile y hoy es uno de los directores de este museo. "Uno de los grandes objetivos que nos planteamos es justamente enriquecer las experiencias de aprendizaje en los niños, y el arte es una de las mejores maneras para lograrlo. ¡Qué mejor que aprender jugando!", recalca Francisca. A la vez, ampliar la propuesta cultural de su ciudad va en beneficio de toda la comunidad osornina. En su primera muestra, que titularon "El mundo que veré", participaron adultos y niños, artistas consagrados y aficionados: "Llegaron unas 400 obras de muy diversa índole; fotografía, dibujo, pintura, collage , poesía visual y microrrelato, de diferentes países, desde Chile, Uruguay, Argentina, Brasil, Cuba, España, Italia, Inglaterra y hasta Finlandia", destaca Francisca Nilo. También se incluyó una muestra del colectivo Karnazas, grabadores valdivianos que, al enterarse de este proyecto, decidieron brindar su apoyo. Las muestras van alternando mensualmente y se organizan periódicamente talleres, actividades de mediación, cuentacuentos y juegos. La exposición actual, "Pequeñas cosas", es de una creadora y docente local, Mónica Endress, y para fines de año preparan "La ruta de la ballena", una vasta muestra a la que están convocando a artistas nacionales e internacionales, bajo el formato de arte postal; es decir, en un tamaño que pueda ser expedido por carta. Esta exposición tiene por fin itinerar a diversas partes del mundo y su próxima parada será Venecia, donde una fundación hermana ya la está esperando.